El incidente en que falleció el excombatiente Dimar Torres, ocurrió a las afueras de un espacio de reincorporción
Luego de que la Comisión de Paz del Congreso viajara ayer a Norte de Santander para verificar las condiciones de la muerte del excombatiente de las Farc Dimar Torres Arévalo, la versión que apunta a que fue torturado y asesinado a manos de soldados del Ejército parece confirmarse.
Mientras una de las conclusiones de la Comisión califica el homicidio como “una violación al Acuerdo de Paz”, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, admitió en rueda de prensa que las señales de violencia en el cadáver dan cuenta de que Torres no habría muerto en un forcejeo, tal como dijo la semana pasada.
Más que cruciales serán los próximos días para el ministro por cuenta de la tormenta de críticas que desataron sus declaraciones sobre el fallecimiento del exguerrillero el 22 de abril. Apenas unas horas después del episodio, Botero aseguró que el hecho había sido accidental. Pero los resultados de la necropsia, divulgados por el fiscal Néstor Humberto Martínez este domingo, mostraron cuatro impactos de bala. El dictamen establece que “el impacto letal corresponde a una entrada de proyectil malar (mejilla) y nasal derecha”.
El fiscal afirmó que “estas circunstancias no coinciden con el interrogatorio de indiciado que se surtió al cabo Daniel Eduardo Gómez, más las pruebas de balística, la unidad especial de investigación concluyó que se trataría de un homicidio y por eso tomó la decisión de realizar la imputación por ese delito y solicitar medida de aseguramiento”. También descartó que el excombatiente hubiera sido castrado.
A ello se suma la grabación del comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, general Luis Villegas Muñoz, quien desde Ocaña le pidió perdón a la comunidad y aseguró que el suboficial señalado del homicidio tendrá que responder por lo sucedido.
Además, añadió que “no mataron a cualquier civil, mataron a un miembro de la comunidad. Lo mataron miembros de las Fuerzas Armadas y por lo tanto lo lamento en el alma. En nombre de los 4.000 hombres que tengo el honor de comandar les pido perdón”, dijo el oficial. Tras la divulgación en redes del video, voces de opositores en el Congreso se levantaron para pedir el trámite de una moción de censura contra Botero.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
ANTECEDENTESEN REDES SOCIALES PIDIERON RENUNCIA
Con el hasthag #RenuncieBotero, que terminó por ser tendencia nacional, usuarios de redes sociales se manifestaron para pedir la renuncia del ministro de Defensa Guillermo Botero, argumentando, entre otras cosas, que no está capacitado para el cargo. A la ola de críticas se sumaron la de congresistas como Claudia López, quien afirmó que el ministro “miente, justifica y encubre un falso positivo”. No obstante y pese a los señalamientos, el Gobierno nacional aún no emite un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido.
Tomado del diario El Colombiano
