Divide en sus presentaciones, pero el británico conjura en sus discos una magia introspectiva, movida y emocional. En su 14 trabajo en estudio, brillan su música y la voz de Marta, otra gran cantante que el destino puso en su camino.
Por: Alejandro Pérez Echeverry
Revista Arcadia
Es un minimalismo maravilloso el de Tricky. Es la punta del iceberg lo que presenta, nada sobra, nada falta, y lo que usa tiene intención y efecto. El músico siempre ha sabido dividir a las audiencias (que lo aman) en torno a su entrega en vivo, que es, como mínimo, impredecible. Te lo puede dar todo veinte minutos e irse, o darte la espalda todo el concierto. Historias y anécdotas hay muchas. Su presentación más reciente en Bogotá fue un claro ejemplo.
Pero, parece, la gente seguirá yendo, porque su música sigue siendo introspectivamente bailable, densamente disfrutable, única. Algunos le llaman el “rey de los momentos” y si 2020 podía necesitar de otro catalizador musical, bien podría ser el músico de Bristol.
Protomartyr: el sentido musical de una mula
El disco arranca en la nota reflexiva de ’Thinking Of’, que la voz hilvana con un beat sencillo, tres golpes de sintetizador y pequeños destellos de guitarras. ’Close Now’ con una línea contundente que profesa “Don’t let it get you down” lanza un salvavidas en un mar de notas bajas e hipnóticas.
Luego, en dos pistas lo acompaña la voz de la danesa Oh Land. ’Running Of’ adquiere otros colores más claros gracias a arreglos musicales que suenan a pizzicato, que luego rompe con un beat contundente y pegajoso mientras reza “Running of, when we talk”. Le sigue la onda más dulce de esta experiencia, ’I’m In The Doorway’ presenta un ritmo notas alegres, una canción que podría compartirse entre enamorados.
En un contraste inmediato, en ’Hate this Pain’, a un piano estilo cabaret se suma un cello tajante, mientras Tricky y Marta se alternan para dejar en claro que “I Hate This Fucking Pain”. Las cuerdas regresan también en ’Chills Me to the Bone’, y Marta juega con ellos en el genial y sencillo quiebre que le sirve de coro.
Y entonces llega ’Fall Please’…
El primer sencillo del disco, ‘Fall Please’ ilustra esta alquimia musical de Tricky. La canción, cargada de impulso multipropósito, se podría gozar en una pista de baile o en dos minutos y medio de una caminata citadina. Y pide repetirse.
“Hice un disco que, a mi manera de ver, se acerca mucho a lo que sucede”, Ghostpoet
Desde ese punto, las notas son más bajas y hermosas, más “sencillas” y atmosféricas. ’Take Me Shopping’ arrastra una melodía vocal preciosa con tonos melancólicos seguida por una sencilla línea de guitarra y detalles grandiosamente pequeños. En ‘Like A Stone’, un beat basado en aplauso eléctrico y sintetizadores geniales confluye con ambas voces, a veces en armonía. ‘Throws Me Around’ se siente como un clamor al desnudar a la voz de Marta y dejarla casi sola en apariencia, rodeándola de detalles hondos. ‘Vietnam’, denso cierre, sigue uuna línea de bajo de cuatro notas, un mantra de voz y una pesada observación…
I make bombs and you know
Anyone, Vietnam
I’m black boy and your hear my song
La mayoría de las pistas son cortas, y solo 3 de 11 superan los 3 minutos. El disco vuela pero deja rastro.
“A través de la música me reencontré como mujer indígena”
Voz de mujer
Según cuenta la leyenda, Tricky descubrió a Marta Złakowska durante una parada de su gira en Polonia en la que se quedó sin vocalista. El promotor local le sugirió a una mujer que trabajaba en un bar cercano y atinó. Cuando Marta llegó, ya se había aprendido el coro para ‘When We Die’”.
La leyenda también cuenta que Tricky descubrió a Martina Topley-Bird (cantante original de esa canción, que colaboró con él, Massive Attack y más) cuando cantaba afuera de su puerta.
“Sí, puedo saber cuando alguien es humilde y tiene con los pies en la tierra. A Marta ni siquiera le importa ser famosa, ella sólo quiere cantar”, dijo el músico cuando le preguntaron por esa intuición y oído en lo que respecta a sus cantantes.
Sobre la voz de la polaca, Tricky habla de destino, y el trabajo parece secundarlo. “Los shows fueron muy buenos desde el inicio. Lo que me gustó de ella fue que no ocultaba sus sentimientos del público. Y fue de gira conmigo durante casi dos años, invirtió mucho tiempo viajando por el mundo mientras su novio estaba en Cracovia. Y luego también terminó siendo una cantante increíble en el estudio. Tuve mucha suerte”.
Ahora suerte tenemos todos de escuchar el resultado.
Tomado del portal de la Revista Arcadia
