Leo Messi: “Dimos una imagen espectacular”

Foto: Enric Fontcuberta / EFE

El 10 del Barcelona, verdugo del United, anota dos goles y es el pichichi de la Champions con diez y tras romper su sequía en los cuartos

Por: Jordi Quixano – Barcelona

El País (Es)

Dos horas antes de que empezara el encuentro, la afición se agrupaba a las puertas del estadio, también en los bares de los alrededores. “Es el día de que Messi la rompa”, proclamaba Juanan Uriach, de 24 años ataviado con los colores del Barça. “Hoy juega San Messi del Camp Nou”, se sumaba su amigo Guille Lascorz. Y la muchachada comenzó a cantar el himno del Barça para acabar con el grito de “¡Messi, Messi!”. El 10, como de costumbre, no decepcionó. Ganas no le faltaban.

Y tras el partido se mostró exultante. “Dimos una imagen espectacular, es lo que somos. Los primeros minutos estábamos algo nerviosos y es algo que tenemos que corregir. Ya teníamos la experiencia de Roma y, en cinco o diez minutos, te pueden dejar fuera. Tenemos que ser conscientes de ello. Pero luego tomamos el control e hicimos un fútbol espectacular”, dijo Messi.

Son escasas las ocasiones en las que retroalimenta a la grada con gestos de cariño, de autoridad o de festejo. Recordada es la instantánea que se hizo con el brazo en alto y sobre las vallas de publicidad tras el gol del año pasado de Sergi Roberto al PSG, el tanto histórico del 6-1. También queda para el recuerdo esa noche de hace dos cursos en la que mostró su camiseta al Bernabéu tras firmar sobre la bocina el 2-3. Y anoche completó el tercer capítulo cuando se giró hacia la grada y pidió con los dos brazos, que no cesaran los ánimos ni los cánticos al tiempo que mandaba también besos al palco donde se acomodaba su familia. El Camp Nou explotó, rendido al 10.

Antes de eso, sin embargo, Messi se las prometía muy felices desde el punto de penalti después de que Smalling le clavara los tacos en el gemelo a Rakitic. Pero el colegiado, extrañamente, se retractó con las imágenes del VAR y le negó el caramelo a Leo. Nada que le importunara porque después de meter la pierna en un balón dividido ante Fred, recortó hacia dentro ante Lindelöf y soltó uno de sus golpeos secos y ajustados al palo. Un tanto que evidencia que no se le puede dejar ni medio centímetro, porque el 10 la lía donde y como quiere. Así lo constató instantes después, cuando se llevó de nuevo un balón ante Fred, se perfiló para la diestra y chutó al palo contrario. Era un disparo sencillo, un balón amigable. Pero De Gea se tiró mal y se le coló el balón por debajo del cuerpo para subrayar a Messi como el pichichi de la Champions (suma 10 goles por los ocho de Lewandowski, ya eliminado, y los seis de Tadic, del Ajax, y de Marega, del Oporto). Laurel, claro, que ya ganó en cinco ocasiones. “El primer gol entró junto al poste. En el segundo, tuve un poco más de suerte. Lo importante es que pasamos los cuartos, que es algo que hacía tiempo que no conseguíamos”, concluyó el ídolo azulgrana.

Se reprochaba a La Pulga que no marcara goles en los cuartos de la Champions. Sumaba 12 encuentros sin conseguirlo, con la última muesca en 2013 ante el PSG. Pero Messi suele tener la última palabra —contabiliza 28 goles en los últimos 24 encuentros— y por poco no firmó el hat-trick después de atender un centro lateral de Alba y otro posterior de Luis Suárez. También lo intentó con una chilena maravillosa que fregó el poste. Estaba en combustión, hasta el punto de que bajó en tres ocasiones a robar un balón perdido. “¡Messi, Messi!”, se gritaba con persistencia desde la grada.

Era el partido 133 de Leo en la Copa de Europa y su victoria 79, solo por detrás de Xavi (157 y 91) en el ranking azulgrana. “Walking to glory [Camino a la gloria]”, expresaba la gigantesca pancarta que se mostró sobre la Grada de Animación antes del encuentro, esa que cumplió a pies juntillas los deseos del 10. Con Messi todo es más fácil.


Tomado del portal del diario El País (Es)