Annahe Álvarez, a la derecha, y su hija Anneris Rey durmieron en una terminal en Medellín durante una semana, con la esperanza de tomar un autobús de regreso a Venezuela.

Familias venezolanas esperan un autobús que los lleve a la frontera. Habían caminado durante semanas, a menudo cargando niños a sus espaldas.
Roraima Daversa, a la izquierda, y su hijo Amado, con cubrebocas, caminaron aproximadamente 400 kilómetros desde Bogotá a Bucaramanga, tratando de regresar a Venezuela.

ULTIMAS NOTICIAS