Ministerio de Ciencia, a un paso para dejar de ser la cenicienta

Foto: Robinson Sáenz Vargas

El Ministerio de Ciencia tendrá la misión de promover, como ente rector, la ciencia e investigación en el país

Por: Richard Aguirre Fernández

El Colombiano

El sueño de tener un Ministerio de Ciencia en Colombia está a una firma y 12 meses de convertirse en realidad, luego de que en la Plenaria del Senado, el pasado domingo, lo aprobó de manera unánime.

La firma la deberá dar el presidente Iván Duque, luego de la conciliación entre Cámara y Senado, que se realizará este martes. Los 12 meses son el plazo constitucional que tiene el gobierno para realizar los ajustes necesarios de cara a la creación del Ministerio, el cual apunta a que, en realidad, sea una transformación de Colciencias.

Es decir, el proyecto de ley establece que Colciencias dejará de ser un departamento y tendrá capacidad ministerial, naturalmente, con asiento en el consejo de ministros, que era una de las necesidades que hacían evidentes los científicos cada que se formulaba el presupuesto de esta entidad.

Las críticas apuntaron a que la inversión del sector nunca alcanzó el 2 % del Producto Interno Bruto (PIB), como lo sugirió desde 1994 la Comisión de Sabios, que se creó en esa época para definir las rutas de las políticas públicas del país, pero que de acuerdo con las cifras de Colciencias, la inversión para ciencia y tecnología solo llega al 0,27 % del PIB.

“Parte de la tarea será llevar la inversión a ese nivel y fortalecer el ecosistema de ciencia, tecnología e innovación, y una mayor coordinación de la inversión, pues tener un solo ente que articule estas políticas será un acierto”, dijo el vicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia, Sergio Cristancho.

Ahora, si bien el proyecto pasó de manera unánime, hubo consideraciones que se deberán tener en cuenta. Por ejemplo, pese a la alegría por alcanzar este impulso, senadores de oposición señalaron que quien llegue a dirigir este Ministerio debe ser cercano a la ciencia. En la práctica, la última palabra la dicta el Gobierno.

La idea se que destine un presupuesto que le permita tener maniobrabilidad y mayores capacidades, para que no suceda lo de cada año, relacionado con el bajo presupuesto. Hay que recordar que, en 2012, con $452 mil millones, se dio el presupuesto más alto; sin embargo, de ahí en adelante se fue a menos, como en 2016, cuando apenas llegó a $306 mil millones (ver infografía).

Costos y beneficios

El que más sonrió el domingo, tras la aprobación de la creación del nuevo ministerio, fue el senador liberal, Iván Darío Agudelo, ponente del proyecto de ley, quien destacó que Colciencias nació hace 50 años como respuesta a la tercera revolución industrial, “pero se agotó”, lo cual obligó a revisar nuevos horizontes, teniendo en cuenta que “no hay un sistema adecuado para que la gente se quede aquí generando conocimiento y riqueza” en el sector.

Ante las críticas por un posible incremento en la burocracia, el ponente destacó que se debe hablar “de gobernanza y no de burocracia”, aunque señaló que entiende la desconfianza de algunos sectores, pues en el país ha hecho carrera la forma de hacer política entregando beneficios.

También destacó que en términos económicos habrá que revisar los “presupuestos de investigación en diferentes sectores”, y luego de ello sistematizar para que, a través del Ministerio, el gobierno pueda “transversalizar los proyectos, porque hay muchas agencias e instituciones que se pueden unir en este propósito”, haciendo énfasis en que con su creación se podrán unificar los esfuerzos y tener un asiento en el consejo de ministros, para que, en la misma mesa en la que sienta el presidente, se debatan sus prioridades.

Dicen los científicos

Aunque ha sido motivo de celebración, los científicos esperan que este sea un verdadero impulso para la ciencia.

Por ejemplo, el exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, sostiene que era algo esperado por “muchos años” y resaltó que de esta manera, lo que se espera, “es que se tenga una cabeza que pueda definir una política seria, coherente y de largo término, pero es claro que el nombre de Ministerio no es suficiente por sí solo, sino que tiene que estar respaldado, obviamente, por un presupuesto consistente con el tamaño de la tarea y debe ser parte de una institucionalidad más compleja y bien estructurada”.

Con esto está de acuerdo el vicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia, quien destaca que “los pocos recursos que se invierten en ciencia actualmente, con el nuevo Ministerio, se ejecuten de manera efectiva, sin generar retrocesos en investigación, como sucede en ocasiones en la actualidad”.

Al respecto, Wasserman recuerda que el proyecto propone crear un consejo que diseñe los proyectos que resulten de ese Ministerio, “y de un ejecutor, porque hay que estructurar una institucionalidad coherente y ágil para que funcione, porque un ministerio es bueno para formular políticas, pero no para ejecutar”.

Al preguntarle al senador Agudelo qué tipo de acuerdo alcanzó con el gobierno de Duque para que también avalara y respaldara el proyecto, como lo hizo el domingo, respondió que ninguno, pues “la ciencia y la tecnología están por encima de todo. Fue un proyecto votado por la Farc, Petro… por todos”.

PARÉNTESIS

¿MEJORARÁ LA COMPETITIVIDAD?

Al plantearle esta pregunta a Rosario Córdoba, economista y magister en Economía de la Universidad de los Andes y presidenta del Consejo Privado de Competitividad, la respuesta es con un rotundo no. “No creo que se requiera un ministerio de CTI, sino que a Colciencias se le dé el apoyo para poder ejercer como rector de la Política de CTI Atalaya, como quedó estipulado en la ley de 2009”, señala la experta, al destacar que tener un instituto con capacidades ministeriales no es sinónimo de mayor competitividad en el sector.


Tomado del portal de noticias del diario El Colombiano