Bogotá será la sede del partido final del torneo entre Pasto y Junior

Foto: Carlos Capella / EL TIEMPO

Dimayor aceptó la propuesta del elenco nariñense.

La sede del partido de vuelta entre Deportivo Pasto y Junior de Barranquilla fue otro de los capítulos polémicos de la historia de las decisiones que ha tenido que tomar la Dimayor en lo que va del año. A las 5:57 de la tarde de este domingo, a poco más de 72 horas de que se juegue el encuentro y después de viajes, llamadas y demás, la entidad, por fin, anunció la fecha y la hora: miércoles, 7:45 de la noche, en el estadio El Campín.

La novela sobre el escenario del partido ha captado más atención por estos días que el primer encuentro de la final, que, la verdad, tuvo muy poco para ver (véase recuadro). Y comenzó desde diciembre del año pasado, cuando Deportivo Pasto se vio obligado a cambiar de casa por las obras de remodelación del estadio departamental Libertad, que terminarán, si todo sale bien, en octubre de este año. En la asamblea de clubes realizada por esos días, se aprobó el traslado temporal al estadio Municipal de Ipiales, con capacidad para apenas 5.600 espectadores.

Cuando se tomó la decisión, pocos apostaban a que Pasto sería finalista: cambió más de 20 jugadores, cuando se puede inscribir 25, más cinco sub-23, y el equipo comenzaba la Liga a tres puntos de los últimos (Alianza Petrolera, Unión Magdalena y Cúcuta Deportivo) en la tabla del descenso. Pero, tras un mal comienzo, Alexis García fortaleció el plantel, a tal punto que lo metió entre los ocho y luego pasó a la final.
Pero antes de eso ya hubo un problema: la Dimayor obligó a Millonarios a jugar un miércoles por la tarde para que hubiera igualdad deportiva, y así Pasto pudiera buscar la clasificación a la disputa del título en Ipiales.

Para la final, las circunstancias cambiaron. El jueves, se hizo una reunión en Ipiales para ver si las condiciones del estadio eran suficientes para recibir la final. No hubo decisión ese día. Tampoco el viernes. El sábado, la Dimayor sacó un comunicado que obligó a Pasto a buscar estadio y le dio plazo de 24 horas para anunciar cuál podría ser la posible sede del juego.

Mientras el equipo se fue a Bogotá y ahí preparó el partido de ida, los directivos se dejaron calentar el oído. El DT Alexis García les había sugerido jugar en Bogotá, donde ya dirigió cuatro finales cuando estaba a cargo de Equidad. Pero el presidente Óscar Cazaubón terminó pidiendo que el plazo inicial, que se vencía sobre la 1 de la tarde de ayer, se ampliara a las 6 p. m., porque necesitaba consultarlo con el comité ejecutivo. Y ahí comenzaron los rumores: que iban a jugar en Tunja, para mantener una altitud similar a la de Ipiales. Que iban a proponer el estadio Atahualpa, de Quito. Que había ofertas de Medellín, de Cali… Al final, pesó más la lógica y el club mandó una carta anunciando que quería jugar en la capital. Fueron cuatro días de dudas, en las que el menos protagonista fue el fútbol.


Tomado del diario EL TIEMPO