La Fórmula 1 vuelve a Holanda y compromete aún más la continuidad del Gran Premio de España

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El Mundial regresará en 2020 al circuito de Zandvoort, junto a la playa del Mar del Norte, tras 35 años de ausencia

Por: Isabel Ferrer La Haya

EL PAÍS (Es)

La Fórmula 1 regresará al circuito holandés de Zandvoort en 2020 después de 35 años de ausencia. Situado al oeste del país, a 40 kilómetros de Ámsterdam, junto a la playa del Mar del Norte, el Gran Premio de los Países Bajos se celebrará allí. Aunque el calendario no está cerrado, el contrato será por tres temporadas, y el anuncio coincide con el momento de mayor popularidad de Max Verstappen, el piloto nacido en Bélgica de padre holandés, del equipo Red Bull. A los 21 años, se ha convertido en uno de los héroes deportivos nacionales y se espera que atraiga a miles de aficionados. Esta decisión compromete todavía más la continuidad del Gran Premio de España en el circuito de Montmeló. El acuerdo expira este año y las negociaciones están abiertas.

“Es fantástico haber devuelto al Gran Premio a casa y en un lugar tan especial: un circuito en las dunas”, ha dicho Jan Lammers, director holandés de la competición, y uno de los pilotos veteranos más famosos del país. Para él, la vuelta es doblemente emotiva porque nació y creció en Zandvoort en 1956. Chase Carey, encargado de los derechos comerciales del Mundial de Fórmula 1, ha añadido que “queríamos tener una carrera de la categoría reina del motor en Europa, y estamos encantados de volver a Zandvoort”. “La pasión y entusiasmo mostrados es muy importante para la Fórmula 1”, ha dicho.

Carey representa a Liberty Media, el accionista mayoritario de Formula One Management (FOM), y calcula que el Gran Premio Holandés podrá celebrarse antes que el de Mónaco, organizado para finales de mayo del año próximo. Conseguir que Zandvoort regrese a la Fórmula 1 ha costado unos 40 millones de euros, recogidos por diversos patrocinadores dirigidos por el príncipe Bernardo, primo hermano del rey Guillermo, y aficionado a las carreras. La marca más importante de la nueva aventura automovilista es la cervecera Heineken, y también han participado Gazelle (bicicletas), Jumbo (supermercados) o Talpa (productora de televisión) entre otros.

La recuperación de Zandvoort, que espera recibir unos 200.000 visitantes a lo largo del fin de semana de competición, puede afectar a la renovación de contratos en otros circuitos del calendario de carreras. Este año, expiran los de Barcelona, Alemania, Italia, México y Gran Bretaña. El acuerdo con el barcelonés de Montmeló se está negociando con Liberty, pero la coyuntura general hace pensar que la continuidad del Gran Premio de España está más en el alero que nunca. La tasa que cobra Liberty solo por la celebración del evento asciende a 24 millones de euros, de los cuales se recuperan unos nueve en concepto de las entradas vendidas. El resto, unos 15 millones, se los repartieron los últimos años entre la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, por más que cada vez se hace más difícil de justificar que la caja pública destine tales cantidades a la celebración de una carrera.

Por su parte, la pista holandesa necesita una renovación -un capítulo económico distinto al de los patrocinios- que costará entre 5 y 10 millones de euros. El Gobierno ya ha dicho que no contribuirá porque no puede defender dicho gasto ante el contribuyente, y los trabajos quedan en manos privadas, que disponen de un año para reunir la suma.

Al dinero que falta se añade un problema logístico: a Zandvoort se puede llegar en tren, pero ProRail, la compañía ferroviaria que explota el recorrido, asegura que no puede absorber a decenas de miles de pasajeros en cuestión de pocas horas. Ahora transporta a unas 5.000 personas al día, que pueden ascender a 50.000 durante las carreras. En coche y autobús, el acceso es por dos carreteras nacionales, y se esperan grandes atascos. Una vez en el circuito, faltan aparcamientos, y organizaciones ecologistas como Defensa de la Tierra se han quejado ya de la contaminación y el ruido derivados de las carreras. Las conversaciones entre todos están en marcha. El último Gran Premio celebrado en Zaanvoort fue en 1985, y el vencedor fue el piloto austriaco Niki Lauda.


Tomado del portal del diario EL PAÍS (Es)