3 de cada 4 venezolanos trabajan en Colombia sin un contrato laboral

Foto: Jaiver Nieto. EL TIEMPO

Cifras del empleo que ocupan, según estudio de la U. Externado. Menguó afluencia de empresarios.

Sobre la vinculación laboral de los venezolanos en el país se han hecho múltiples conjeturas que, por lo general, provienen de la observación cotidiana del migrante que vende dulces en la calle y en los buses o del trabajador que presta un servicio en un local comercial. Pero ahora, el Observatorio del Mercado de Trabajo de la Universidad Externado de Colombia le puso cifras concretas a la situación con el estudio ‘Panorama laboral de los migrantes venezolanos en Colombia 2014-2019’, presentado este miércoles en Bogotá.

Los resultados de la investigación concluyen que, en realidad, el empleo de los migrantes del país vecino en Colombia se ha precarizado. En la actualidad, solo el 25 por ciento tiene un contrato de trabajo, lo cual indica que en su mayoría (75 por ciento) laboran en la informalidad, pese a que llegan a trabajar hasta 50 o más horas semanales en promedio, en comparación con el horario normal promedio del colombianos (44 horas).

“Los venezolanos trabajan más horas, pero quedan ocupados por menos tiempo, unos 10 meses al año; en promedio, un mes menos que los colombianos”, indica el estudio.

Menor remuneración

Esto sin contar con que reciben una paga inferior a la de un trabajador colombiano en igual circunstancia. “Si es independiente, recibe 12 por ciento menos que un trabajador colombiano, y si es asalariado le pagan 10 por ciento por debajo de lo que gana un nacional”, dice el estudio.

El informe también da cuenta de que ha habido un cambio en el tipo de migrantes que llegan al país. En el periodo 2014-2015, cuando apenas empezaba la crisis que disparó el éxodo de venezolanos hacia otras naciones, el 28,4 por ciento de los que llegaban a Colombia tenían educación superior, lo que les permitía ubicarse en trabajos decentes.

Por su parte, las migraciones de los últimos cuatro años han sido preponderantemente de personas que tienen a lo sumo diploma de bachiller. Según el estudio, el 78,1 por ciento de los que llegaron entre julio del 2018 y junio del 2019 tenían formación básica (39,3 por ciento) y secundaria (38,8 por ciento).

El documento también muestra la evolución del desempleo entre venezolanos, sin que eso esté presionando la tasa de desocupación en el país. Mientras que en el 2015 la tasa de desempleo entre los migrantes era de 11,3 por ciento, en el 2019 subió a 15,3 por ciento. Estas cifras, a su vez, permiten establecer que muchos han sido absorbidos por el mercado laboral colombiano, independientemente de ser o no un empleo precario, ya que también cambió la tasa de ocupación: de 56,7 por ciento en el 2015 pasó a 65,1 por ciento en 2018 y de nuevo bajó a 63 por ciento en 2019.

Otra de las realidades del mercado laboral de los venezolanos en Colombia –que, además, se ha mantenido en los últimos años– es que consiguen engancharse pidiendo ayuda a personas cercanas. En el 2019 la cifra fue del 79,4 por ciento, mientras que solo un 15,2 por ciento logró ocuparse enviando hojas de vida a empresas.

¿En qué los emplean?

Según lo hallado en el estudio, si bien al comienzo del periodo de análisis llegaba al país un buen número de empresarios venezolanos, esta afluencia ha ido menguando. En su reemplazo, se aumentó el flujo de migrantes que llegan a vincularse como trabajadores independientes y, en segundo lugar, como asalariados en empresas.

En cuanto a los sectores que los vinculan, en su mayoría se ocupan en el comercio y la hostelería, pero también en la construcción. “Las cifras pasaron de 31,2 por ciento en 2014-2015 a 46,3 por ciento de los ocupados totales entre 2018 y 2019 (comercio) y de 5,9 por ciento a 11,3 por ciento (construcción)”, indica el informe.

En la industria y la agricultura trabajan el 11,6 y el 5,6 por ciento, respectivamente, por lo que Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dice que “hay pocas contrataciones industriales”. Y en las que hay, “hemos sido insistentes en que seamos muy estrictos con la formalidad”.

El 57 % de los migrantes están como irregulares en el país

El puente internacional Simón Bolívar es la principal vía terrestre que comunica a Colombia con Venezuela. Los venezolanos atraviesan este puente con niños en brazos, coches y maletas. Buscan llegar a Cúcuta, esperanzados en escapar de la crisis de su país, pero algunos, sin tener un lugar para vivir, se quedan en el puente y viven en cambuches.

La situación es de tal magnitud que al país han llegado 1’771.237 venezolanos, según datos de Migración Colombia, a corte del 31 de diciembre del 2019. De ellos, el 57 % está de forma irregular, es decir, 6 de cada 10 venezolanos ingresaron por pasos no autorizados o trochas o superaron el tiempo de permanencia, y el 42,5 %, de forma regular, pues tienen visa, cédula de extranjería o PEP.

Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, aseguró que espera que “la tendencia entre el número de ciudadanos venezolanos regulares e irregulares se invierta en los próximos meses a favor de la regularidad”.

Y, aunque muchos migrantes atraviesan la frontera por Norte de Santander, 352.431 (el 19,9 %) de los venezolanos que están en el país residen en Bogotá. Ellos llenarían diez veces el estadio El Campín. Las otras ciudades que más los han acogido son Bogotá, Cúcuta, Barranquilla, Medellín y Cali.

En el ámbito departamental, el escalafón lo encabezan Bogotá y los departamentos de Norte de Santander (11 %), Atlántico (9,4 %), La Guajira (9,3 %), Antioquia (8,4 %) y Santander (5,6%).

Los venezolanos que no se quedan en Colombia buscan salidas a otros países fronterizos. La principal puerta para marcharse es el puente internacional de Rumichaca, que es el paso hacia Ecuador. Según Espinosa, hubo una disminución del 20 % respecto al 2018, cuando salieron más de 1’200.000 venezolanos.


Tomado del diario EL TIEMPO