Los 10 libros africanos traducidos al castellano más destacados de 2018

Foto: El País (Es)

Desde ficción a ensayo pasando por poesía, hay para todos los gustos en esta lista anual necesariamente incompleta porque faltan grandes obras en otras lenguas. La literatura de y sobre África está en alza

Por: Sonia Fernández Quincoces

El País (Es)

Hace 60 años se publicó una obra escrita por un nigeriano que ha acabado formando parte de lo que denominamos literatura universal. Hablamos de Todo se desmorona, escrita por Chinua Achebe. En 2018 celebrábamos el aniversario de este título que fue uno de los primeros avances de la literatura moderna africana.

La lista anual de literatura africana en este blog nació en 2016 y desde entonces nos hacemos la misma pregunta: ¿Qué se entiende por literatura africana? Como lectores la respuesta puede parecer más o menos intranscendente, pero a la hora de elegir entre lo publicado durante todo un año la respuesta merece reflexión.

¿Qué queremos y debemos destacar en esta selección? ¿Qué incluir? ¿Qué dejar fuera? Respuesta: aquello que nos llega desde el continente africano, escrito por personas que han nacido, cuyas raíces están en el continente y su vida también. Pero, en este sentido, las cuentas no salen. Gran parte de la literatura que consumimos como “africana” está escrita desde la diáspora, aunque la tendencia parece estar cambiando. Esto no es en absoluto algo negativo; se trata de sumar y las voces de la diáspora son importantes.

Así, lo que aparece en esta selección son escritores y escritoras de origen africano. Algunos han nacido y vivido una parte de sus vidas allí, aunque en la actualidad tengan sus domicilios en Francia. Es el caso de Gäel Faye o Kaouther Adimi; sin embargo, escriben sobre Burundi, Ruanda y Argelia. Por eso están aquí. Por otro lado, el año pasado no incluimos obras reeditadas para destacar más las novedades. En cambio, ahora hemos incluido dos porque lo merecen.

El año 2018 ha apuntalado un poco más que el anterior las letras africanas, y el interés de los lectores va en aumento. Prueba de ello son el aumento de novedades, la presencia de autores, las presentaciones de libros y la aparición de algunos de estos títulos en periódicos y revistas en España. También el hecho de que lo lectores sean personas no estrictamente interesadas en el continente africano.

Desde la dificultad y la humildad, asumiendo posibles errores, sabiendo que leemos solo lo que se traduce y que aún quedan muchos títulos en otras lenguas que han visto la luz en el continente… he aquí nuestra lista. Porque, tal y como hizo Achebe, ellos y ellas siguen contándonos su historia, con su propia voz y lo seguirán haciendo, prevemos los mejores augurios para 2019.

  1. Trilogía de Mozambique. Las arenas del emperador de Mia Couto. Traducción: Roser Villagrassa y Rosa Martínez-Alfaro. Editorial Alfaguara.

Tres novelas, iniciadas en 2015 y publicadas en tres años sucesivos, se han reunido en un único volumen. Colosal el trabajo de investigación que Couto ha realizado para pertrechar su obra más ambiciosa. Esta se basa en la ficción histórica, en torno al emperador Ngungunyane, soberano del Estado de Gaza, en Mozambique, a finales del siglo XIX, frente al que lucharon los colonos portugueses. Imposible resumir lo que suponen más de 750 páginas llenas de poesía, leyendas e historias.

  1. Nuestras riquezas de Kaouther Adimi. Traducción: Manuel Arranz. Editorial Libros del Asteroide / Les nostres riqueses. Traducción: Anna Casassas. Edicions del Periscopi. (catalán)

Mezclando ficción y realidad Adimi reconstruye la vida de Edmond Charlot que abrió una librería y una editorial en Argel, auténtico vivero cultural y bajo la cual publicó, entre otros, a Albert Camus. Su titánica labor de resistencia y generosidad se encuadra en la historia de Argelia (1936 a 1961 sobre todo) y describe la persecución que lleva a Charlot a la cárcel y las dificultades del editor en tiempos de guerra. Una historia hermosa y un auténtico homenaje a libreros y editores.

  1. Florescencia de Kopano Matlwa. Traducción: Magdalena Palmer. Editorial Alpha Decay / Florescència. Editorial Sembra Llibres (catalán).

Matlwa nos sitúa en la Sudáfrica actual a través de una protagonista, una joven médico que malconvive con su menstruación, mostrándonos el agónico sistema sanitario del país que acabará por ahogar sus escasos sueños. Al tiempo nos enseña cómo allí se mezclan la religiosidad y las supersticiones, la pobreza y la inhumanidad, los sueños de los jóvenes y el muro de la realidad, la complicada relación blancos-negros, la violencia continua sobre todo hacia las mujeres y la asfixiante xenofobia. Aun así, cabe un respiro.

  1. Pequeño país de Gäel Faye. Traducción: José Fajardo González. Editorial Salamandra / Un país petit. Editorial Empúries (catalán).

A estas alturas poco queda por añadir que no se haya dicho ya de este pequeño libro. Se trata de un título de gran lirismo y muy pocas páginas que nos habla de los paraísos perdidos cuando irrumpe la violencia. Faye nos cuenta el genocidio ruandés con otras palabras, pero sobre todo resalta por la descripción de una infancia con su discurrir cotidiano, tan ajena, viva e inocente.

  1. Quédate conmigo de Ayòbámi Adébáyò. Traducción: Irene Oliva Luque. Editorial Gatopardo / Queda’t amb mi Traducción: Alexandre Gombau i Arnau. Angle Editorial (catalán).

Encuadrada en la década de los 80 en Nigeria, la pareja protagonista de origen yoruba, va alternando sus voces, la de Yejide y su esposo Akin, para contarnos una historia desgarradora sobre la desesperación de una mujer por ser madre en una sociedad en el que la tradición impone ese papel y toda su carga. Nueva exploración por tanto en los binomios maternidad/paternidad y roles/ identidad en una trama donde los planteamientos van más allá de lo que a priori podamos suponer.

  1. El castigo de Tahar Ben Jelloun. Traducción: Malika Embarek. Editorial Cabaret Voltaire.

La historia real (es autobiográfica) se remonta a 1962 cuando en Marruecos gobernaba Hasan II. Ben Jelloun era un estudiante y se manifestó pidiendo justicia y libertad junto a otras 91 personas. Después le llegaría el castigo, disfrazado de servicio militar, unos hechos que han sido silenciados y que son ahora conocidos de manera pública a través de su relato. La magnitud de lo vivido mantuvo oculta esta historia hasta hoy. En entrevista, el escritor nos contaba las razones por las que había decidido hacerlo.

  1. Necesitamos nombres nuevos de No Violet Bulawayo. Traducción: Sonia Tapia. Editorial Salamandra.

Con esta obra Bulawayo consiguió múltiples premios y también fue objeto de críticas por los temas que tocaba. En el centro, una pandilla de niños en una Zimbabue (aunque no se nombre) que se va mostrando a través de los ojos infantiles con toda su crudeza pero también con cierto sentido del humor. Darling, la narradora, se nos descubre a la vez como un híbrido cuando marcha a EEUU, surgiendo la otra cara: la dureza del desarraigo y la pérdida de lo que difícilmente volverá a tener.

  1. Teoría general del olvido de Jose Eduardo Agualusa. Traducción: Claudia Solans / Teoria general de l’oblit Traducción: Pere Comella. Edicions del Periscopi.

Aprovechando que en catalán se ha publicado este año, recuperamos este título que salió a finales de 2017 y no nos dio tiempo a descubrir. Agualusa habló para “África no es un país” sobre esta novela en torno a una mujer que se encierra en su casa una vez declarada la independencia en Angola. Sin embargo, esta obra está llena de historias, como un gran mosaico repleto de pequeñas y entrañables voces que nos van sumergiendo en un mundo fascinante, donde a pesar del horror y el drama, hay luz.

  1. Afrotopia de Felwine Sarr. Traducción: Alba Rodríguez. Editorial Libros de la Catarata y Casa África.

A través de esta obra Sarr retoma la necesidad de emprender una reflexión crítica sobre el continente africano, “sobre sus propias realidades y sobre su situación en el mundo: pensarse, representarse, proyectarse…” Desde la afirmación de que África no tiene que alcanzar a nadie, le basta con dar lo mejor de si misma, acuña un nuevo término “Afrotopia” para designar no un sueño sino una “utopía activa que pretende sacar a la luz los vastos espacios posibles de las realidades africanas y fecundarlos”.

  1. Amnesia colectiva de Koleka Putuma. Traducción: Arrate Hidalgo y Lawrence Schimel Editorial Flores raras.

Es el primer libro de la escritora y ha supuesto un auténtico bombazo literario en su país, Sudáfrica. También su manera de publicitarlo con fotografías y vídeos nacidos para que nadie quede indiferente. Sus poemas, cercanos al “Spoken word” son directos e impactantes. Con un estilo muy personal que alterna diversas formas de expresión (incluso,casi,la hoja en blanco), sus palabras con intencionado sentido de denuncia exploran la negritud, la feminidad y la historia sudafricana.

MENCIÓN ESPECIAL

Imposible no destacar este año dos reediciones de dos grandes autoras, cuyas traducciones son de lujo. Hablamos de Nuestra hermana aguafiestas de Ama Ata Aidoo, editada por Cambalache, obra de Marta Sofía López. Y de El baobab loco de Ken Bugul (edición de Baile del Sol y Casa África), novela con la que disfrutamos intensamente gracias al fabuloso trabajo del grandísimo escritor Antonio Lozano.


Tomado del diario El País (Es)