La hermana Andrée Randon, de 118 años, se ha convertido en la mujer más longeva del mundo, tras la muerte del japonés Kane Tanaka, fallecido este lunes 25 a los 119 años.
Conversión del protestantismo al catolicismo
Lucile Randon nació el 11 de febrero de 1904 en la ciudad francesa de Alés. A los 19 años abandonó el protestantismo y se convirtió al catolicismo. Fue entonces cuando comenzó a cuidar niños y ancianos en un hospital francés hasta que se hizo monja a los 40 años. La monja se unió a las Hijas de la Caridad, donde tomó el nombre de Andrée.
La religiosa no teme a la muerte
Setenta y seis años después, la hermana André se trasladó a Toulon, en el sur de Francia, donde actualmente reside en la residencia de ancianos Sainte Catherine Labouré. Preguntada sobre la muerte, la religiosa dijo que no tenía miedo de morir.
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Receta para una vida feliz
En 2019, en su 115 cumpleaños, la hermana Andrée Randon recibió una tarjeta y un rosario bendecidos por el Papa Francisco, que usa todos los días. Cuando cumplió 116 años, la monja vicentina compartió su “receta para una vida feliz”: oración y una taza de chocolate caliente todos los días. (EPC)
Sobreviviente del Covid
El 16 de Enero de 2021 dio positivo para Covid-19 y se recuperó satisfactoriamente. Ciega y ahora en silla de ruedas, la hermana André vive desde 2009 en una residencia de ancianos en Toulon (Var). Siempre ágil, la monja no dudó en dar a los franceses un pequeño consejo sobre cómo vivir más felices: «¡Ámate a ti mismo en lugar de odiarte!».
Fuente: Gaudium Press y Aleteia