“Estoy listo para posesionarme en el Congreso”: Jesús Santrich

Foto: Gustavo Torrijos

Tras sus primeras horas en libertad, el exjefe guerrillero concedió la primera entrevista a Colombia2020 de El Espectador y detalló por qué intentó suicidarse en La Picota; habló del video publicado por la Fiscalía tras su recaptura y le envió un mensaje a Iván Márquez y a todos los excombatientes que permanecen en los espacios de reincorporación del país.

Por: Edinson Arley Bolaños

EL ESPECTADOR

“Mi determinación es vencer o morir”. Con esta frase y mostrando las muñecas de sus brazos, donde se evidencian las heridas profundas de su intento de suicidio el día en que iba a salir de la cárcel La Picota, Seuxis Paucias Hernández Solarte, conocido como Jesús Santrich, ratificó que no se dejará extraditar a los Estados Unidos y que enfrentará el juicio ante la Corte Suprema de Justicia desde su asiento en el Congreso de la República.

Visiblemente débil luego de la rueda de prensa de este jueves y después de un reposo en una de las habitaciones de la sede del partido FARC en la localidad de Teusaquillo, Santrich, acusado de conspirar para enviar cocaína a los Estados Unidos, salió caminando para conceder la primera entrevista en libertad. Ahora porta un bastón nuevo, porque asegura que el día en que lo trasladaron desde La Picota en helicóptero hacia el búnker de la Fiscalía perdió la conciencia y el palo que traía desde la guerra con el que palpaba los objetos al caminar en medio de su ceguera.

Desde que salió de la celda del búnker de la Fiscalía no ha dejado de recibir visitas. En diálogo con Colombia2020 de El Espectador cuenta detalles de cómo se enteró de que el presidente Iván Duque lo iba a extraditar por vía administrativa y cómo tomó la decisión de quitarse la vida tras la noticia. Además, reveló detalles de su caso que calificó como “un montaje de la DEA y la Fiscalía”, se refirió al video de su reunión con Marlon Marín y dos personajes con acento mexicano y habló del exjefe negociador de paz, Iván Márquez, quien se alejó del proceso de paz luego de su captura el 9 de abril de 2018.

¿Cómo se siente después de cuatro horas en libertad?

Yo me siento con muchas expectativas por la construcción de paz, que es el compromiso que tenemos, pero también con mucha incertidumbre por la perfidia que ha sido sometido el acuerdo de paz de La Habana (Cuba) y que, específicamente, en materia de seguridad jurídica se ha expresado con una confabulación enorme, lo mismo que en seguridad personal. Ya vemos todos estos montajes que ha habido, incluyendo el mío, pero también todos los asesinatos y crímenes que se han presentado tanto contra la militancia del partido FARC como contra la dirigencia comunista. Esas son las preocupaciones que tengo. Son preocupaciones porque golpean la fe en la posibilidad cierta del acuerdo. Y el esfuerzo que hay que hacer es mayor para mantenernos en el camino de la reconciliación.

Usted ha manifestado desde el primer día de su detención que esto se trata de un montaje de la DEA y la Fiscalía ¿cómo puede sustentar esto ahora? 

Lo fundamental es el convencimiento que yo tengo de mi conducta. Desde que estoy en Colombia, después de la firma de los acuerdos de paz, mi actividad estuvo vigilada las 24 horas por la Policía. Fue una actividad dedicada fundamentalmente al impulso de los acuerdos, incluyendo la reincorporación y los proyectos productivos para ellos. Entonces, cualquier elemento que tengan de análisis va a manifestar esta verdad que estoy diciendo. Quien quiera decir lo contrario tendrá que demostrarlo. Tuvieron 14 meses para hacerlo y nunca llevaron una prueba legal, lícita, constitucional que pudiera darle piso a las acusaciones falsas que me están haciendo. Creo que en cualquier estado puedo vencer. Tengo los elementos de conocimiento para eso.

¿Cuál es su relación con Marlon Marín?

Con Marlon Marín tuve una relación en torno a los proyectos productivos. Fuera de eso no conozco qué tipo de actividades hacía o qué tipo de relacionamientos podía tener con estas instancias internacionales antidrogas como la DEA, que entre otras cosas tiene un historial de experiencia en la realización de montajes.

¿Puede explicar cómo se habría realizado el montaje que denuncia? 

Yo no tendría el detalle. Pero puedo decir que no hay una sola reunión que yo haya hecho, sobre todo en esas casas del Gobierno, que no hayan sido de proyectos productivos. Y toda la gente que entró a reunirse conmigo siempre estuvo relacionada con la Policía al entrar y al salir. Yo por eso no podría saber cómo se hace ese montaje. Ahora con todo lo que se dice, que los agentes mencionan coca, dinero y aviones, pero conmigo jamás. Ni siquiera en palabras que pudieran insinuar eso.

La Fiscalía asegura que el video que publicó después de la decisión de la Jep es la prueba de que usted sí delinquió. ¿Qué dice al respecto?

Yo estoy seguro que quien haga análisis detallado de cualquier audio o video en el que yo intervenga nunca va a encontrar que yo estoy haciendo ningún tipo de negociación ilícita. De eso tengo absoluta certeza y por eso pediría que publiquen completo el video. Yo no creo que un video tenga siete minutos, puede tener más. Mis reuniones eran de 20, 15 minutos, media hora. Pero tengo absoluta seguridad que de mi boca no van a encontrar siquiera indicativa de que haya algún negocio ilícito en el que yo estuviera participando.

¿Qué pasó en La Picota durante este año? 

Estaba aislado. No tenía posibilidad de estar en ninguno de los patios ni tenía la posibilidad de intercambiar. Incluso, luego suspendieron el intercambio con los guardianes. Permanecía encerrado todo el día en una celda. A eso de las 5:00 p.m. me sacaban media o una hora a recibir sol entre comillas. Así que me dedicaba a escuchar audio libros, a escribir, a pintar, a intercambiar con mis amigos sobre la situación del partido, tratando de no abandonar ni descuidar la militancia política. Dibujos pude haber hecho unos 600 y mensajes unos 10 o 20 por semana. En materia de escritura, publiqué siete libros este año. Y otro aspecto central era dedicarme a hacer reflexiones sobre la defensa. Pero eso estaba en manos de mis abogados. En todo caso yo no dejaba de opinar sobre los procedimientos, que se debían surtir en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

¿Cómo fue el trato en La Picota?

Eso puedo ponerlo en niveles. El de la institucionalidad de alto nivel fue negativo porque, con el argumento de la seguridad desde la Fiscalía, se me coartaron derechos fundamentales de movilidad sobre todo ahí en el centro de reclusión, en comparación con el resto de los presos, quienes tenían sol, juego y esparcimiento de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. Ellos podían comunicarse entre sí, yo no podía hacerlo. Las llamadas también se restringieron. Pero eso no depende del cuerpo de guardia. Ellos trataron de ser muy profesionales y muy cordiales.

Hablemos de las últimas horas cuando la JEP decide ordenar su libertad y está a punto de salir de la cárcel. Esos hechos fueron muy confusos, ¿qué pasó en ese momento en el que su abogado sale para esperarlo y luego usted aparece en silla de ruedas? 

Tengo un pedazo que apenas estoy esclareciendo. Tengo lagunas desde ese viernes al medio día hasta el día en el que salí del hospital. No tengo claridad del momento en el que iba saliendo en silla de ruedas. Estaba listo para salir con el Habeas Corpus, pero una fuente cercana de alta fidelidad me dijo que el presidente Iván Duque iba a decretar el estado de conmoción, que había un compromiso de decretar mi extradición y que había dos aviones en Catam. Eso lo confirmé por dos vías internas carcelarias y por mi fuente de siempre de la Fiscalía, con contactos que tengo internos. Eso fue entre las 11:00 y 11:15 de la mañana. En ese momento estaba en la celda. Yo tengo un juramento y es que no voy a doblegarme. Jamás. Y yo no me voy a someter a una justicia foránea nunca. Entonces mi determinación es vencer o morir en esta batalla. Dadas las circunstancias, tomé la decisión.

¿Cómo fue el momento en que se enteró de los rumores sobre que el presidente declararía la conmoción interior para extraditarlo?

Hay una presión elevada de los sectores de extrema derecha, y sobre todo de los sectores del uribismo. Este presidente no aguanta estas presiones, eso es una realidad. A mí me confirmaron que sí estaban los aviones en Catam. Y me confirmó alguna gente que habían preparado al personal para trasladarme. Yo de manera muy racional, muy meditada, tomé la decisión y eso fue cuestión de un minuto, con una cuchilla de afeitar.

¿En ese momento se desmayó?

No, había un guardia y me gritó por qué me había demorado. Yo le dije que tenía un malestar estomacal. Me asomé y vi una médico que se acercó a la celda y me gritó que necesitaba hablar conmigo. Yo le dije que no podía porque estaba con malestar estomacal. Me volvió a gritar que tenía un mensaje de una abogada que me había mandado a decir que por favor me esperara. Entonces para mí eso tenía un sentido. Entonces yo me incorporé y me paré y le dije que ya no podía esperar. Entonces inmediatamente los médicos del penal me socorrieron. De allí para allá es que yo no tengo claro la cosa. Saben más los compañeros que estaban conmigo.

¿Lo sedaron?

 Yo sé que estuve inconsciente hasta que salí de la clínica. Pero no sé por qué, las causas, las razones no las conozco. Pudo ser porque yo tenía cuatro días de no haber comido porque los alimentos los habían manipulado y yo no los permití más en la celda. Y eso se pudo haber complementado con la pérdida de sangre. Hay esos factores que pudieron haber incidido.

¿Perdió mucha sangre?

Sí, porque los chorros estaban bien puestos. Pero eso no fue ni psiquiátrico ni depresivo. Es una cuestión de dignidad política, como cuando uno va a una batalla con una consigna de patria o muerte.

¿Qué va a pasar con su curul? ¿se va a posesionar?

Sí, esa es mi decisión. Eso es lo que yo he manifestado y tengo varios proyectos de ley pendiente para impulsar, aparte de los que se deben derivar del apoyo del acuerdo de paz. Esa es la decisión mía, no hay más obstrucciones.

¿Y la idea es que mañana se siente en el Congreso?

No, yo no sé si pueda ser mañana. Eso es una decisión del partido. No hay una fecha definida. Yo creo que el partido debe tomar esa decisión mañana. Entonces lo que ellos digan yo estoy a su disposición.

¿Pero su decisión es posesionarse?

Es posesionarme cuando el partido diga.

¿Qué proyectos de ley le interesan?

Bueno, eso lo vamos a dejar para el momento oportuno pero sí tengo mucha preocupación por la gente que no tiene empleo y que no ha tenido posibilidad de pensionarse y por toda esas mujeres cabeza de familia que hacen la economía de cuidado y que nadie vela por ellas. Yo creo que eso es un factor central y sobre todo rogar mucho por los discapacitados y por las mujeres en este país.

¿Cuál es el mensaje que le deja a Iván Márquez y a los excombatientes de los espacios territoriales?

Que tienen que cuidarse mucho porque la perfidia está a la orden del día. Y por eso tenemos que unificarnos para seguir abriendo espacios para ser posible la paz.

Después de que se publicó el video, Rodrigo Londoño publicó una carta que los medios interpretaron como una división con Márquez, ¿cómo la vio usted?

Hemos tratado de construir un partido, abierto, amplio, democrático. No solo para comunistas y exguerrilleros sino para gente que tenga pensamiento democrático y ese concepto implica recibir opiniones incluso divergentes. Pero al final tenemos que llegar a coincidencias, a consensos. De hecho, yo estoy aquí y estoy contando con el respaldo de todo el partido. Son puntos de vista pero son puntos para debatir.

Hace un año el fiscal Néstor Humberto Martínez dijo al lado del presidente Juan Manuel Santos que tenía pruebas contundentes en su contra, ¿Qué piensa hoy?

Yo creo que la Jurisdicción Especial para la Paz lo ha dicho todo. El fiscal Martínez nunca tuvo las pruebas que decía tener. Le mintió al país y ahora una persona que está involucrada en grandes actos de corrupción alrededor de Odebrecht y de otros asuntos está huyéndole al problema. Es un pérfido.

¿Algún otro mensaje que quiera dejar?

Un mensaje de rebeldía, un mensaje también de amor. Hay que juntar afectos contra todo el odio que se está destilando desde los instrumentos de poder, sobre todo desde la Presidencia. Yo creo que el presidente Duque tiene que ponerse en su punto, en su papel y comenzar a jugar un papel distinto al del liberalismo que le está imponiendo la extrema derecha.

¿Cómo ve el discurso del Presidente contra usted?

Lo desdibuja, porque él es el gobernante de todos los ciudadanos. Yo soy un ciudadano tengo derecho a la presunción de inocencia y él está haciendo juicios paralelos. Está prejuzgando y está emitiendo juicios condenatorios sin que a mí me hayan vencido en un estrado judicial. Eso es totalmente negativo no solo para mí sino para la ciudadanía en general.

¿Sigue firme con el proceso de paz y desmiente que vaya a salir de la ciudad?

Estoy listo para posicionarme y para actuar en el Congreso. Y no solo ahí sino en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación y en los escenarios donde hay tantos problemas de miseria, de exclusión política, de desigualdad y quiero estar acompañando todos los lutos, todas las madres, los familiares que han caído en estos dos años de implementación y de los más de 400 líderes comunitarios que han sido asesinados.


Tomado del portal del diario EL ESPECTADOR