Las cinco conclusiones del debut de Queiroz en la Selección

Foto: Diario AS Colombia

Se estrenó con victoria, aunque el equipo pasó mucho trabajo. Este es el balance.

Por: Pablo Romero

El Tiempo

Arrancó en forma la era de Carlos Queiroz como entrenador de Colombia. Y lo hizo con victoria, 1-0, contra Japón. No fue un triunfo contundente ni espectacular, fue apenas un triunfo, y muy luchado. Pero victoria es victoria, así sea en un amistoso. Esto fue lo que dejó el estreno del entrenador portugués, en su primer partido en el banquillo nacional.

El arranque: la primera alineación de la era Queiroz presentó como novedades la titularidad de los laterales Helibelton Palacios (no estaba Arias), en la derecha, y Déiver Machado, en la lateral izquierda; Lerma acompañó a Barrios en la zona de marca; Muriel fue el extremo izquierdo, y Villa, el derecho (no están ni Cuadrado ni Quintero). Con estos hombres, sumados a la base (Mina, Sánchez, Barrios, James y Falcao), el equipo encaró el primer tiempo con la idea de tener posesión de balón, apertura de cancha y cambios de frente. No tuvo ninguna de las tres en el primer tiempo. De entrada, lo principal que mostró el equipo de Queiroz es que se preocupará por ser solido atrás, con un esquema 4-2 permanente (cuatro defensas y dos volantes de marca), aunque falta trabajo para afianzarlo. Además, James tendrá más libertad para acompañar a Falcao y los extremos serán vitales.

En la suya: Colombia tuvo un flojo primer tiempo. Generó poco y sufrió los ataques japoneses. Pero en el entretiempo, cuando se esperaban modificaciones, Queiroz defendió su idea. Mantuvo a los mismos jugadores. Sus cambios fueron conceptuales. El equipo aseguró la posesión de la pelota, construyó con calma su fase ofensiva, controló al rival y empezó a llegar con más profundidad. En ese momento llegó la otra decisión del DT, el ingreso de Duván Zapata, quien le dio presencia ofensiva al equipo, gestó el penalti del gol de Falcao. La Selección se tomó confianza. Creció en lo individual y en lo colectivo.

Los errores: para revisar y corregir con urgencia, Colombia presentó fallas reiteradas en la entrega de la pelota, sobre todo en la primera parte. Cada mal pase derivó en una llegada japonesa. Además, el equipo tuvo una grieta en la zona de marca, Barrios y Lerma no se acoplaron, no quitaron, no apoyaron a los laterales. Ahí, Japón tuvo mucha libertad. También afectó que los laterales, Palacios y Machado, sufrieron doblajes, se vieron impotentes para contener al rival, permitieron centros constantes y no apoyaron arriba. En ataque, James sin claridad y sin socios. Y a Falcao le tocó rebuscarse entre los marcadores rivales.

Las virtudes: el equipo tuvo capacidad de reacción, detectó sus fallas y corrigió para el segundo tiempo. Demostró que si se tiene la pelota y se juega al ritmo adecuado, se puede ser agresivo y superior. Sebastián Villa dejó buenas sensaciones. Por esa zona, la derecha, fue por la que Colombia más buscó en la primera parte. Y Muriel, en la izquierda, sobresalió en la segunda. Los jugadores que entraron hicieron un buen aporte, sobre todo Duván Zapata. Atrás, el más destacado fue el arquero Camilo Vargas, quien más de una vez salvó el arco.

El balance: Colombia ganó, y ganar, así sea en un partido amistoso, siempre es importante, sobre todo para un técnico que se estrena. El equipo no mostró un juego muy diferente al que traía en la era anterior, básicamente porque Carlos Queiroz, como anticipó, está afinando lo que encontró, la estructura y una idea concebida. Es el primer partido bajo su mando y seguramente le dejó elementos para ir introduciendo su idea de juego, que, se supone, estará basada en la posesión de la pelota, el equilibrio y la solidez defensiva, en esos aspectos hay mucho por trabajar. Pero aún el trabajo ha sido poco.


Tomado del diario El Tiempo