Aprobada ley de comida chatarra

La ley ordena que en Colombia todos los alimentos cargados de azúcar, procesados y ultra procesados tengan una etiqueta frontal claramente visible para el comprador, en la cual se diga la cantidad de calorías e ingredientes agregados al producto.

El Senado de la República dio luz verde este jueves en último debate a la ley de comida chatarra que cambiará por completo los paquetes y etiquetados de los alimentos procesados que se comercializan en el país.

El proyecto ordena al Ministerio de Salud adoptar un reglamento para definir el etiquetado de productos ultraprocesados que excedan sus contenidos de azúcares, sodio o grasas, mediante un sello frontal de advertencia, sencillo y claro. Países como Chile y México han adoptado este tipo de etiquetado.

El Senado de la República dio luz verde este jueves en último debate a la ley de comida chatarra que cambiará por completo los paquetes y etiquetados de los alimentos procesados que se comercializan en el país.


 

El proyecto ordena al Ministerio de Salud adoptar un reglamento para definir el etiquetado de productos ultraprocesados que excedan sus contenidos de azúcares, sodio o grasas, mediante un sello frontal de advertencia, sencillo y claro. Países como Chile y México han adoptado este tipo de etiquetado.

Para el representante a la Cámara por Bogotá Mauricio Toro, coautor de la iniciativa: “Luego de tres intentos y más de 6 años de lucha en los cuales el proyecto había sido archivado por el lobby de la industria antes de su primer debate, en esta oportunidad hemos logrado con el apoyo de casi todos los partidos políticos y de miles de ciudadanos, sacar adelante una propuesta urgente y necesaria para promover mejores hábitos de alimentación. Con este proyecto estamos garantizando que los colombianos tengan información honesta, sencilla y clara, para cuidar su salud, y poder tomar decisiones sobre el consumo o no de productos con excesivos niveles de azúcar, sodio, grasas y edulcorantes”.

Además, se mantuvo el artículo presentado por su coautor, para que todos los productos comestibles y bebibles que deban tener etiquetado frontal de advertencia por contener excesos de azúcar, sodio o grasas, deban incorporar dicha advertencia igualmente en todas su publicidad de cualquier tipo.

Los detractores del Proyecto rieteradamente argumentaron que se trataba de un proyecto que afectaría gravemente a la industria de comestibles y bebidas azucaradas.

“Hemos insistido de todas las formas en aclarar que este proyecto no prohíbe la venta, comercialización y publicidad de absolutamente ningún producto. Lo único que este proyecto exige es que se informe a los consumidores de una forma clara, concreta y sencilla, cuando un producto está excedido en azúcares, sodio y grasas. Es el consumidor quien tomará la decisión de comprar o no comprar, usando información clara y suficiente. La experiencia chilena ha demostrado que la industria no se afectará, y por el contrario, se beneficiará mucho la salud de los ciudadanos”, expresó Toro.

La pandemia del Covid-19 reveló una dura realidad asociada a la obesidad, ya que las personas con sobrepeso, tienen 46% más de probabilidades de ser infectadas por el virus, un 113% más probabilidades de ser hospitalizadas cuando se contagian y un 74% más probabilidades de ingresar a una UCI que los infectados que no son obesos.

Otros puntos que contempla el proyecto y que hoy fueron aprobados facultan al Gobierno para diseñar herramientas pedagógicas como cartillas y apps sobre hábitos alimentarios y riesgos a la salud por consumo de comestibles ultraprocesados y facultan al Gobierno para que con el liderazgo del Ministerio de Salud y la ANTV fomenten la transmisión de contenidos con mensajes de promoción de hábitos de vida saludables, enfocada a niños, niñas y adolescentes.

El proyecto pasa a conciliación con las dos Cámaras y luego a sanción presidencial.


Fuente: Forbes Colombia