¿El peor momento del fútbol colombiano? Los escándalos que lo opacan

Foto: TOMADA DE TWITTER: @CAMILOROD_

En medio de peleas internas, escándalos en Dimayor y Federación, se busca el regreso de la Liga.

El 2020 ha puesto a tambalear al fútbol colombiano tambalea. Sin competencia a causa del coronavirus, los tumbos que han dado los dirigentes lo tienen en la peor crisis de los últimos 30 años. Entre contratos que no se cumplen, división política, escándalos de corrupción, con fútbol femenino olvidado, las cosas no pintan bien; y lo peor, sin cara de mejorar.

Mientras que los futbolistas solo esperan tener las condiciones idóneas para la reanudación de la Liga -otros tantos esperan el retorno de la B, y ellas, tener un campeonato digno-; los encargados de manejar a los clubes, a la Dimayor y a la Federación, solo se les nota por sus peleas, su hambre de poder, su miedo a perder puestos de privilegio, y se olvidaron de lo importante: el juego.

El regreso de la Liga, por ejemplo, ha tenido muchos palos en la rueda. Primero hubo un enfrentamiento entre Dimayor y el Ministerio del Deporte, que fue subsanado por decisión del gobierno de solo tratar los temas con la Federación. Sin embargo, mientras que Jorge Enrique Vélez desafiaba a Ernesto Lucena, e incluso vinculaba a políticos en su discusión, interinamente venía capoteando a los presidentes de clubes que le exigen el dinero del contrato de la televisión internacional, o si no su dimisión.

Aferrado al poder, Vélez es defendido por otro grupo de dirigentes. Y mientras se hablan de clanes a favor y en contra, no pudo designarse laboratorios para las pruebas de covid-19: le dejaron la responsabilidad a cada club; tampoco se ha definido el sistema de juego; y además, nació otro problema con patrocinadores y el canal que transmite localmente el campeonato, pues se exigen dineros que no se quieren pagar, pues la crisis por el coronavirus los ha afectado a todos.

Desde la barrera, el despelote era seguido por Ramón Jesurún, presidente de la Federación. A él le pedían intervenir ante la falta de gobernabilidad de Vélez. Pero Jesurún Franco no tenía cabeza para atender la crisis, pues él vive otro drama: la Superintendencia de Sociedades lo sancionó por el escándalo de corrupción sobre la reventa de boletas de los partidos de local de la Selección Colombia en las eliminatorias a Rusia 2018. Ahora debe afrontar el caso y evitar una millonaria multa.

Ante los problemas, no se ve la salvación cercana. La lentitud en los protocolos de seguridad deberán acelerarse; la Dimayor deberá unirse; el cargo de Vélez, así como el dinero prometido, deberá resolverse; y eso sin tener en cuenta que el fútbol femenino está en el olvido y por eso la votación de la Fifa le quitó la local idea de realizar un Mundial de mayores, sin que las mujeres tengan mínimas garantías a nivel local.

¿Quién sacará al fútbol colombiano del abismo?


Tomado de portal Fútbolred