Colombia no va a Olímpicos, pero vive un éxito en voleibol femenino

Foto: Mauricio Moreno. EL TIEMPO

Estas son las claves del equipo nacional, que terminó el Preolímpico con la frente en alto. 

La selección Colombia de voleibol femenina terminó el Preolímpico con la frente en alto, luego de una gran participación, pese a perder contra Argentina el último partido, por 3-1, y no conseguir el cupo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Sin embargo, el equipo despertó la admiración y el respeto entre la gente, debido a los buenos resultados, a la entrega que demostró en cada partido y al carisma de las jugadoras.

Independiente de no conseguir el cupo, este grupo, dirigido por el brasileño Antonio Rizola, se ganó el cariño del país, luego de 10 años de trabajo y proceso. Anoche, Rizola terminó entre lágrimas. “Lo dimos todo y perdonen si no pudimos llegar al objetivo”, dijo.

La Selección ha hecho un buen ciclo olímpico, más de lo esperado. Ganó el bronce en los Juegos Bolivarianos, el oro en los Suramericanos y fue plata en los Centroamericanos y del Caribe y en los Juegos Panamericanos.

El primer gran paso lo dieron en el 2013, cuando clasificaron por primera vez al Mundial Sub-20 de la República Checa. Esa vez, el técnico fue el también brasileño Mauro Marasciulo, quien se fue para Perú.

Rizola, fundamental

Rizola llegó en el 2017. Precisamente, firmó contrato el 9 de enero de ese año, y tres años después, que se cumplieron anoche, jugaba uno de los partidos más importantes de la historia del voleibol nacional.

El DT tomó las riendas del grupo, les cambió el chip a las jugadoras, las hizo creer en ellas, mejoró el entrenamiento, la técnica y la táctica para hacer fuerte el sexteto. María Alejandra Marín es una de las mejores armadoras de Suramérica, y juega en Brasil, mientras que Amanda Coneo, una de las que más garra muestran en la cancha, está en Francia.

Talento y unión

A su lado, Dayana Segovia, Camila Gómez y Margarita Martínez se hacen fuertes en defensa y duras en el ataque. “Lo que ha sido importante para nosotras es que el grupo ha estado unido, compacto. Siempre pensamos de forma grupal, y no individual”, precisó Marín.

“No hay secretos de nada, hay que trabajar duro y no bajar los brazos, tal vez esa sea la mejor técnica que empleamos en la Selección”, señaló Coneo.

El grupo viene trabajando desde hace seis años, pero desde que Rizola lo dirige los resultados han sido los mejores. “Comenzamos con una labor en los departamentos. Las niñas son física, mental y técnicamente fuertes. Fui entrenador de Brasil durante 28 años, jugué contra Colombia y conocía varios problemas. Acá no creían que podían ganar, el tema era que no sabían cerrar los partidos, y esa fue mi labor, hacerlas crecer fuerte mentalmente”, precisó Rizola.

Mentalidad de juego

Ganarle a Brasil en los Juegos Panamericanos de Lima, a la potencia suramericana, fue un campanazo de alerta, pues confirmó lo que el DT habla del grupo. “Hemos podido consolidar un grupo joven que ya cuenta con experiencia. Hemos realizado concentraciones básicas y el apoyo ha sido bueno para que ellas tengan fogueo. Casi todas juegan en el exterior, y eso hace que la experiencia sea clave en los resultados”, señaló Alexánder Amador, metodólogo de pelota del Comité Olímpico Colombiano (COC).

Rizola, tras el segundo puesto en Lima, ya pensaba en la posibilidad de ir a Tokio 2020. “No podemos decir que por la plata en Lima podemos ir a los Olímpicos. No hay equipos favoritos. Argentina tiene experiencia y resultados, pero Colombia puede luchar la casilla”, aseguró el técnico.

Para él y sus dirigidas, la meta estaba puesta en lograr el cupo para los Olímpicos de París 2024, pero lo hecho en el Preolímpico de Bogotá les dice que el trabajo ha avanzado. “Ha ido rápido, muy rápido, por el cambio de mentalidad de las jugadoras, de rapidez del juego, de proceso de juego. Eso ha sido clave”, señaló el DT.

La media de edad del grupo es de 21 años, la menor del Preolímpico que terminaba ayer. Y si bien la opción de ir a Tokio estaba latente, Rizola señala que este grupo puede ir a París 2024 y algunas de ellas, a los Juegos del 2028.

LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO


Tomado del diario EL TIEMPO