Efectos de las jornadas laborales excesivas

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Enfermedades y accidentes ligados laborales causan anualmente la muerte de 1,9 millones de personas, y en más de un tercio de los casos el fallecimiento está vinculado con largas jornadas laborales.

La investigación, primera al respecto que realizan conjuntamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), también apunta a la exposición a la contaminación del aire como otro importante factor de riesgo, ya que está vinculada a 450.000 muertes anuales.

El estudio, que utiliza datos previos a la pandemia de la covid-19 (de hasta 2016), tiene en cuenta 19 factores de riesgo ocupacional, incluyendo la exposición al amianto (ligada a más de 200.000 muertes cada año) y en menor medida a sustancias como el cadmio, el arsénico, el berilio, el níquel, la sílice, o los formaldehídos.

Según la OMS y la OIT, unas 450.000 de estas muertes anuales son causadas por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, 400.000 fueron accidentes cerebrovasculares, 360.000 se debieron a traumatismos y 350.000 tuvieron como causa una cardiopatía isquémica (estrechamiento de las arterias coronarias).

Cardiopatías y accidentes cerebrovasculares

El estudio concluye que las muertes relacionadas con el trabajo ligadas a cardiopatías aumentaron un 41 % entre 2000 y 2016, mientras que las vinculadas a accidentes cerebrovasculares crecieron un 19 % en ese mismo periodo.

El informe advierte de que las enfermedades y traumatismos relacionados con el entorno laboral “sobrecargan los sistemas de salud, reducen la productividad y pueden tener un impacto catastrófico en los ingresos de los hogares”.

Por ello, hace un llamamiento a tomar medidas para garantizar lugares de trabajo más seguros y sanos, combatiendo problemas como los horarios laborales excesivamente largos o la contaminación del aire en esos entornos.


Fuente: DW