El homenaje a las caleñas de ‘El sonero del mundo’

Foto: Cortesía del artista / EL TIEMPO

El cantante y compositor venezolano Óscar D’León contó qué lo inspiró para hacer Cali, mujer divina.

Óscar D’León duda de cuándo fue la primera vez que estuvo en Cali. Pero, eso sí, conserva intacta en su memoria la certeza de que fue amor a primera vista.

“Creo que fue en 1974”, dice. “Fui con La Dimensión Latina, grupo al que pertenecía. Estábamos de cenicientas tocando en un reinado. Había grupos como el Gran Combo de Puerto Rico y muchos más reconocidos que nosotros, pero le gustamos al público, que nos acogió de inmediato, y ahí empezó mi relación con la ciudad”, le cuenta a EL TIEMPO vía telefónica.

Se oye bien, animado, lleno de vida a sus casi 76 años y luego de superar varios problemas de salud. “Me cuido totalmente; hago ejercicio, no tomo, me mantengo en forma”, agrega. Así sigue por la vida el llamado ‘sonero del mundo’, el ‘bajo danzante’, el ‘León de la salsa’, el ‘faraón de la salsa’ y el ‘diablo de la salsa’, como es conocido.

La referencia a la capital del Valle del Cauca se debe a que está promocionando su nueva canción, ‘Cali, mujer divina’, una salsa que se baila rápido y nace de “la necesidad de brindarles honores a esas mujeres bellas de físico, alma y espíritu, esas cosas buenas que la vida les proporciona a ciertos seres humanos, como ellas”.

D’León dice que el tema nace de los buenos recuerdos que Cali le proporciona: “Uno de ellos, un amor fugaz que tuve con una caleña, y todavía nos queremos. No nos vemos siempre, pero nos comunicamos; y el otro, una amiga que quiero mucho, considero lo más bello; siempre estamos en contacto, y los elogios son de aquí para allá y de allá para acá”, cuenta.

Por estos días no está de gira, sino con ganas de grabar más y de viajar a Cali: “Porque me interesa apoyar a unos muchachos jóvenes músicos con sus discos. Uno de ellos es Martín, a quien conocí en un hotel de allá, y me gustó mucho su forma de cantar”, cuenta el maestro.

Nacido en Caracas el 11 de julio de 1943, además de salsa canta son, mambo, chachachá y bolero. Inició su carrera a los 28 años, luego de haber sido mecánico y taxista, y de nunca ejercer su carrera de topógrafo, aunque cantaba desde niño. “En mi casa siempre hubo música fiestera, eso siempre está en mi cabeza”, dice.

Admirador de Benny Moré y la Sonora Matancera, empezó como bajista en la agrupación La Distinción, que tocaba en una cervecería; y una noche, ante la ausencia del cantante principal, tomó su lugar.

En 1972 se dio inicio a lo que luego sería La Dimensión Latina, que formó con César Monges, y un año después vino el que sería su primer éxito, Pensando en ti, y más adelante, Llorarás, de su autoría, y la que siempre debe estar en su repertorio en todos sus conciertos. “Sí, definitivamente fue una canción que me catapultó, así como al grupo”, cuenta D’León, que le debe su apellido artístico a uno de sus amigos, Víctor Mendoza, quien le insinuó que sonaba mejor que el León que llevaba.

En 1976 decidió comenzar su carrera en solitario, y desde ese momento no ha parado como artista. Hace parte de la gloria de la salsa, con estrellas que aún están en este género como Richie Ray y Bobby Cruz, Rubén Blades y Willie Colón, entre otras.

Su música invita al baile, y su sello es único, lo que le permite hablar con propiedad de otros sonidos, como el reguetón: “Es música al fin y ya tiene bastante tiempo en la palestra, está siendo apoyada, y lo que nos debe decir a los salseros es que hay que sacar buena música a la calle para así competir”, agrega.

De lo que sí prefiere no opinar tanto es de lo que está pasando en su país de origen,
Venezuela. “Solo espero que haya un desenlace feliz para todos, no deseo mal para nadie. Nosotros los músicos somos eso, músicos, y tenemos seguidores de todas las religiones, las razas y las ideas políticas”, asegura.

El autor de ‘La mazukamba’, ‘Ariel’, ‘Detalles’ y ‘Mi bajo y yo’, entre otras composiciones, sigue siendo un hombre sencillo y amante de la vida cotidiana.

De ahí su interés por hacer una canción para Cali, “donde todavía se confunde el campo con la ciudad, con una gente llena de amor por su tierra y la cuida; donde todo se ve bonito. A mí me encantan esos cañaverales y su comida típica. También, la alegría de su gente, no importa si está en feria o no; allá se disfruta”, sigue.

En lo que resta del año, Óscar D’León tiene mucho trabajo con conciertos. Y tendrá presentaciones incluso sobre el mar, pues en noviembre será el artista invitado de un crucero por el Caribe. Mientras tanto, irá a Europa y llevará sus sonidos. Este D’León salsero no deja de rugir.


Tomado del diario EL TIEMPO