Muere ‘Popeye’ de cáncer de esófago en Bogotá

Foto: Guillermo Ossa / EL TIEMPO

El exsicario de Pablo Escobar se encontraba hospitalizado desde hace varias semanas.

John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, murió a las 5:30 de la mañana de este jueves en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá de cáncer de esófago, lugar donde se encontraba hospitalizado, informó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

El exsicario de Pablo Escobar padecía la enfermedad en fase terminal y tenía metástasis en los pulmones, hígado y otros componentes abdominales y estaba hospitalizado desde el pasado 31 de diciembre del 2019.

“Murió como consecuencia de la progresión del adenocarcinoma de esófago que padecía después de haber recibido cuidados paliativos durante su proceso final de vida”, señaló el Instituto Nacional de Cancerología.

Velásquez murió a los 58 años y estaba preso desde el 25 de mayo de 2018 por un proceso por extorsión y concierto para delinquir vinculado a las exigencias que estaría haciendo a algunas familias de Antioquia para que pusieran a su nombre propiedades que supuestamente en el pasado habían sido adquiridas con dinero de actividades ilegales.

‘Popeye’, salió de prisión en agosto de 2014 al cumplir la mayor parte de las más de 13 condenas en su contra; pagó 23 años de cárcel, efectiva y con redención de pena.

No obstante fue recapturado en mayo 2018 y se le abrió un proceso por extorsión y concierto para delinquir, además de otro por publicaciones en sus redes sociales. Desde entonces estuvo privado de la libertad en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar La Tramacúa, y posteriormente, el 23 de diciembre del 2019, fue trasladado a la cárcel La Picota de Bogotá, para recibir mejor atención médica.

Nacido en Yarumal, Antioquia, el 15 de abril de 1962, este hombre fue uno de los más temibles asesinos del cartel de Medellín. De hecho, en 1989 estuve al frente de varias de las acciones que más dolor causaron en Colombia, como el asesinato del excandidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento, el atentado al avión de Avianca y la bomba al edificio del DAS en el centro de Bogotá.

Hombre de confianza del capo Pablo Escobar, era uno de los últimos sobrevivientes de la guardia de sicarios que hicieron del cartel de Medellín una de las máquinas de muerte más temidas en el mundo entero en los 80 y los 90.

Durante su larga estadía en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá, ‘Popeye’ empezó a colaborar con la justicia y sus testimonios fueron claves para reabrir las investigaciones de los magnicidios cometidos por la mafia. Así, sus confesiones fueron utilizadas por la Fiscalía para procesar al exsenador Alberto Santofimio Botero y al general Miguel Maza Márquez, ex director del DAS, quienes son los condenados de más alto perfil por el crimen de Galán.

Tras su retorno a las calles, hace casi seis años, ‘Popeye’ volvió a Medellín y se convirtió en un activo personaje de las redes sociales, en las que protagonizó varios escándalos. Y finalmente, después de ser descubierto en compañía de un extraditable capo de la temida ‘Oficina de Envigado’, se iniciaron varios procesos en su contra por extorsión que lo pusieron incluso en la mira de los Estados Unidos, país cuya justicia siempre estuvo pendiente de sus crímenes.

Las versiones sobre una enfermedad grave empezaron a circular hace varios meses e inicialmente fueron tomadas por muchos como una estratagema para lograr un traslado de la cárcel de Valledupar, cuyas condiciones son de las más duras en todo el país. Sin embargo, hace tres semanas este diario reveló que el cáncer de esófago que padecía estaba ya en etapa terminal y que le estaban aplicando cuidados paliativos.

En una habitación del Instituto Cancerológico, en el centro de Bogotá, terminó en la madrugada de este jueves la historia de uno de los peores criminales del país.


Tomado del diario EL TIEMPO