El papa Francisco habla del diablo, Halloween y los cristianos

Fotografía: Aciprensa
Fotografía: Aciprensa

El 1 de noviembre es la celebración de Todos los Santos, pero también algunos lugares del mundo celebran Halloween, una festividad pagana, de origen anglosajón que, sin embargo, está sumando adeptos en todo el mundo y que está entrando con fuerza en Europa desplazando el sentido religioso de la festividad. 

De hecho, el propio Papa Francisco ha afirmado en Santa Marta que el diablo no es un mito: existe y hay que combatirlo. Además, volvió a pedir a los cristianos que vigilen el mal y subrayó que “la vida cristiana es una lucha” constante.

El Pontífice, pues, centró su homilía en las palabras de San Pablo que, dirigiéndose a los Efesios, “desarrolla en un lenguaje militar la vida cristiana”. Y subrayando que “la vida en Dios se debe defender, se debe luchar para llevarla adelante”, hizo hincapié en que se necesita fortaleza y valentía “para resistir y anunciar”.

Para “ir adelante en la vida espiritual se debe combatir. No es una simple lucha, sino un combate continuo”, volvió a reiterar el Papa, recordando luego que “los enemigos de la vida cristiana” son tres: “el demonio, el mundo y la carne”. Es decir nuestras pasiones “que son las heridas del pecado original”.

SIETE RAZONES PARA NO CELEBRAR EL HALLOWEEN

  1. NO es una actividad cristiana.

Ninguna iglesia de denominación cristiana celebra esta fecha. Los católicos, no celebramos y nunca celebraremos una noche dedicada a la exaltación de la brujería en ninguna de sus formas.

  1. Va contra las enseñanzas de Jesús. Jesús está en contra de la brujería en todas sus formas: espiritismo, hechicería, adivinación, lectura de cartas, horóscopos, astrología y tantas máscaras con que se encubre la maldad. Estas han sido declaradas enemigas de la Palabra de Dios desde tiempos muy remotos y van contra todas las enseñanzas de nuestro Señor, quien dice claramente que el que no está conmigo está contra mí Ocurren horribles sacrilegios contra la Eucaristía.

3. Sirve para rendir culto a satanás. Aunque en apariencia es una actividad recreativa y muy llamativa, sobre todo para los niños, su verdadero significado sigue oculto a nuestros ojos. En muchos países, incluyendo el nuestro, los grupos satánicos usan esa noche para un “culto” especial dedicado a satanás y en muchos países alrededor del mundo, se hacen sacrificios humanos, sobre todo de niños que han sido secuestrados de sus hogares y que son ofrecidos como víctimas inocentes en una noche de lujuria, drogas, alcohol y toda clase de desenfrenos, en las llamadas “misas negras”.

4.Se opone al primer mandamiento. Este tipo de actividades, ni exalta el nombre de Jesús, ni tiene nada que ver con su Padre Celestial y mucho menos con el Santo Espíritu del Dios Altísimo. Por lo tanto, va en contraposición al primer mandamiento de amar a Dios con toda nuestra alma, nuestra mente, nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, en fin con todo nuestro ser.

5.Participar es olvidarse de Dios. Participar quiere decir “ser parte de”: si usted participa está siendo parte de esta tremenda responsabilidad espiritual: No sólo se está alejando u olvidando de la adoración al Dios Eterno e Inmortal, sino que está siendo parte de una actividad que glorifica a las brujas y a su padre satanás.

6.Contamina y esclaviza a nuestros niños. No hay magia blanca y magia negra, no hay brujas buenas y brujas malas. Toda la actividad demoníaca se disfraza y se oculta para ganar adeptos y así muchas veces “vestimos” a nuestros niñitos como “brujitas” y “diablitos”. Jesús dijo: “Dejad que los niños vengan a mí y NO SE LO IMPIDÁIS, porque de los tales es el Reino de los Cielos”. ¿Llevaría usted a sus niños disfrazados ante Jesús y los podría presentar libremente y con su conciencia tranquila? Jesús necesita a sus niños libres de toda clase de máscaras y limpios de toda contaminación.


Redacción: Péter Alexander Tovar, seminarista del seminario mayor María Inmaculada.