Museo del Prado exhibe la belleza extraordinaria de Guido Reni

El Museo Nacional del Prado y la Fundación BBVA presentaron la exposición “Guido Reni”, formada por casi un centenar de obras procedentes de 40 entidades culturales, que muestran la belleza “extraordinaria” del artista de Bolonia (Italia), que sufrió un ostracismo “crítico” en el siglo XIX y al que se le relaciona con un problema de ludopatía y se le acusa de misoginia.

“Guido Reni era un artista genial que mereció el apelativo de divino. Era capaz de crear una belleza extraordinaria porque tenía una capacidad especial de creación divina”, explicó el comisario de la exposición David García Cueto en el acto de presentación, junto con el director del Museo, Miguel Falomir; el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, Javier Solana; y la directora de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de la Fundación BBVA, Silvia Churruca.

Con respecto a la supuesta misoginia de Reni, el comisario pidió “cautela” para aplicar categorías del presente a hechos del siglo XVII. “Es algo que nos preocupa desde hace mucho, y es un debate muy necesario, pero en el que muy a menudo se incurre en un error de partida al aplicar categorías éticas y morales del siglo XXI a una sociedad pretérita. Si pretendemos hacer esa lectura, tendríamos que partir de un contexto en el que la que hable sea la verdad histórica”, aseguró.

“¿Podemos decir en una sociedad del siglo XVII que un determinado individuo era misógino, cuando por desgracia todos sabemos que el papel de la mujer estaba habitualmente supeditado al varón?. Guido Reni fue tenido por sus contemporáneos como un ser angélico. Él tenía una visión absolutamente idealizada de la mujer. Era una visión fuertemente arraigada en la cultura italiana del humanismo y del barroco”, afirmó.

La muestra presta especial atención a su vínculo con España, perceptible tanto en el coleccionismo de la corona y la aristocracia como en la influencia de sus exitosos modelos iconográficos en artistas fundamentales del llamado Siglo de Oro.

Pinturas y escultura

Esta amplia representación de la obra de Reni será expuesta en estrecho diálogo con una selección de pinturas y esculturas de otros autores que pretenden poner de manifiesto las influencias principales que el maestro recibió en la forja de su personalidad y las que ejerció en otros creadores de su tiempo. Asimismo, una notable selección de dibujos de Reni permitirá valorar la riqueza y belleza de su proceso creativo.

En concreto, la exposición, que se puede visitar desde ayer y hasta el próximo 9 de julio, cuenta con la colaboración del Städel Museum (Frankfurt, Alemania) y recoge un total de 96 obras, entre pinturas, dibujos y esculturales, en once secciones que recorren el lenguaje arquitectónico de Reni. “La muestra pretende reivindicar su valía, y pretende presentar al visitante a un creador cuyos códigos de belleza siguen siendo de inspiración y objeto de deleite”, precisó García Cueto.

Al respecto de la ludopatía del artista por los juegos de cartas y los juegos de dados, el comisario relató que el artista pintaba muy rápido alguna de sus obras para tener un rédito veloz de su actividad. “Esa dinámica se acentúa al final de su vida y de manera frenética crea obras inacabadas. Su pintura experimenta una desmaterialización”, indicó. Sin embargo, García Cueto elogió las obras de Reni porque “eran un vehículo para el conocimiento de los grandes misterios de la religión y modelos de la ética”.

“Reverenciado” y “apreciado”

Por su parte, Miguel Falomir señaló que pocos artistas han conocido mayores altibajos en su carrera como Guido Reni, a quien ha destacado que fue “reverenciado” y “apreciado” en vida pero que sus obras se vieron sumidas al “ostracismo”. “Los grandes maestros merecen ser revisitados cada cierto tiempo. Su última gran exposición fue en el 1988 y es el momento de abordarlo”, indicó.

Esta iniciativa expositiva también pone de manifiesto la renovada vivacidad de los estudios sobre este gran pintor del siglo XVII, cuya fama e influencia se extendió no solo por la Italia de aquel siglo sino también por diversas zonas de Europa, incluida la Península Ibérica, ofreciendo sus creaciones un canon estético que fascinó a varias generaciones sucesivas de artistas. Las recientes aportaciones historiográficas han permitido arrojar nueva luz sobre el pintor: un mejor conocimiento de su biografía para abordar la relectura científica de su personalidad a través de los diversos contextos históricos y artísticos en los que transcurrió su vida.

Obras más destacadas

En este sentido, en las salas A y B del edificio Jerónimos, los visitantes de esta exposición tendrán la oportunidad de contemplar importantes realizaciones poco vistas fuera de sus localizaciones habituales, como el imponente “Triunfo de Job”, procedente de la catedral de Nôtre-Dame de París, junto a otras más renombradas, como la “Inmaculada Concepción” del Metropolitan Museum of Art de Nueva York; la “Cleopatra” de The Royal Collection de Londres, “Dibujo y color” del Musée du Louvre de París; o “Salomé con la cabeza de San Juan Bautista” y “Magdalena penitente” de las las Gallerie Nazionale d’Arte Antica di Roma (Palacios Barberini y Corsini).

A estas y otras obras maestras se unen las del propio Museo del Prado, muchas expresamente restauradas para la ocasión como San Sebastián, Hipómenes y Atalanta, Muchacha con una rosa o Virgen de la silla.

Falomir destacó que la obra que mejor representa la vida de Reni es “Hipómenes y Atalanta” (1619), un cuadro restaurado tras la eliminación de los barnices oxidados que transmitían una tonalidad amarillenta a la pintura y la regeneración de las zonas alteradas y opacas.

Entre las obras que se podrán visualizar, la pinoteca destaca “La predicación de San Juan Bautista”, perteneciente a las Madres Agustinas de Salamanca, o el cuadro “inédito” “Baco y Ariadna”, de una colección particular suiza.

“Es una exposición magnifica, irrepetible y una que se disfruta con los ojos pero que invita a reflexionar con la mente”, añadió Falomir.


Fuente: El Nuevo Siglo