Colombia presente durante Congreso Mundial de Educación Católica

Foto: CEC

Este evento que se desarrolló en la ciudad de Nueva York, convocó a más de 500 líderes de escuelas católicas de todo el mundo, con el fin de discutir los desafíos y las oportunidades que enfrentan las escuelas católicas en la actualidad.

El Congreso tuvo lugar en un momento histórico en que las inscripciones en las escuelas católicas están creciendo rápidamente en los países en desarrollo, mientras que son estables o decrecientes en muchos países desarrollados. Las escuelas católicas desempeñan un papel clave no solo para la transmisión de la fe a los estudiantes católicos, sino también para la salud de la Iglesia mundial. Las escuelas católicas deben promover la dignidad humana y el desarrollo humano integral. También son esenciales para la nueva evangelización y la educación de las generaciones futuras de representantes de la creaci6n.

Los temas que se discutieron durante el Congreso incluyeron: Cómo promover una cultura de dialogo y paz, cómo fomentar la identidad cristiana de las escuelas, como proteger a la niñez de todas las formas de abuso, como garantizar que las escuelas sean inclusivas, como capacitar directores y profesores sobre las realidades de hoy, como educar hacia la sostenibilidad y como contribuir al dialogo con organizaciones internacionales.

Además, se destacó cómo las escuelas católicas también desempeñan un papel esencial dentro de los sistemas educativos nacionales en muchos países. Las escuelas generalmente reciben a estudiantes de todas las religiones y las investigaciones recientes sugieren que contribuyen al logro del cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible (educación de calidad para todos). Queda un balance positivo frente a la escuela católica en el mundo y también muchos desafíos en la transformación social y humana desde la pastoral educativa de la Iglesia, según los hallazgos de las investigaciones recientes, basadas en el análisis realizado por Quentin Wodon, distinguido investigador afiliado con el Instituto Kellogg en la Universidad de Notre Dame.

Según cifras expresadas durante el Congreso, a nivel mundial, en 2016, 62.5 millones de niños atendieron las escuelas católicas, un aumento en las inscripciones de casi 28 millones de niños o más del 80% desde 1980, cuando la inscripción representaba 34.6 millones. Además, 6 millones de jóvenes están inscritos en instituciones católicas postsecundarias.

India tiene el mayor número de inscripciones en escuelas católicas, seguida por la República Democrática del Congo, Uganda, Kenia y Malawi. Francia, los Estados Unidos, Ruanda, Argentina y Colombia forman parte de los 10 principales países en términos de inscripciones totales en las escuelas católicas de preescolar, primaria y secundaria.

En África, el 10.7 por ciento de todos los niños estaban inscritos en las escuelas católicas en 2016. Las inscripciones en África representaban el 43.7 por ciento del total de las inscripciones en las escuelas católicas de todo el mundo y se espera que este porcentaje continúe aumentando con el tiempo. Las escuelas católicas y otras escuelas basadas en la fe desempeñan un papel especialmente importante en los países del África subsahariana que han sido afectados por conflictos.

Alcanzar a los pobres es una parte fundamental de la misión de las escuelas católicas. En 16 países africanos, la proporción de estudiantes del 20 por ciento más pobre de la población en escuelas católicas y otras escuelas basadas en la fe es de 16.0% contra 8.5% para las escuelas seculares privadas. Esto sugiere que las escuelas católicas y las escuelas basadas en la fe alcanzan un nivel sustancial de estudiantes muy pobres en comparación con las escuelas seculares privadas.

Las escuelas católicas a menudo se perciben como una educación de calidad que también enfatiza los valores morales. En Burkina Faso, el rendimiento académico, la calidad de los docentes y la educación moral son las razones principales para elegir las escuelas cristianas. Respondiendo a las aspiraciones de los padres, las escuelas católicas y otras escuelas basadas en la fe, incluyendo las escuelas islámicas, ayudan a garantizar que los niños permanezcan escolarizados.

Las escuelas católicas a menudo se benefician de fondos limitados o, en algunos casos, ningún financiamiento por parte de los estados, lo que genera ahorros presupuestarios para los gobiernos. En 38 países de la OCDE estos ahorros presupuestarios se estiman en aproximadamente US $ 63 mil millones (en paridad de poder de compra) por año.

Colombia hizo presencia en este gran evento en las personas de Monseñor Miguel Fernando González, Obispo Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Ibagué y miembro de la Comisión Episcopal de Educación y Culturas, y el Padre Luis Carlos González Gómez, Director del Departamento de Educación, Cultura y Universidades de la Conferencia Episcopal Colombiana, además participaron por Colombia el Comité Ejecutivo de la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED).

El evento que clausuró en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se realizó del 5 al 8 de junio en la Universidad de Fordham, en el campus del Lincoln Center, con una representación de más de 80 países de los distintos continentes


Tomado del portal de la Conferencia Episcopal de Colombia