Este miércoles, 13 de marzo, al celebrarse el XI aniversario de la elección del Papa Francisco, se realizó la tradición audiencia general en la Plaza de San Pedro. Aun un poco resfriado el santo padre cedió la lectura de la catequesis al padre Pierluigi Giroli. Después de haber presentado ocho catequesis sobre los vicios, se introdujo la catequesis sobre las virtudes.
“Avanzando en nuestro ciclo de catequesis, hoy iniciamos nuestra reflexión sobre las virtudes. El origen de la palabra “virtud” nos remite a la fuerza y a la valentía, y también a la capacidad de disciplina y de ascesis. Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica que «la virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien» (n. 1803)”. Así viene presentada la virtud como un bien que nace de una lenta maduración de la persona, hasta convertirse en una característica interior suya. La virtud es un hábito de la libertad.
¿Cómo es posible adquirirla? A esta pregunta, señala el Papa que “el primer auxilio es la gracia de Dios. De hecho, el Espíritu Santo actúa en nosotros, quienes hemos sido bautizados, obrando en nuestra alma para conducirla a una vida virtuosa”. La virtud crece y puede ser cultivada. Y para que esto ocurra, el primer don del Espíritu que hay que pedir es precisamente la sabiduría que permite aprender de los errores para dirigir bien la vida. Se necesita también la buena voluntad, es decir, la capacidad de elegir el bien.
La catequesis concluyo con la invitación a emprender el viaje de la vida a través de las virtudes que es decisivo para la felicidad del hombre.
Fuente: vatican.va
