Luis Suárez y Lionel Messi, las dos grandes figuras y goleadores del Barcelona. Tienen como misión cambiar el resultado del partido de ida que no les favorece por el 1-1.
La vuelta de las semifinales de la Copa del Rey depara el clásico de mayor trascendencia en el balompié mundial, Real Madrid vs. Barcelona.
En una década de asaltos del Barcelona al Bernabéu con recitales de Lionel Messi, hasta nueve victorias en 16 encuentros en todas las competiciones por solo cuatro triunfos madridistas, los de Santiago Solari quieren voltear la historia y acceder a la final de Valencia, ciudad donde derrotó precisamente al conjunto azulgrana en su última conquista copera, en 2013.
El empate del Camp Nou de la ida (1-1), donde acarició el triunfo, o la vuelta con victoria a domicilio ante el Ajax (1-2) en Liga de Campeones, alimenta de nuevo la esperanza blanca.
Solari tomará decisiones que marcarán su personalidad como técnico. La indisciplina en público de Gareth Bale, que se negó a seguir calentando en Valencia y a celebrar su gol con compañeros, deja al técnico argentino en una encrucijada. Con Isco no le tembló el pulso, pero ahora necesita al galés, al que incluso medita incluir en el equipo titular. Sería en detrimento de Lucas Vázquez ya que Vinicius se ha convertido en pieza intocable.
El Barcelona se acogerá al gran momento de Messi y a su monopolio en la Copa del Rey -cuatro títulos consecutivos- para continuar vivo en su competición fetiche, aunque todo pasa imperiosamente por marcar en el Bernabéu en las semifinales coperas.
El dominio de los azulgrana en esta competición es abrumador, con seis títulos en la última década y 23 eliminatorias a doble partido superadas en la Copa.
Ahora, la situación es a la inversa, en la ida el Barça empató con el mismo resultado y, teóricamente, la ventaja es del equipo de Solari, que afronta la vuelta en casa, aunque, claro, todo se tiene que medir en función del ‘factor Messi’. Y es que al argentino se le da especialmente bien el Bernábeu, donde en 19 partidos ha marcado quince goles.
Más obligado para Real un buen resultado, por sus últimas presentaciones, pero es un cotejo que ninguno de los dos elencos quiere perder. En definitiva, un duelo que dejará huella.
El otro compromiso de semifinal lo protagonizarán mañana Valencia y Betis.
Tomado del portal de diario El Colombiano
