En el nuevo libro-entrevista con el Papa Francisco presentado hoy en Roma, el Santo Padre afirma que la misericordia es necesaria porque funciona como un antídoto al relativismo “que hiere mucho a las personas”.
Así lo recordó en su presentación, publicada por el diario del Vaticano L’Osservatore Romano, el Secretario de Estado Cardenal Pietro Parolin.
El Purpurado italiano recordó que en el libro-entrevista con el vaticanista Andrea Tornielli titulado “El nombre de Dios es Misericordia”, el Santo Padre responde que el mundo necesita la misericordia porque “es una humanidad herida, una humanidad que tiene heridas profundas. No sabe cómo curarlas o cree que no es posible hacerlo. Y no son solo las enfermedades sociales o las personas heridas por la pobreza, la exclusión social o las tantas esclavitudes del tercer milenio. También el relativismo hiere mucho a las personas, todo parece igual, todo parece lo mismo. Esta humanidad necesita la misericordia”.
El Cardenal Parolin señala luego que “nuestra sociedad, a la que nos gusta referirnos hoy como ‘líquida’, parece haber perdido no solo el sentido de lo que está mal, sino también la fe en la existencia de Alguien que pueda salvarnos, regenerarnos, acogernos siempre y levantarnos cuando caemos”.
El Purpurado hace luego una advertencia para quienes lean el texto: “quien esté a la búsqueda de revelaciones en medio de estas páginas terminará tal vez un poco desilusionado: no es un libro en el que el Papa relata curiosidades inéditas o anécdotas particulares sobre sí mismo. No se trata tampoco de una entrevista sobre todos los ámbitos de la actualidad que tienen que ver con la Iglesia y el mundo”.
En vez de eso, explica el Secretario de Estado del Vaticano, “lo que presentamos hoy es un libro con el que el Papa nos quiere hacer entrar, casi tomándonos de la mano, en el gran y confortador misterio de la misericordia de Dios”.
Tras recordar que la misericordia es “el documento de identidad de nuestro Dios”, el Purpurado afirmó que este libro-entrevista es un texto “que abre las puertas, que las quiere mantener abiertas y que busca señalar posibilidades, que desea al menos subrayar, si no hacer brillar, el don gratuito de la infinita misericordia de Dios”.
“Ya que deja abiertas las puertas y busca que se vislumbre la misericordia de Dios, es un libro que en algunas páginas puede conmover. Conmueve porque el Papa Francisco, evocando y buscando en su experiencia los pasajes evangélicos, las citas de los Padres de la Iglesia o algunas palabras de sus predecesores, presenta el rostro del Dios de misericordia, el Padre que toca los corazones y que busca incansablemente alcanzarnos para darnos su amor y su perdón”.
El Cardenal resalta luego que “la misericordia de Dios es la irrupción en nuestras vidas de otro criterio, de un criterio nuevo: mucho más allá de nuestros cálculos, de nuestros razonamientos humanos sobre la justicia, de nuestra ‘ética del balance’.
“He querido concluir recordando estos aspectos que se refieren a la vida de la sociedad y de los estados, para hacer comprender cómo el mensaje del Papa, el mensaje cristiano de la misericordia y del perdón, las muchas puertas santas que se están abriendo de par en par, el reclamo a dejarnos abrazar por el amor de Dios, es algo que no considera solo la conversión de cada uno de nosotros, la salvación del alma de cada persona. En realidad es algo que nos ve también como pueblo, como sociedad, como país y puede ayudarnos a construir relaciones nuevas y más fraternas para que, quien ha experimentado sobre sí la sobreabundancia de la gracia en el abrazo de la misericordia, quien ha sido y sigue siendo perdonado, pueda restituir al menos un poco de lo que ha recibido gratuitamente”, finalizó.
Aciprensa