Frente a la decisión que tomó el presidente Gustavo Petro el día de ayer de realizar un cambio en su gabinete, donde solicitó una renuncia protocolaria de sus ministros, hoy ya se conoció que las carteras de Hacienda, Agricultura, Interior, Salud, Ciencia, Tic y Transporte tendrán cambios y nuevos representantes.
Una de las salidas que más sorprendió fue la del ministerio de Hacienda, a cargo del economista Jose Antonio Ocampo, pues durante los 9 meses de funciones nunca se tuvo evidencia de un mal accionar, todo lo contrario, siempre realizó bajo concepción y criterio su función en la cartera, todo en pro de la economía nacional.
“Le dejo al país una reforma tributaria progresiva, apoyada por una gran parte del equipo de ministerios. Hemos logrado luego de un proceso de turbulencia inicial, generar una confianza en el país y el manejo económico del país que espero sea consolidada y continúe bajo mi sucesor, con quién hablé hoy”, sostuvo Ocampo.
Asimismo, realizó un barrido de las diversas funciones que ejerció y realizo un ‘diagnóstico’ de los que se tiene hasta el momento.
“Todos los indicadores financieros han ido en la dirección correcta: las tasas de cambio, de interés, de duda deuda pública en particular, que han generado una calma”, sostuvo.
Ministerio del Interior
Por otro lado, Alfonso Prada exministro del Interior, agradeció al ejecutivo por la confianza ejercida y por el tiempo que permaneció en el cargo.
“Mi gratitud Presidente Gustavo Petro por permitirme acompañarlo en su Gobierno. Todo mi afecto y el deseo que, en esta nueva etapa, podamos alcanzar los sueños de cambio que Ud representa, que son los de los colombianos”, escribió en Twitter.
Ministerio de las TIC
Sandra Urrutia, exrpresentante de la cartera de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), también agradeció el tiempo en el que permaneció en el ministerio.
“¡Agradezco a todos los colombianos y colombianas! Fue un privilegio y un orgullo ser la ministra de las TIC durante estos siete meses”, escribió en sus redes sociales.
Fuente: El Nuevo Siglo
