Isagén fue adjudicada a Brookfield Asset Management

 

En una subasta ‘relámpago’ por ser un solo oferente, sobre las 9:15 a.m. finalizó el proceso de venta en el que el Gobierno vendió el 57,6 % de sus acciones. El precio ofrecido fue de 4.130 pesos, lo que significó una operación de $6,48 billones. El 27 de enero se hará efectivo el pago.

 

Isagén no se vende“, gritó un pasajero desde la ventana de una buseta, que transitaba por la carrera séptima con calle 72, frente al edificio donde está ubicada la Bolsa de Valores de Colombia.

Su voz se unió a la de ciento de personas que desde antes de la siete de la mañana se reunieron en ese punto para realizar un plantón en contra de la venta de la generadora de energía.

Así como el pasajero de la buseta, varios transeúntes desprevenidos se toparon con la manifestación. El nombre de Isagén ya no es extraño para los colombianos: todos hablan de ella.

“Es uno de nuestros tesoros y lo vamos a vender”, dijo una señora que pasaba por allí acompañada de otra mujer, que sin prestar mucha atención a su interlocutora, señaló al senador Ivan Cepeda (opositor) apenas lo vio, como quien ve a un famoso.

A pocos metros, dentro de uno de los salones de la BVC, a las 8 a.m. en punto, Celsio Guevara, gerente de Operaciones de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) abrió la subasta, explicando cómo sería el proceso.

 

“La subasta está abierta hasta las 9 a.m. A esa hora se cierra la urna y se procede a verificar las ofertas”, explicó.

 

A las 8:30 a.m., Brookfield Asset Management depositó la oferta en la urna y 30 minutos después finalizó el recibimiento de las ofertas, tras lo cual, Celsio Guevara de la BVC procedió a abrir el único sobre que había en la urna.

El sobre fue estudiado por personal de jurídica y operaciones especiales de la Bolsa de Valores para certificar que se cumplieran con los requisitos técnicos y verificar el valor de la oferta.

Finalmente, a las 9:15 a.m. la electrificadora Isagén fue adjudicada al fondo energéctico canadiense Brookfield con un precio por acción de 4.130 pesos, lo que representó una operación de 6,48 billones de pesos.

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Así ha sido el proceso 

Pocos procesos han generado tanta unión en el país como la venta de Isagén.

En oposición a esta subasta se han unido partidos tan opuestos como el Polo Democrático y el Centro Democrático; el Partido Verde y el Partido Conservador, sindicatos, entidades sin ánimo de lucro como Justicia Tributaria han sentado su voz de protesta contra la venta de las acciones de la Nación en esta empresa, que significan un 57,6 por ciento de participación en la estatal.

Contra la venta se registraron más de 13 procesos en el Consejo de Estado, dos de ellos todavía sin resolver y once con fallos a favor del Gobierno; se promovió una ‘tutelatón’; se pronunciaron la Procuraduría y la Contraloría, sin embargo, después de dos años en esta nueva fase de la subasta se hará la adjudicación de las acciones.

A estas alturas lo último que podría llegar a frenar el proceso es que Brookfield no cumpla con los requisitos de la subasta, pues ayer el Consejo de Estado negó la medida cautelar presentada por doce senadores de la República en contra de la venta. El magistrado Jorge Octavio Ramírez, ponente en la demanda, argumentó que la solicitud de medida cautelar no concuerda con la motivación de la demanda.

Los senadores pidieron la medida, porque la subasta quedó con un solo proponente.

Con esta venta están en juego los 6,5 billones de pesos que espera obtener el Gobierno para financiar parte de las vías de cuarta generación.

Pero, quienes se oponen a la subasta aseguran que hay otros métodos de financiación para este proyecto y que vender Isagen es como vender el taxi para remodelar la casa.

Para la Procuraduría General de la Nación, por ejemplo, es un mal negocio la venta.

 

La entidad advirtió que el precio ajustado de la acción “no equipara la variación en términos de pagos en divisas que se estimó en la estrategia de venta, con lo cual se podría llegar a producir un grave detrimento para el tesoro nacional”.

 

Hoy finalmente culmina esta segunda fase, con un solo proponente: Brookfield Asset Management, que deberá ofrecer por lo menos 4.130 pesos por acción para que pueda hacerse a las acciones.

Este capital fue estimado por una valoración realizada por la banca de inversión del BBVA, y para el Ministro de Hacienda, se destinará a inversiones que servirán para inyectar recursos a la economía en los próximos años.

 

“El país necesita construir sus carreteras, se necesita una estrategia económica que le permita tener un buen ritmo de crecimiento económico, debemos tener la tranquilidad de que en este sector eléctrico ya hay una participación privada muy importante y donde Isagén debe cumplir una seria de normas regulatorias en todos los frentes”, señaló el funcionario.

 

Hoy a las 9 de la mañana se definió la adjudicación de la empresa, en medio de una protesta organizada por la Red de Justicia Tributaria.

 

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LO QUE EL NUEVO DUEÑO NO PODRÁ HACER

Dentro del reglamento que fija las normas para la venta de Isagén, el Ministerio de Hacienda fue claro en imponer algunas restricciones para el nuevo dueño de la empresa.

Una de ellas es que el nuevo accionista mayoritario no podrá votar favorablemente cualquier propuesta de modificación del domicilio de Isagén durante los siete años siguientes al cierre de la subasta.

Esto quiere decir que sin importar de dónde sea la compradora, en los próximos siete años la empresa deberá pagar los impuestos en Colombia. Si el nuevo accionista incumple esta obligación, la multa consiste en el valor de la subasta, es decir, al menos los 6,5 billones de pesos que valen las acciones de la Nación cotizadas en 4.130 pesos.

Otro compromiso que adquiere el nuevo inversionista es que en los próximos dos años, la empresa no podrá enajenar las acciones que compra, así que Brookfield Asset Management tendría que ser el dueño y administrador de Isagén por ese tiempo.

Si la empresa no cumple con este requisito, deberá pagarle a la Nación una sanción correspondiente al valor de las acciones en ese momento.

Cabe recordar que los plazos de esta subasta empiezan a regir a partir del 27 de enero, es decir, diez días hábiles después de la venta.

A más tardar en marzo de este año, el reglamento obliga al adjudicatario a hacer una oferta pública de acciones al menos a los accionistas minoritarios de la empresa, por un valor mínimo que debe ser igual al precio de cierre de la subasta.

El accionista que queda por fuera de esta lista es Empresas Públicas de Medellín, que tiene más de un 3 por ciento de participación en Isagen, y por eso se considera mayoritario. Por tal razón, el nuevo dueño no está obligado a formular una oferta para EPM por el mismo valor de la subasta.

La multa por no hacer esta oferta equivale al valor del 100 por ciento de las acciones, al precio de adquisición.

LA PLATA IRÍA A 25 PROYECTOS

En medio de la compleja situación fiscal que atraviesa el Gobierno para dar recursos a billonarias obras viales, la venta de la generadora Isagen podría llegar a financiar hasta 25 proyectos de infraestructura, según las cuentas del Ejecutivo.

De acuerdo con un documento del Ministerio de Transporte, se estima que la Nación recibirá $6,5 billones los cuales se destinarán a concesiones viales de cuarta generación. Los 25 proyectos, a los que llegarían los recursos de Isagén, y que se manejarán en un fondo, tienen un costo estimado de $25 billones.

Además de proveer financiamiento a estas iniciativas, el Gobierno quiere que una porción de los recursos ayude a construir las vías de acceso de ciudades como Bogotá.

En la tarea de financiar las billonarias infraestructuras, se busca fortalecer patrimonialmente a la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN). “Debido a las restricciones fiscales que vive el país, en la medida en que avance el programa de 4G los proyectos serán de iniciativa privada, no contarán con aportes del Gobierno y, por tanto, requerirán mayor apoyo de la FDN”, señala un documento del Ministerio de Transporte.

Y es que bajo las actuales condiciones, la Financiera podría aportar recursos a 20 iniciativas de carácter público, pero no para los que están bajo la figura de Asociación Público Privada (APP) de iniciativa particular.

 

“La capacidad que la FDN tiene para movilizar y multiplicar recursos permitirá convertir la venta de Isagén en 18 o $20 billones”, explica el documento del Gobierno.

 

Algunos de los proyectos que recibirían recursos provenientes de la venta de Isagén son la doble calzada Ibagué – Cajamarca, la doble calzada Chirajara – Villavicencio, el corredor entre Ciénaga (Magdalena) y el Puente Pumarejo (Barranquilla), la vía Galapa – Bayunca (para mejorar la conexión entre Cartagena y Barranquilla) y el tramo Barbosa (Antioquia) – Cisneros.

 

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