Frontera del lado venezolano amaneció fuertemente militarizada

Foto: Héctor Pereira / EFE

Varios piquetes de policías antimotines se apostaron del lado venezolano de los puentes fronterizos.

Por: Valentina Lares Martiz-Sandra Ramírez Carreño

El Tiempo

Desde las 5:45 de la mañana al menos tres pelotones de la Guardia Nacional venezolana -unos 150 soldados- se desplegaron desde el lado venezolano del puente Simón Bolívar y hasta el centro de San Antonio, en el estado Táchira, una de las ciudades más cerca de la frontera.

El posicionamiento de los guardias responde a la orden de cierre de frontera emitida por el régimen de Nicolás Maduro la noche de este viernes y con el que se busca impedir el ingreso de la ayuda humanitaria, lo que su administración considera una grosera injerencia extranjera.

Varios grupos de guardias motorizados pidieron a los pocos comerciantes y transeúntes de la zona que despejaran las calles. Algunas personas que caminaban con maletas hacia el puente Simón Bolívar fueron devueltas, aunque todavía estudiaban si seguir adelante a través de las trochas.

Todavía en la oscuridad de la madrugada un grupo de personas con camisas blancas llegaron al centro de San Antonio gritando: “¿Quiénes somos? ¡Venezuela! ¿Qué queremos? ¡Libertad!”. Sin violencia en ese momento fueron disuadidos por los guardias a abandonar la zona.

En Ureña, a unos 20 minutos de San Antonio, el paso también fue cerrado por piquetes de la Guardia, a los que un grupo de gente trataba de disuadir para que abrieran el paso hacia Colombia.

De hecho se presentaron enfrentamientos entre los transeúntes y la Guardia Nacional, cuyos efectivos lanzaron gases lacrimógenos.

Desde el puente internacional Simón Bolívar se informó que cuatro miembros de la Guardia Nacional venezolana decidieron desertar y pidieron ayuda a los agentes de Migración Colombia presentes en la zona.

De otra parte se informó que un grupo de diputados de la Asamblea Nacional venezolana que se dirigían al área de frontera fueron asaltados en la madrugada a la altura de La Dorada, en el estado Táchira. Les robaron los celulares, y los golpearon en la vía.

“Con armas largas nos bajaron de los buses, nos acostaron en el piso y nos pateaban. Se robaron los equipos de VPITV, a los diputados les quitaron sus celulares, cédulas y tarjetas”, relató uno de los periodistas del canal web VPITV que los acompañaba.

Del lado colombiano, antes de que despuntara el sol en el paisaje fronterizo de Venezuela, cientos de ciudadanos de ese país se apostaban a las afueras del puente internacional de Tienditas, donde elevaban cánticos de libertad y entonaban oraciones, clamando el paso de las ayudas humanitarias previsto para este sábado. Mientras grupos de migrantes se congregaban, silenciosos y con los ojos cerrados, para encomendarse a sus súplicas, otros extranjeros estaban ataviados del tricolor y portaban banderas blancas, que ondeaban al ritmo del himno de ese país.

A pocos metros de ese paso fronterizo, que permanece bloqueados por las fuerzas militares de Maduro, un campamento de voluntarios aguardaban para la venia del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, para emprender su caminata hacia la mitad de esta infraestructura de 280 metros de largo.

Estas personas se mezclaban con los tres camiones llenos de policías y carabineros, colombianos que a primera hora de la mañana custodiaban la entrada a este cruce fronterizo.


Tomado del portal del diario El Tiempo