Gloria Alonso, directora del DNP, explica la estrategia de hoja de ruta a seguir en el cuatrienio.
Tras una discusión que empezó seis meses atrás con las audiencias en las regiones y que terminó la noche del jueves en el Congreso, el Plan Nacional de Desarrollo, que orienta el camino del país para los próximos cuatro años, quedó sólo pendiente de la firma del presidente para convertirse en ley.
La estrategia plasmada en los 336 artículos del texto aprobado por el Congreso –el proyecto original tenía solo 183–, gira en torno a aumentar la productividad y promover más equidad social, lo que permitiría encarrilar al país por la senda de un mayor crecimiento económico.
Así, uno de los grandes retos del Plan, que contempla inversiones cercanas a los 1.100 billones de pesos durante el cuatrienio, es sacar a 2,9 millones de colombianos de la pobreza monetaria, al igual que a 1,5 millones de personas de la pobreza extrema, y que el crecimiento económico sea de 4,5 por ciento anual.
Para conseguir esas metas, en la carta de navegación del Gobierno de Duque se dan herramientas para reducir los costos de ser formal, agilizar los trámites y promover el desarrollo empresarial temprano y la consolidación del emprendimiento formal.
Las medidas también apuntan a que al menos 1,5 millones de personas ingresen al mercado laboral y sean generadoras de sus propios ingresos.
Pero, además, que 2,5 millones de niños cuenten con educación de calidad y extender la jornada única a más de 1,8 millones de escolares, lo cual se puede lograr “repensando la educación más desde una formación del ser humano, que la jornada única sea complemento de la educación formal, que haya espacios de formación del ser humano y de la creatividad estimulando las artes, el aprendizaje de la música, y la literatura”, explicó Gloria Alonso, directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
En materia de salud se crean mecanismos para darle mayor sostenibilidad financiera al sistema general de seguridad social, entre otros aspectos, lo que se traducirá en una mejor atención para todos los colombianos.
El Gobierno también dispuso de mecanismos para garantizar la prestación del servicio de energía eléctrica en el Caribe colombiano, así como para resolver la sostenibilidad de los sistemas de transporte masivo, hoy en problemas financieros graves, para lo cual entra a cofinanciar esos sistemas, pero a su vez creará alternativas para que esa financiación pueda ser sostenible en el tiempo.
El plan del Gobierno en ese frente, además, está encaminado a crear una agencia de transporte naviero, para que a través de esta se generen las condiciones de movilización de bajo costo para que aquellos colombianos que viven en las regiones más apartadas se integren más a las otras regiones de Colombia y puedan, incluso, movilizar carga.
De igual forma, se diseñaron mecanismos para impulsar la inversión en la generación de energías limpias y, en particular, en innovación en ciencia y tecnología, clave para conectar al país con el mundo.
“Hay que cerrar las brechas sociales, pero también es importante que nos conectemos con el mundo y entremos en la línea de la transformación y modernización del país”, advierte Alonso.
Pero como esto requiere de una política de impulso al sector empresarial, lo que tiene previsto el Gobierno con su carta de navegación es una serie de acciones que reducen los costos y agilizan los trámites, modificando, por ejemplo, la base con la que se calcula el pago del registro mercantil para que se realice a partir de los ingresos, y no de los activos o el patrimonio; unificando el formulario regional con el que se paga el impuesto de industria y comercio (ICA) y facilitando que el registro sanitario que se tramita ante el Invima pueda realizarse de manera virtual.
Pluralidad de artículos
Ante las críticas de algunos sectores que señalan que al Plan le colgaron toda suerte de micos y hasta orangutanes, Alonso responde que “336 artículos parecieran muchos, pero es lo que se requiere para transformar el país, es la puerta de entrada a la llamada cuarta revolución industrial”.
Y es que de los 183 artículos con los que llegó al Congreso el proyecto de Plan de Desarrollo, el pasado 6 de febrero, el Legislativo terminó dándole el visto bueno, tres meses después, a una iniciativa de 336 artículos con la que el Gobierno busca efectos no solo por los próximos cuatro años, sino incluso hasta el 2030.
En la jornada definitiva de aprobación, la plenaria del Senado -en un hecho inusual para un Plan de Desarrollo- acogió lo votado en la plenaria de la Cámara. Sin embargo, la directora de Planeación dijo que sí había habido una intensa discusión tanto en Cámara como en Senado, por el extenso trabajo previo de los congresistas de ambas cámaras, especialmente de los ponentes designados por las diferentes bancadas.
Tomado del portal del diario El Tiempo
