De puñetazos en el escenario a un asesinato: 15 peleas entre miembros de un grupo de rock

La historia de la música está llena de rencillas internas que en ocasiones quedaron en un intercambio de gritos y, en los peores casos, llegaron a la muerte. Queen, U2, Metallica o Kings of Leon protagonizaron alguna de ellas

Por: David Gallardo

Icon / EL PAÍS (ES)

La convivencia lo arruina todo. Y las bandas de rock de éxito tienen que sobrellevarla, además, ante la mirada de millones de admiradores y la presión del éxito. Además, está esa cosa llamada ego, que se tiende a inflamar cuando se compite por la adulación ajena. Los rumores sobre peleas dentro del rock siempre han sido abundantes. Los detalles de estas quince que contamos a continuación han salido de la boca de sus propios protagonistas. Porque las peleas entre bandas rivales son apasionantes, pero si son internas y entre miembros de la misma estamos hablando, directamente, de historia del rock.

– Metallica: “No vuelvas a hacer eso en tu vida”

Los contendientes. Lars Ulrich (batería extrovertido y ajeno al cansancio de su propia voz) y James Hetfield (vocalista y guitarrista tímido a la par que rabioso) fundaron Metallica allá por 1981. Casi cuarenta años después siguen juntos y, de hecho, con más éxito popular que nunca.

La pelea. Las personalidades antagónicas de ambos han chocado muchas veces a lo largo de estas cuatro décadas, pero fue en uno de sus primeros conciertos, el 2 de agosto de 1982 en el mítico Troubadour de West Hollywood, cuando la colisión llegó a ser física.

El público allí congregado les pidió por primera vez un bis y eso les pilló desprevenidos. Hubo votación en el camerino para decidir qué tocar, pero aunque la mayoría decidió apostar por Blitzkrieg -versión del grupo del mismo nombre-, el aspirante a “pequeño gran dictador” (como algunos le llaman) Lars Ulrich decidió sobre la marcha tocar Helpless, de Diamond Head, propiciando un desbarajuste considerable.

“Al terminar la canción, Hetfield se volvió hacia la parte de atrás del escenario, le arrojó la guitarra a Ulrich y le propinó al batería un derechazo en el estómago. ‘¡Gilipollas! No vuelvas a hacer eso en la vida’, le amenazó el cantante ante el estupor generalizado por semejante colofón para una actuación ya de por sí contundente. Y Ulrich no volvió a hacer algo así… al menos no aposta”, rememora la biografía del grupo Nacer, crecer, Metallica, morir (2018), escrita por Paul Branningan e Ian Winwood

– The Kinks: ¿he matado al guitarrista del grupo?

Los contendientes. Antes de que los hermanos Gallagher (Oasis) nacieran, ya estaban ahí Ray y Dave Davies atrapados en una trifulca perpetua. Sin embargo, fue Mick Avory, batería de The Kinks desde 1964 hasta 1984, quien terminó a palos con Dave en un recital en Cardiff en mayo de 1965.

La pelea. Las tensiones venían de lejos, pues Mick Avory vivió un tiempo en casa de Dave Davies y eso generó las temidas fricciones de la convivencia. La noche antes a la gran pelea, Dave golpeó a Mick con una maleta en una riña motivada por el exceso de alcohol tras un concierto. Hubo golpes, pero ahí quedo la cosa. Al día siguiente, en el Capital Theatre, ni se vieron en camerinos. Pero Dave le seguía teniendo ganas. Durante la primera canción comenzó a insultarle y a recriminarle su mal hacer, para estupor de los 5.000 asistentes.

Según la biografía Atardecer en Waterloo (2017), de Manuel Recio e Iñaki García, Dave propinó patadas al bombo y tiró los tambores. Como respuesta, fuera de sí, Mick agarró lo único que tenía a mano, el soporte del charles de su batería y se lo tiró violentamente a la cara a Dave dándole al lado del ojo. El menor de los Davies cayó, inconsciente, y llenó el suelo de sangre.

Convencido de que había matado a su compañero de grupo, Avory abandonó el recinto a toda prisa para esconderse un tiempo. Mientras tanto, Davies fue trasladado al hospital más cercano, donde le cosieron con 16 puntos de sutura. La policía abrió una investigación por agresión, pero Dave decidió no presentar cargos. Por increíble que parezca, las tensiones desaparecieron y Dave Davies y Mick Avory compartieron grupo hasta la salida del batería, en 1984.

– The Rolling Stones: cuando el batería le atiza al cantante

Los contendientes. Mick Jagger y Keith Richards han protagonizado no pocas polémicas a lo largo del último medio siglo debido a la colisión frontal de sus egos. Pero tuvo que ser el siempre elegante y mesurado batería Charlie Watts quien le dejara las cosas bien claritas el vocalista.

La pelea. Viajamos hasta 1984, con el grupo reunido en Ámsterdam para planear su futuro. Llegada la noche, a pesar de no atravesar su mejor momento, Mick y Keith decidieron salir de fiesta. Al regresar al hotel, el cantante llamó en plena noche a la habitación de Watts para que se sumara a la juerga. Lo malo es que lo hizo balbuceando una pregunta desafortunada: “¿Dónde está mi batería?”.

Molesto por haber sido despertado a altas horas, Charlie Watts se acicaló, se puso uno de sus trajes y se dirigió hacia la habitación en la que estaban sus colegas. “¡Hasta olía a colonia! Abrí la puerta y ni me miró. Entró, se fue derecho a Mick y le dijo: ‘¡Nunca más vuelvas a llamarme mi batería!’.Después lo agarró de las solapas de la chaqueta y le atizó un gancho de derecha. Mick cayó de espaldas encima de una bandeja plateada de salmón ahumado que había en la mesa y empezó a deslizarse hacia la ventana abierta y el canal que había debajo. Lo agarré en el último instante”, rememora Richards en sus memorias de 2010, Vida. Y añade: “Tardé 24 horas en calmar a Charlie, que seguía diciendo ‘joder voy a arrearle otra galleta”.

– U2: todos contra Bono

Los contendientes. Los cuatro integrantes de U2 en una actuación que se les fue de las manos en diciembre de 1980 en Estados Unidos. Bono, The Edge, Larry Mullen y Adam Clayton siguen juntos en la actualidad 43 años después de su primer encuentro y 39 después de esta extraña pelotera.

La pelea. Presentaba U2 su disco de debut, Boy (1980), en su primera gira por Estados Unidos y eso tenía a los veinteañeros en un estado de excitación perpetuo. Tan incontrolable que la noche del 14 de diciembre en un pequeño club de New Haven (Connecticut, EE.UU.) terminaron arrojando la batería contra el público y golpeándose en escena.

“Fue un concierto tenso que no estaba yendo demasiado bien. Bono quería empezar una canción, pero yo tenía un problema con mi batería que se movía y el bombo estaba prácticamente fuera de mi alcance. No tenía ni las baquetas en la mano”, rememora Larry Mullen en la autobiografía coral U2 by U2 (2005). El cantante cuenta su versión: “Había dado la entrada para la canción, pero Larry no entraba. Miré para atrás y me pareció que se escondía detrás de la batería. Le agarré para mostrar al público que el batería se escondía detrás de su instrumento y la lancé al público. Se armó un berenjenal en el escenario y The Edge intentó noquearme”.

Aún prosigue Larry recordando cómo Bono le “persiguió alrededor de la batería” para golpearle con el soporte del micro. Asustado, el batería salió corriendo hacia el camerino en busca de refugio, momento en el cual The Edge se llevó una “bofetada” por intentar protegerle. Pero el guitarrista replicó tajante: “Agarré a Bono de la camisa para evitar que pegara a Larry, pero me zurró a mí, así que acabé a puñetazos con Bono”. La trifulca acabo en todos contra uno. Bono: “The Edge me asestó un buen golpe. De hecho, todos los de la banda me pegaron y yo a ellos”.

– The Who: guitarras voladoras y directos a la mandíbula

Los contendientes. El vocalista Roger Daltrey y el guitarrista Pete Townshend, motor y corazón de The Who, en uno de sus momentos de mayor gloria, pero también tensión mientras preparaban Quadrophenia (1973).

La pelea. El éxito de Tommy (1969) y Who’s next (1971) cargó con una gran presión a Townshend, principal compositor del grupo, de cara a su siguiente álbum. Entró en una espiral obsesiva por entregar una gran obra que terminó explotando mientras grababan una película promocional que alargaba aún más los plazos.

Daltrey terminó quejándose de las demoras y relata la reacción de Townshend en sus recientes memorias, Thanks a Lot Mr Kibblewhite: “Se me encaró empujándome diciendo: ‘¡Harás lo que se te diga!’. Esa no es forma de hablarme y los ayudantes sabían de lo que era capaz, así que nos separaron. Pero lo siguiente que vi fue una guitarra pasando al lado de mi oreja y golpeándome en el hombro. Después de esquivar otro gancho, respondí con un directo a la mandíbula. Pete retrocedió y cayó. Pensé que lo había matado, pero terminé acompañándole al hospital en la ambulancia”.

Por su parte, Pete cuenta su propia versión en su autobiografía, Who I Am(2012): “Traté de darle con el clavijero de la guitarra mientras el equipo de filmación nos iba grabando para la posteridad. Roger me derribó. Había celebrado con brandy la finalización de las grabaciones en vivo, pero mi comportamiento se debía más al agotamiento y a la impotencia que a la bebida”.

– Poison: descontrol en los premios MTV

Los contendientes. El vocalista Brett Michaels y el guitarrista C.C. Deville cuando el rock cardado comenzaba a ser hortera, aunque aún tenía hueco en la MTV que lo encumbró. Allá por 1991, concretamente, justo antes de que el grunge arrasara con todo.

La pelea. Poison exprimió a fondo los locos ochenta. Especialmente el bajista, Bobby Dall, y el guitarrista, C.C. Deville, a quienes el cambio de década pilló entrando y saliendo de clínicas de rehabilitación. Aún así, la banda aún fue capaz de publicar en 1990 un tercer álbum con buena acogida gracias a canciones como Unskinny bop, precisamente el tema de la discordia que lo dinamitaría todo.

Una pieza pegadiza que el grupo acordó interpretar en los MTV Video Music Awards de 1991… hasta que C.C. Deville pasado de rosca decidió sobre la marcha que era mejor tocar Talk dirty to me. El grupo cumplió en medio del desbarajuste, aunque un C.C. desaforado -y desafinado- llegó a desenchufar torpemente el cable de su guitarra. En el camerino volaron los puñetazos y el guitarrista fue despedido allí mismo en medio de una tremenda pelea.

“Toqué fondo y tuve que parar. Estaba realmente perdido en esa época”, dijo a Rolling Stone Colombia hace un par de temporadas el guitarrista, actualmente de nuevo en Poison con sus viejos compañeros después de su retorno a la alineación en 1996. Y asegura que lleva sin beber desde 2006.

– The Cure: así se rompe una banda

Los contendientes. El vocalista y guitarrista Robert Smith y el bajista Simon Gallup. Los dos miembros que más tiempo han pasado en el grupo y que aún siguen comandando la formación en la actualidad.

La pelea. La relata Laurence Tolhurst, batería y fundador de The Cure en 1976 con Robert Smith, en el libro de memorias Cured. Tuvo lugar una noche de la primavera de 1982 al término de un concierto en Estrasburgo de la gira de presentación del cuarto disco del grupo, Pornography.

“Yo estaba bailando borracho y alguien dijo: ‘¡No sé qué está pasando entre Robert y Simon, se están peleando!’. No sabía qué hacer, la tensión de la gira había ido creciendo y finalmente había estallado. Los conciertos estaban siendo tan intensos que me sorprendía que no hubiera pasado antes. Tomé por primera vez una buena decisión y no hice absolutamente nada. Seguí bebiendo y bailando”, rememora el bajista.

Hay un fundido en negro en sus recuerdos hasta la mañana siguiente, cuando dos llamadas le informaban de que Robert y Simon habían cogido sendos vuelos de vuelta hasta Londres. “Podría haber sido peor: al menos nadie resultó herido”, resalta con sorna Tolhurst, quien recuerda que finalmente ambos se reincorporaron a la gira y terminaron los conciertos por compromiso sabiendo que ese era el final de esa formación de la banda. Simon se marchó poco después, aunque regresaría en 1985.

– Oasis: el día que los reyes del ‘britpop’ dejaron de existir

Los contendientes. Los inefables hermanos Liam y Noel Gallagher, excelentes herederos de la vieja tradición de peleas fraternales en el rock.

La pelea. Aún lejos de su gloriosa década de los noventa del siglo pasado, Oasis no dejó nunca de ser una marca rentable capaz de congregar multitudes en sus conciertos. No importaba que sus trabajos del siglo XXI fueran menos inspirados: siempre fueron una garantía de directo.

Y lo serán, de hecho, si alguna vez los hermanísimos más bocazas del rock dejan de lanzarse pullas a través de la prensa, hacen las paces y vuelven a la carretera. Una hipótesis que nos acompaña de manera perpetua desde que el 28 de agosto de 2009, hace ya una década, Noel dejara el grupo tras una tremenda pelea en los camerinos del festival Rock en Seine de París.

Según testigos, los hermanos discutían ferozmente entre bastidores cuando Liam primero lanzó una ciruela violentamente contra la pared -esto lo contó Noel a la prensa años después-, pasando luego a tratar de golpear a su hermano blandiendo una guitarra. Al no acertar, terminó rompiendo otra guitarra, una de las más apreciadas por Noel. Toda esta bullanga de violencia desatada aconteció apenas unos minutos antes de la hora prevista para el inicio de una actuación que nunca tuvo lugar, con Noel en un coche de vuelta al hotel y el mánager anunciando al estupefacto público que Oasis ya no existía. Desde entonces no puede decirse que la relación entre los dos haya mejorado un ápice. En esta entrevista que hicimos a Noel en ICON, el rockero decía: “Mi padre era violento; mi puto hermano, un idiota; mi otro hermano, otro idiota”

– Mayhem: Noruega se tiñe de sangre

Los contendientes. Por un lado está el bajista Varg Vikernes -nacido Kristian Vikernes en 1973 y cuyo nombre actual es Louis Cachet-; por otro, el guitarrista Øystein Aarseth Euronymous (1968).

La pelea. Calificar de turbulento lo ocurrido en el seno de esta banda pionera del black metal noruego es quedarse muy corto. La primera tragedia fue el suicido en 1991 de su vocalista Dead, quien se provocó profundos cortes antes de pegarse un tiro en la cabeza con una escopeta. Cuando encontró el cadáver, su compañero Euronymous le hizo una foto que usó como portada de un directo del grupo.

Vikernes, responsable del incendio de varias iglesias noruegas junto a varios compinches, entró en el grupo en 1992 y en agosto de 1993 asesinó a Euronymous tras una violenta disputa asestándole 23 puñaladas. En su defensa, argumentó que el guitarrista planeaba matarle a él. Fue condenado a 21 años de cárcel tanto por asesinato como por piromanía -como curiosidad, cuando en 1994 vio la luz el disco de debut de la banda con una imagen de la Catedral de Nídaros, la policía se puso más que alerta-. Tras 16 años encarcelado, Vikernes salió de prisión bajo libertad condicional en 2009 y desde entonces ha lanzado varios discos.

– The Brian Jonestown Massacre: a puñetazos en el escenario

Los contendientes. Básicamente el líder del grupo, Anton Newcombe, contra cualquiera que pasara por allí, ya fuera alguien del público o algún compañero músico. Todo quedó retratado para la posteridad en el sensacional documental Dig! (2004).

La pelea. La fama precedía a Anton, creador compulsivo de canciones y de titulares para la prensa, aparte de pasional fan de la música psicodélica de los sesenta. Todo un carácter para quien nadie está a la altura de las expectativas: Ni sus seguidores ni sus músicos.

Dig! cuenta la historia de The Brian Jonestown Massacre y The Dandy Warhols, dos bandas amigas con suerte dispar durante la década de los noventa del siglo pasado. La directora, Ondi Timoner, llegó a filmar 1.500 horas durante siete años.

El punto culminante del documental es esa actuación en la que todo es un despropósito y Anton se encara con los asistentes a uno de sus conciertos. En cuestión de segundos el percusionista Joel Gion se lleva un buen empujón y todos los integrantes del grupo acaban por los suelos.

Aunque la directora fue premiada en Sundance, The Brian Jonestown Massacre publicó un comunicado denunciando que la cinta reducía varios años de arduo trabajo a, “en el mejor de los casos, una serie de puñetazos y contratiempos fuera de contexto; y en el peor, a mentiras descaradas y tergiversación de los hechos”.

– Kings of Leon: los hermanos y el primo se pelean

Los contendientes. Todos los miembros del grupo, es decir, los tres hermanos Followill -Caleb (voz y guitarra), Nathan (batería) y Jared (bajo)- y su primo Matthew Followill (guitarra solista).

La pelea. En el caso de la banda de Nashville es más adecuado hablar en plural, pues toda su carrera ha sido una gresca constante. Son asuntos de familia, ya se sabe, pero algo les pasaba especialmente cuando visitaban Reino Unido allá por 2009, recién convertidos en estrellas mundiales por el éxito de su cuarto disco, Only by the night (2008).

Una pelotera muy cacareada tuvo lugar en febrero de aquel año en los Brit Awards justo después de que fueran distinguidos como Mejor Álbum y Mejor Banda Internacional. En el típico follón de garito, Caleb y Matthew intercambiaron golpes hasta que fueron separados por los trabajadores de seguridad. “No estaban jugando, hubo algunos golpes serios”, dijo un testigo.

Apenas cinco meses después, el cuarteto protagonizaba otro tumulto al término de su actuación en el festival escocés T in The Park, supuestamente porque Caleb estaba descontento con el sonido que habían tenido, algo que llevó a destrozar contra el suelo una preciada guitarra. La irascibilidad explotó justo detrás del escenario en presencia de todos los que allí estaban.

Su intensa relación quedó retratada en el documental Talihina Sky,estrenado en 2011, en el que se ve a Nathan encarándose a un Caleb visiblemente perjudicado en una escena reveladora de la vida interna del grupo: “No te das cuenta… Te emborrachas y comienzas a echar mierda sobre todas las personas que te hacen ser quien eres. Eres un mierda y tu propia banda no te soporta. He tenido que cantar todas las putas canciones por ti, porque tienes la voz ronca. Qué te jodan”. Aquel mismo año cancelaron media gira después de que Caleb se largara a mitad de un concierto en Dallas.

– The Libertines: las trifulcas de nunca acabar entre Pete y Carl

Los contendientes. Pete Doherty y Carl Barat, ambos líderes del grupo que revitalizó la mitómana escena musical británica con sus himnos generacionales y su relación prácticamente romántica (eso que los anglosajones gustan de denominar ‘bromance’).

La pelea. The Libertines cayeron como una bomba atómica en el Londres de inicio del milenio con su debut, Up the brackets (2002). Ese gran impacto fue, irónicamente, el principio del fin, pues las adicciones y los jaleos de todo tipo se multiplicaron exponencialmente mientras Pete y Carl daban el salto desde la prensa musical especializada hasta los tabloides. No es que fueran amigos compañeros de grupo, es que por aquel entonces estaban básicamente enamorados el uno del otro y ambos contra el mundo.

Con esa perspectiva de tragedia griega hay que mirar desde el presente los años tormentosos de The Libertines, que alcanzaron una cima considerable en el verano de 2003, cuando Pete se coló totalmente intoxicado en el apartamento de Carl y robó instrumentos y ordenadores para conseguir dinero en efectivo para drogas. Lo más jocoso de este asalto es que The Libertines estaban en aquel momento de gira por Japón mientras uno de sus líderes, ausente y a lo suyo, desvalijaba literalmente al otro.

El ladrón fue condenado a varios meses de prisión. Cuando salió su viejo amigo le estaba esperando para dar un concierto en un pub esa misma noche. Aún quedaba gasolina, pero con el precipicio de Thelma & Louise como único destino. Pete y Carl se pelearon tanto entre ellos durante la grabación de su segundo álbum -que llegaría en 2004, con el primero ya fuera del grupo- que su mánager decidió contratar guardaespaldas para evitar que siguieran pegándose en el estudio. Así logró sacar el disco adelante, aunque The Libertines estaban ya sentenciados y pondrían fin oficialmente a su primera etapa en diciembre de 2004.

– Queen: laca en la cara

Los contendientes. El guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor, los custodios del legado de Queen desde la muerte de Freddie Mercury en 1991. Siguen juntos en la brecha, pero cualquiera puede tener un mal día.

La pelea. Queen se tomó un prolongado descanso durante la primera mitad de 1983 y después se reunieron para grabar su undécimo álbum, The Works(1984). Días antes de su lanzamiento, la banda actuó -en playback por imposición de la organización- el 3 de febrero en el Festival de la Canción de San Remo, en la que sería su primera aparición del año.

Tal y como relata Laura Jackson en Brian May: The definitive biography (2007), el grupo no estaba especialmente cómodo allí, tanto por el asunto del playback como por su reaparición pública, que siempre tiene un punto adicional de nerviosismo. El ambiente enrarecido provocó una bronca en camerinos entre Brian y Roger con muchos gritos a escasos centímetros, provocaciones varias y empujones desafiantes.

La temperatura fue subiendo en una de las contadas ocasiones en las que los miembros de Queen perdieron los papeles, con Roger llegando a rociar a Brian en la cara con laca para el pelo. Cuando parecía que no había marcha atrás posible, apareció Freddie Mercury haciendo payasadas para calmar los ánimos y, aunque en un primer momento no sirvió de nada, el cantante logró calmar a los dos aspirantes a púgiles justo cuando alguien iba a hacer sonar la campana del ring. Teniendo en cuenta que las relaciones en el seno de la banda no eran las más sanas por aquel entonces, no son pocos quienes opinan que aquella noche Freddie no solo evitó una pelea, sino que salvó por completo el futuro de Queen.

– Eagles: escapando en la limusina

Los contendientes. Por un lado, Glenn Frey, uno de los dos líderes del grupo -muerto en 2016 a los 67 años-; y, por otro, el guitarrista Don Felder, en la banda desde 1974 hasta el encontronazo de 1980 que acabó con la primera etapa de los Eagles -estaría también en la reunión desde 1994 hasta 2001, cuando fue despedido-.

La pelea. El 31 de julio de 1980 la banda hizo un concierto benéfico en apoyo del senador por California Alan Cranston. Durante un encuentro previo, el político agradeció uno a uno a cada músico, a lo que Felder respondió “de nada… supongo”. Esa fue la gota que colmó la paciencia de Frey, ya de por sí bastante harto tras años de giras, refriegas y excesos.

El grupo implosionó sobre el escenario delante de sus fans. “Quedan tres canciones, colega, te voy a patear”, le advirtió Frey a Felder, ante el estupor general. En un primer momento, el guitarrista se mantuvo desafiante, pero según avanzaba la actuación entró en razón y comprendió que era mejor largarse cuanto antes.

Así que según acabó la actuación, Don Felder se escapó en limusina por su propia seguridad. Un triste final para la gloriosa primera etapa del grupo, que volvió 14 años después, limadas asperezas y de nuevo en sus filas con Felder, aunque terminó siendo expulsado de la gira de reunión.

– The Everly Brothers: pioneros de las peleas entre hermanos 

Los contendientes. Don y Phil Everly, los pioneros de las peleas entre hermanos en la historia de la música. De gran influencia en la prehistoria del rock, la pareja pasó a la posteridad tanto por sus canciones -con armonías vocales tan delicadas como All I have to do is dream– como por su brusca relación imposible en gresca infinita.

La pelea. La vida artística de The Everly brothers comenzó en 1951 y ya a mitad del siglo pasado lograron gran relevancia. El reconocimiento les llegó cuando tenían apenas veinte años y pronto empezaron a repelerse el uno al otro como solo los hermanos saben hacerlo. Sus diversas adicciones, excesos y problemas personales tampoco ayudaron a una convivencia fraternal marcada por la necesidad de escribir un éxito tras otro.

De hecho, fueron también prácticamente pioneros en eso de pedir camerinos separados y solo verse a la hora de empezar a cantar. Por eso sorprende que duraran tanto, pero lo cierto es que gracias a las canciones se las apañaron para mantenerse juntos hasta el 13 de julio de 1973, fecha de infausto recuerdo que finiquitó la historia del dúo en un concierto en Hollywood.

Aquella velada, Don Everly salió a tocar borracho, cantando desacompasado y olvidando todas las letras. Con el público alucinando, Phil estrelló su guitarra contra el suelo justo al lado de su hermano, aguantándose las ganas de ser aún más violento. Allí mismo anunció el final del grupo. No volvieron a hablar hasta el funeral de su padre en 1983, año en el que retomaron su relación para actuar juntos ocasionalmente con el único fin de hacer caja. Phil murió en 2014 con 74 años.

 


Tomado del portal Icon / EL PAÍS (ES)