Hoy se conmemora San Juan XXlll: “el Papa bueno”.

Fotografía: aciprensa
Fotografía: aciprensa "el Papa Bueno"

Hoy la comunidad católicas conmemora la fiesta de  Ángelo Giuseppe Roncalli, reconocido en la iglesia como San Juan XXlll, nació en Italia el 25 de Noviembre de 1881, ingreso en sus primeros años de juventud al seminario y fue ordenado en 1904.

“¡Oh, los santos, los santos del Señor, que por doquier nos alegran, nos animan y nos bendicen!” (San Juan XXlll el “Papa bueno”).

Desde muy joven se dedicó a ayudar a las personas, incluso en la Segunda Guerra Mundial, como Obispo, salvó a una gran cantidad de judíos con la ayuda del “visado de tránsito“ de la Delegación Apostólica (Permiso especial para estar en un territorio deferente del propio).

En 1953 fue ordenado como cardenal y justo después de la muerte de Pio Xll es elegido como sumo pontífice en el año 1958, muy similar al Papa Francisco, el cual, actualmente es conocido por su gran corazón, San Juan XXlll con sus actos de bondad con la humanidad se ganó el apelativo de “Papa Bueno”.

La humanidad completa pudo admirar en él a un pastor valiente, sencillo y activo.  Se encamino en el ecumenismo y el diálogo con las personas, además de eso se acercó a las personas por medio de la publicación de famosas encíclicas tituladas: “Pacem in terris” y  “Mater et magistra” además de convocar al Concilio Vaticano ll.

Es importante saber que es llamado a la casa del padre el 3 de Junio, beatificado por San Juan Pablo ll en el año 2000 y canonizado por el Papa Francisco en Abril del año 2014.

¿Por qué fue beatificado San Juan XXlll?

Fue beatificado a causa de un milagro que consistió en la curación de Sor Caterina Capitani, una religiosa que tenía una dolencia estomacal muy grave.

Las hermanas de la paciente, que tenían conocimiento sobre  la gran admiración de Sor Caterina por Juan XXIII, oraron pidiendo la intercesión del “Papa bueno” y colocaron una imagen de él en el estómago de la paciente.

Momentos después la religiosa empezó a sentirse bien y pidió que la alimentaran, además, Sor Caterina relató “que vio a Juan XXIII sentado al pie de su cama diciéndole que su plegaria había sido escuchada”, es importante resaltar que  La ciencia no pudo dar explicaciones de esta curación.

Falleció el 3 de Junio de 1963, al día siguiente del Pentecostés, en profundo espíritu de abandono a Jesús, deseando su abrazo, rodeado por la oración unánime de todo el mundo, que parecía haberse reunido en torno a él, para respirar con él el amor del Padre, partió al cielo para ser beatificado luego de un tiempo.


Redacción: Luisa Fernanda Escobar