La oportunidad para que Farc dé la verdad sobre reclutamiento infantil

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Llegada de Sandra Ramírez a mesa directiva de Senado es una oportunidad para abandonar falso relato.

Por: Armando Neira – Editor de Política

EL TIEMPO

Hace un par de meses el partido Sinn Féin –vinculado al Ejército Republicano Irlandés Provisional, IRA- ganó las elecciones en Irlanda derrotando a los partidos tradicionales que dominaban la política de ese país. ¿Cuál fue la clave de tan inédito éxito? Los analistas de ese país coincidieron en varios puntos: dejaron el viejo ideario de los tiempos de la guerra, se conectaron con los sectores más jóvenes hablándoles de ecología, de animalismo, de aborto y, sobre todo, diciéndoles la verdad.

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“Estas elecciones han sido las del cambio. El Sinn Féin ha logrado convencer a la gente, a mucha, mucha gente, de que somos la alternativa, el vehículo para lograr el cambio”, dijo su líder Mary Lou McDonald, quien tomó las riendas del partido en 2018 en sustitución del histórico Gerry Adams.

A la segunda vicepresidencia del Senado, en Colombia, llegó este 20 de julio Sandra Ramírez, quien fue la compañera sentimental de Manuel Marulanda Vélez.

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Es el cargo más alto ocupado en la estructura de mando del Legislativo por un representante de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), partido político que surgió tras los Acuerdos de paz entre la guerrilla de quienes estaban al mando de ‘Tirofijo’ y el Estado colombiano.

Ante el atroz delito de reclutamiento infantil, en sus primeras declaraciones, Ramírez no ha variado el discurso que tuvo el entonces máximo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en tiempos del Caguán y cuando el país se acostumbró a verlo con la toalla sobre sus hombros, seguido de un ejército de hombres y mujeres  poderosamente armados, muchos de ellos bastante jóvenes.

¿En qué momentos les entregaron a esos jóvenes un fusil? Aldair Charry Urrea, de 23 años de edad, es uno de los jóvenes del partido Farc que hoy está dedicado al cultivo del café en Gaitania, un corregimiento de Planadas, Tolima. En una entrevista con este diario, el muchacho habló con optimismo, con frases sencillas y una sonrisa que irradia vida.

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Cuesta trabajo creer que a los nueve años de edad militaba en la guerrilla de las Farc. ¿A los nueve? ¿A usted le dieron un arma a los nueve? “¡No!”, exclamó entonces en la entrevista con este diario. “Era muy pequeño”, dice. “Eso fue a los once porque ahí sí era más grande”, argumentó.

Su nombre de guerra era ‘Brayan’. Hay que imaginarlo delgado, asustado, con un fusil al hombro patrullando esta cadena de imponentes montañas que abrazan el espléndido Parque Nacional Natural Nevado del Huila. Una maravilla poco explorada precisamente porque durante años esta región era sinónimo de violencia.

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Pablo Andrés Escobar Macías, nacido el 16 de agosto de 1997 en El Tambo, Cauca, otra región de contrastes por su riqueza en recursos naturales y en biodiversidad, y por la desigualdad y los altos niveles de pobreza, tiene una historia similar. Prepara un delicioso café, ganador incluso de varios concursos internacionales por la calidad.

A los 13 años fue reclutado por las Farc para el frente VIII. Hoy cultiva su café en el ETCR de La Elvira.

Los testimonios abundan. Sin embargo, Sandra Ramírez cree que ellos no son responsables de este gravísimo delito.

“Nosotros, le dijo a Caracol Radio, no teníamos una política de reclutamiento de menores”.

“En nuestro reglamento no teníamos ese tipo de política y los compañeros que de pronto incurrieron en eso, con toda seguridad lo digo, fueron sancionados porque a la guerrilla se llegaba voluntariamente, nosotros en eso éramos estrictos. No se podía concebir una persona que estuviera obligada en semejantes circunstancias de guerra”, añadió en Blu Radio.

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En el reglamento nunca figuró el reclutamiento forzoso, eso no se podía, era delicado. Yo no puedo decir mentiras, viví en la guerrilla 35 años”, agregó ella, sosteniendo el mismo discurso.

Ahora, sin embargo, es diferente. No son un grupo armado ilegal que busca derrocar el Estado, sino que tienen la mirada escrutadora de toda la sociedad como grupo político y de las instituciones creadas en el marco de los Acuerdos, como la JEP, donde están obligados a reconocer su responsabilidad.

Así, por ejemplo, José Miguel Vivanco, director ejecutivo de Human Rights Watch, le dijo a ella que estrenó su cargo de segunda vicepresidente del Senado negando que las Farc reclutaron menores. “Grave error y gran mentira”, aseguró. “Las Farc deben abandonar ese paso de insostenible relato” insistió Vivanco y les recordó un artículo publicado en EL TIEMPO.

Además de esta autorizada voz, se han sumado los propios testimonios de las víctimas de este delito. En las últimas horas, ha sido tendencia en las redes sociales un vídeo de una joven, Lorena Murcia, que muestra su dolor por haber sido víctimas de reclutamiento forzado.

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Las Farc están ante una oportunidad histórica para empezar a acercarse a la gente. El Sinn Féin ganó las elecciones convenciendo a los ciudadanos. Los tiempos en que el Ejército Republicano Irlandés Provisional, IRA-, los movilizaba a base de amenazas quedó en el pasado.

ARMANDO NEIRA
EDITOR DE POLÍTICA DE EL TIEMPO


Tomado del portal del diairo EL TIEMPO