‘Hay que pasar de la indignación a la propuesta’: Duque

Foto: Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO

Así lo dijo el Presidente en diálogo con EL TIEMPO. Las marchas y la economía, prioridades.

Por: Juan Francisco Valbuena G.

EL TIEMPO

Consciente de que el narcotráfico es la “mayor amenaza a la seguridad nacional” del país y esperando que las fumigaciones aporten para seguir atacando esta problemática, el presidente Iván Duque comenzó este año optimista sobre los desafíos que se le presentan a su administración en el 2020.

El mandatario habló con EL TIEMPO sobre los principales retos que el Gobierno tiene en materia de seguridad y economía, en la cual dijo que espera que este año se crezca a más de 3 por ciento y se logre bajar el desempleo.

Sobre la conversación nacional con los sectores que impulsaron las movilizaciones sociales de finales del año pasado, Duque dijo que esta debe abrirse a todos los ciudadanos y que en marzo próximo debe haber ya propuestas concretas para avanzar en las reformas sociales que requiere el país.

En términos generales, ¿cómo arranca el Gobierno este año 2020?

Creo que el 2019 fue un año que trajo avances importantes para Colombia. Lo primero que se logró fue una reactivación del crecimiento y logramos cerrar con una cifra por encima del 3 por ciento, cuando América Latina ha estado entre el 0,2 y el 0,5 por ciento. La inversión extranjera directa en el país tuvo también un crecimiento importante, estuvo por encima del 20 por ciento. Además el recaudo tuvo uno de los crecimientos más grandes de los últimos años. Tuvimos el menor déficit fiscal en casi 7 años, el primer superávit fiscal primario desde que existe la regla fiscal y creo que esas son noticias, en lo económico, muy importantes. Tuvimos quizá el mejor año del turismo en la historia reciente del país. Una recuperación del comercio y del consumo en los hogares importante. Profundizamos grandes medidas sociales como tener casi 80.000 jóvenes gratuitamente en las universidades, mejorar más de 130.000 viviendas, llevarles energía por primera vez a más de 100.000 colombianos, agua y saneamiento a más de 300.000. Y en materia de seguridad se lograron cosas significativas como, por ejemplo, la segunda menor tasa de homicidios desde 1974, la tasa más baja de secuestros desde 1984 y pudimos tener avances en términos de lucha contra el narcotráfico que se expresan, por un lado, en quizá una de las mayores cifras de incautación desde que luchamos contra las drogas y, adicionalmente, la mayor cifra de erradicación manual que haya tenido Colombia. Esos son mensajes poderosos y obviamente de cara al 2020 tenemos retos grandes que enfrentar, el más importante la recuperación el mercado laboral, mantener niveles de crecimiento e inversión y que este año tengamos los avances más importantes en materia de seguridad, tanto en tasa de homicidios como de secuestros, y sigamos rompiendo récords y que les quebremos todas las tendencias al hurto de personas en las principales ciudades del país.

Uno de los primeros desafíos en este año es la conversación nacional, ¿qué espera el Gobierno este año de ese diálogo?

Lo primero es que hay muchos problemas en el país que han envejecido mal por muchas décadas y han generado descontento social. Nuestro gobierno apenas lleva 17 meses y le ha correspondido ver muchas de estas problemáticas. La conversación nacional tiene que ser una oportunidad para que todos los colombianos hablemos con claridad sobre aquellas cosas que nos generan descontento, pero que pasemos de la indignación a la propuesta. Por eso la conversación nacional tiene que servirnos para tener la capacidad de definir agendas de corto, mediano y largo plazo para poner en marcha a partir del mes de marzo. Eso tendrá que ver con medidas de carácter legislativo, ejecutivo y con los gobiernos locales, pero creo que es una oportunidad para que confluya la propuesta de los ciudadanos hacia la acción del Gobierno. Resalto que, por ejemplo, en la plataforma digital de la conversación nacional tenemos más de 5.000 propuestas que han llegado de la ciudadanía. Creo que este año queremos fortalecer la lucha contra la corrupción, la defensa del medio ambiente y el desarrollo sostenible y avanzar en materia educativa para que hagamos el gran revolcón del Icetex mejorando las condiciones a los jóvenes para que no queden asfixiados con deudas impagables por largos años. También que podamos mejorar, de manera decidida, la agenda para los jóvenes y que tengamos generación de empleo, emprendimiento y oportunidades para ellos y obviamente mejorar la calidad institucional del país. Esos son los temas centrales que tenemos en la gran conversación nacional y nuestra meta es que de todo este ejercicio salgan las propuestas que nos permitan avanzar en una agenda de reformas y de transformación social.

Usted ha dicho que la conversación nacional no puede ser un tema de exclusividades, ¿eso qué quiere decir?

Que los grandes temas del país son de todos los colombianos, nos involucran a todos. Hay ciudadanos que salen a las calles, otros que se expresan a través de las urnas, también de otro tipo de herramientas o de espacios, entonces la conversación nacional nos tiene que involucrar a todos y cuando digo eso esto es porque debe ser una construcción colectiva, no una confrontación de lados ni extremos ni mucho menos que sea un pugilato de argumentos, porque el Gobierno Nacional tiene que representar a todo el país y tiene que propiciar que en la conversación, en medio de las diferencias que son normales en una democracia, confluyan aquellas cosas que nos unen y que nos permitan sacar adelante esa importante agenda de reformas.

¿Eso quiere decir que este año ese diálogo será con quienes están en paro y con quienes no?

Con toda la ciudadanía. Es que creo que una de las cosas que es importante es que no tratemos de fracturar o fragmentar la sociedad colombiano, sino que por el contrario entendamos que hay una multiplicidad de expresiones de la ciudadanía frente a las cuales nosotros tenemos que saber canalizar sus propuestas en pro del interés general de la Nación. Si usted mira los sectores que se han autodenominado del paro, con ellos hemos tenido no solamente espacios de diálogo permanente, sino también de concertación. La Mesa de Concertación Laboral, desde que empezó nuestro gobierno, ha sido presidida por mí cuatro veces. Nunca la había encabezado un presidente de la República. De ahí sacamos el acuerdo del salario mínimo para 2019 con el mayor aumento real de los últimos 25 años, el acuerdo por el trabajo decente, el proceso de reparación colectiva al movimiento sindical, el proceso de formalización laboral en el sector público y seguimos avanzando en otras materias. En el caso de los estudiantes, no habían pasado 60 días desde que empecé el gobierno cuando ellos hicieron un paro buscando recursos –que nunca se lo hicieron a los gobiernos anteriores que no habían asignado recursos suficientes– y nosotros asignamos la mayor cantidad de ellos y además tenemos la mesa en la que hemos hecho más de 38 reuniones en las que se hacen seguimiento periódico a esos compromisos. Ahí se ve claramente el avance y el compromiso del Gobierno Nacional. Lo mismo ocurre con Fecode. Con esos sectores existen esos espacios. La conversación nacional es mucho más amplia e involucra a todos. Hay muchos temas que tienen que ver con las regiones y las agendas locales, entonces por eso ese diálogo se mantiene, es una práctica y lo que nosotros queremos es enriquecerla con todas las ideas de la ciudadanía y en función de que podamos enfrentar muchos de esos problemas que envejecieron mal. Nuestro Plan de Desarrollo ha buscado eso. Justamente es el más orientado a la justicia social y que más recursos ha asignado a este campo. Seguimos con el compromiso de cerrar todas las brechas, dejar esos procesos de transformación social y hacerlo con la ciudadanía.

¿Y usted no cree que esta decisión de involucrar a todos los sectores en la conversación nacional podría ocasionar que el Comité Nacional del Paro se levante de este diálogo?

Todo lo contrario. Es que creo que con ellos tenemos un espacio de conversación y también existe un espacio de conversación mucho más amplio. Creo que al país esto lo debe motivar y lo hemos visto en muchas expresiones ciudadanas. La gente quiere que la conversación sea amplia porque involucra a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los que se puedan ver afectados por algunas medidas y propuestas, o quienes quieren que su voz y su opinión sean escuchadas.

¿Cómo va a manejar el Gobierno la protesta social este año?

La protesta social pacífica y ordenada es una expresión que está contemplada en la Constitución. Lo que es importante, y esa es la idea también de la conversación nacional, es que la propuesta esté por encima de la protesta. Si hay sectores que tienen motivos para protestar, qué importante que también planteen sus propuestas y que todos construyamos colectivamente. Tenemos que ser claros: la protesta no puede ser para vulnerar los derechos de los demás. No se puede permitir que se afecte la movilidad de las personas para llegar a sus lugares de trabajo, ni el derecho al trabajo y a la salud de muchas personas. Por eso la labor que también tienen los alcaldes y los gobernadores es delimitar dónde, cómo y en qué condiciones se adelantan las protestas pacíficas para no vulnerar los derechos de los demás ni el orden público. Hay algo que a todos los colombianos nos tiene que motivar y es el rechazo total al vandalismo y a la violencia en el desarrollo de la protesta social, que ha sido uno de los mecanismos para algunos que han buscado pescar en río revuelto y que han querido adoptar para sembrar el caos. Nosotros rechazamos esas expresiones y deben ser rechazadas por todo el país.

Uno de los temas que ha estado en medio de las marchas es la reforma pensional. ¿El Gobierno va a presentar este año este proyecto de ley?

Una de las cosas paradójicas es que se convocó por parte de algunos a que se hiciera un paro contra una reforma que no existe y que no ha sido presentada. Nosotros siempre dijimos que ese tipo de discusiones había que tenerlas en el interior de la Mesa de Concertación Laboral. Claramente Colombia necesita un sistema efectivo de protección para la vejez. Es que en Colombia solamente tiene pensión uno de cada cuatro mayores de 65 años. Buscar una mayor cobertura nos tiene que involucrar a todos. Y fuera de eso, cuando vemos que la gran mayoría de subsidios a las pensiones se están quedando en las personas de mayor ingreso, pues ahí tenemos unos problemas de equidad que también deberíamos abordar como sociedad. Espero que ese tipo de discusiones se puedan tener constructivamente en el marco de la Mesa de Concertación, pero que también las podamos tener en instancias de deliberación democrática como el Congreso.

¿Y la idea es que este año, luego de esas discusiones, haya proyecto para presentar al Congreso?

Es que primero lo que tenemos que buscar como país es una protección integral para la vejez. Nadie se puede oponer a que les demos mejor protección a las personas mayores de 65 años o a quienes merecen tener una cobertura pensional. Nadie se puede oponer a que hagamos eso de manera constructiva y nutramos de argumentos ese debate. Y Colombia sí necesita un marco de protección integral para la vejez y por eso siempre, en la instancia de la Mesa de Concertación o en las instancias democráticas, buscaremos que el país tenga mejores argumentos para corregir esas inequidades.

¿Qué busca el Gobierno con las nuevas oportunidades laborales que se lanzaron recientemente para los jóvenes?

Una de las normas más importantes que tenemos en el marco del Plan de Desarrollo para promover el empleo joven en el país es que el diez por ciento de las nóminas oficiales tengan personas entre 18 y 28 años sin tener que acreditar experiencia para que el Estado abra esas oportunidades. Ahí lo que nosotros queremos es mostrar que desde el Estado se puede dar ese primer paso y de manera efectiva. Esto quiere decir que si, por ejemplo, una entidad va abrir 100 posiciones, 10 correspondan a esos jóvenes y no tienen que acreditar experiencia para darles esa primera oportunidad laboral. Yo creo que esa va a ser una herramienta muy importante. Queremos promoverla en todo el territorio nacional y es una forma con la que el Gobierno les dice a los jóvenes que quiere darles su primera oportunidad para iniciar una vida laboral.

Hay otro tema en el que se presentan desafíos en este 2020 que es la seguridad, ¿cómo va a atacar el Gobierno amenazas como el narcotráfico y los grupos ilegales?

Tenemos una política de lucha integral contra el narcotráfico que es Ruta Futuro. Tenemos que avanzar en todos los temas relacionados con cultivos ilícitos combinando desarrollo alternativo, sustitución, pago por servicios ambientales y, por supuesto donde corresponda y con los lineamientos de la Corte Constitucional, aspersión con precisión y precaución. Queremos romper con las cadenas criminales en las rutas del narcotráfico y tener cada vez mayor capacidad de interdicción. Ser más efectivos en lo que tiene que ver con la extinción de dominio de los bienes ilícitos de los mafiosos. Adicionalmente, desvertebrar las estructuras del lavado de activos y tener cada vez mayor capacidad de captura y sanción judicial ejemplar. El año 2019 nos mostró buenos resultados en términos de incautaciones, erradicación, en lucha contra precursores, laboratorios y este año tiene que ser el de mayor conquista en materia de seguridad para enfrentar el fenómeno del narcotráfico. El año pasado nos permitió destruir estructuras criminales y prácticamente dar con el paradero y desarticular a criminales como ‘Guacho’, ‘David’, ‘Cadete’, ‘Jeison Orejas’, ‘Pácora’, ‘Puntilla’, etcétera y este año tenemos que ser más efectivos frente a los objetivos de alto valor regional y para todo el territorio nacional.

¿Cómo se manejará el tema de las fumigaciones a los cultivos ilícitos?

Lo que se ha hecho es obrar de conformidad con los lineamientos que ha dado la Corte Constitucional. Además, no se trata de una sola herramienta, sino que se trata de una visión integral, por eso enfrentar los cultivos ilícitos requiere sustitución, erradicación manual, desarrollo alternativo, pago por servicios ambientales y aspersión con precisión y precaución. La mayor amenaza a la seguridad nacional es el narcotráfico que destruye ecosistemas, amenaza y asesina líderes sociales, distorsiona economías locales y tiene un poder corruptor frente a muchas autoridades administrativas, entonces enfrentar el fenómeno del narcotráfico es una prioridad para el país y lo haremos bajo el enfoque de integralidad, pero teniendo todas las precauciones sociales y ambientales. Tenemos que tener el uso de todas las herramientas, especialmente cuando sabemos que hay lugares del territorio donde hay carteles de la droga de otros países que tienen francotiradores a sueldo y sembrados de minas antipersona para evitar la labor de erradicación. Aquí de lo que se trata es de proteger al pueblo colombiano y quitarle la mayor amenaza de seguridad nacional a nuestro país.

Hay una inquietud en varias regiones y es la presencia del cartel de Sinaloa, ¿qué tan preocupante es la penetración de esta organización criminal?

El cartel de Sinaloa lleva muchos años en nuestro país con vínculos con grupos armados ilegales. Ellos les pagan y les compran droga y nosotros hemos venido enfrentando esas estructuras. El golpe contra el frente Óliver Sinisterra, que adelantamos a finales de 2018 y en 2019, mostró eso, pero les hemos ido desarticulando sus redes. Lo propio con organizaciones como la Jaime Martínez y la Dagoberto Ramos en el Cauca, que están vinculadas también con esos carteles y los hemos venido desarticulando y enfrentando. Igualmente hemos visto con estructuras del ‘clan del Golfo’. Nosotros seguimos enfrentando esos fenómenos. Tenemos que ser cada vez más duros en el impacto que les producimos y también creo que la campaña regional de varios países que se conoce como ‘Orión’ ha mostrado que la capacidad de interdicción les afecta muchas de sus estructuras. Nuestro reto es fortalecer este trabajo e implica que, con las autoridades de otros países, procedamos a las capturas de los grandes capos y que sean sancionados de manera ejemplar.

En materia económica, ¿qué espera el Gobierno de este año que comienza?

Espero que mantengamos esos niveles de crecimiento y los mejoremos de manera consistente. Este año estamos previstos para crecer por encima del 3 por ciento según las proyecciones de las instituciones internacionales y de los mercados. Queremos mantener y consolidar eso. Todos queremos que la inversión extranjera directa crezca aún más de los que ocurrió en 2019. Tengo toda la ilusión de que sigamos reduciendo el déficit fiscal porque eso le da mucha salud a nuestras finanzas públicas y mucha credibilidad en los mercados. Y creo que el reto que tenemos es que todos los mecanismos para estimular la inversión en el país se traduzcan en la generación de más puestos de trabajo y reduzcamos el desempleo.

¿Cómo espera sintonizarse este año más con opinión pública y darle la vuelta a las encuestas?

Nosotros hemos tenido encuestas buenas, malas y regulares. La política es así. Las encuestas son fotos de momentos. Siempre se analizan con humildad, pero sobre todo con el deseo que mantengo permanentemente y es que cuando las encuestas son buenas se trabaja el triple y cuando son malas se trabaja el triple. Más que gobernar para las encuestas, a nosotros nos interesa hacerlo para producirle buenos resultados al país y que estos se traduzcan en mejorar las condiciones de vida de los colombianos. En América Latina hay gobiernos que son muy populares y tienen las economías en recesión o altos niveles de criminalidad. Prefiero, a todas luces, trabajar por los resultados que tarde o temprano terminan calando en el sentimiento colectivo.

Al expresidente Uribe tampoco le ha ido bien en estas mediciones. ¿No cree que la falta de apoyo a la gestión del Gobierno lo puede estar arrastrando a él también?

En estos temas siempre hay muchas especulaciones. Yo no soy un analista de encuestas. Lo que puedo decir es que esta es una administración que trabaja para cumplir con el plan de gobierno con que fue elegida. Le propusimos al país enfrentar al narcotráfico y al microtráfico en las calles prohibiendo el uso de la dosis personal como un instrumento de los jíbaros y se logró; se le propuso al país que ni el narcotráfico ni el secuestro fueran conexos al delito político y se logró; que íbamos a poner límites a los aumentos desmesurados del impuesto predial y se logró; que íbamos a tener 3 días sin IVA y se logró y este año empiezan; la devolución del IVA para los más pobres y este año empieza; le propusimos al país la transformación energética para promover las energías renovables no convencionales y se logró y están en ejecución; también tener más jóvenes llegando gratuitamente a las universidades y vamos rumbo a 100.000 estudiantes gratis más en 2020 frente a los 80.000 en 2019; además recuperar nuestra economía para tener mayores niveles de crecimiento y lo estamos logrando, entonces nosotros estamos es cumpliendo nuestro plan de gobierno, orientado a la justicia social, que defiende la cultura de la legalidad y que estimula y promueve el emprendimiento.

¿A qué atribuye que el expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, haya sido tan crítico con el Gobierno en los últimos meses?

Yo no voy a entrar en polémicas personales. Lo que me interesa es seguir construyendo por el bien del país. Tengo mucha claridad en que al no personalizar los debates podemos concentrarnos en lo que es importante para el país y creo que hay muchas personas dentro del Partido Liberal que han contribuido a muchas de las importantes reformas y resultados que hemos alcanzado durante estos 17 meses de gobierno, de manera que no entro en controversias personales.

¿Cree que el apoyo que Cambio Radical le dio a la ley de crecimiento económico, que fue fundamental para su aprobación, irá más allá de este proyecto de ley este año?

Nosotros hemos tenido una muy buena relación con el partido Cambio Radical. Hemos tenido discusiones que han enriquecido el debate sobre muchos temas. No solamente tuvimos un respaldo importante de ellos para la ley de crecimiento económico, sino que también contribuyeron de manera clara a la reforma al sistema de regalías, han acompañado proyectos tan importantes como el de mantener congelado y racionalizado el impuesto predial o el tamizaje neonatal o el fortalecimiento de las competencias de la Superintendencia de Salud. Creo que ahí hay un partido que ha querido siempre contribuir en el debate de las políticas públicas y con ellos esperamos seguir construyendo, no solamente en el marco de las políticas que se discuten en el Congreso, sino también desde el punto de vista de gestión al servicio de los colombianos.

¿Cuándo espera el Gobierno que la Corte Suprema elija Fiscal General en propiedad?

Espero que la Corte, en su independencia y en su sabiduría, proceda con la suficiente celeridad para que podamos avanzar con un orden institucional claro en la lucha contra el crimen organizado. Hemos presentado una terna de personas competentes, conocedoras, idóneas. Ya la Corte lo ha escuchado y esperamos que ellos puedan tomar la decisión que les corresponde en el menor tiempo posible.

En los mentideros políticos se habla de la salida de la Ministra de Interior este año, ¿esto es cierto y cuándo sería?

En esto siempre hay muchas especulaciones. Lo que quiero es destacar la labor de la Ministra. Es la primera vez que Colombia tiene una ministra del Interior. Es la mujer que ha estado encargada en más oportunidades de la Presidencia. Ha estado en los territorios, ha fortalecido las relaciones con la acción comunal, ha puesto en marcha el plan de acción oportuna para enfrentar las amenazas y los asesinatos de líderes sociales. Tiene la condición de haber sido presidenta del Senado y de la Cámara. Tengo por ella no solamente un gran sentido de aprecio y creo que su labor en el Ministerio ha sido difícil, exigente, pero ha estado siempre con un gran compromiso patriótico de servirles a los colombianos.

¿Cómo se imagina el país a finales de 2020?

A finales del 2020 queremos una Colombia que esté creciendo más, que esté generando más empleo, que esté siendo cada vez más reconocida como un lugar atractivo para la inversión, que está haciendo las grandes revoluciones tecnológicas en materia ambiental y de conectividad en América Latina y, sobre todo, un país que tenga cerca de 180.000 jóvenes gratuitamente en las universidades, un avance en más de 100.000 viviendas adicionales mejoradas para los más vulnerables, mayor conectividad, un país que esté devolviendo gran parte del IVA y que esté consolidando toda su agenda de servicios sociales para la población más afectada por la pobreza.


Tomado del portal del diario EL TIEMPO