Después de celebrar la Solemnidad de Todos los Santos, la Iglesia ha escogido el dos de noviembre para conmemorar la memoria de Todos los Fieles Difuntos, fecha que se estableció entre los siglos X y XI para hablar de los tres estados de la Iglesia: peregrina, purgante y del cielo.
Por: Diana Álvarez
El padre Manuel Vega León, director del Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia, recordó que la muerte es el paso necesario por el que todos tenemos que transitar para entrar a la presencia de Dios y llegar a la vida eterna. Ante esta realidad, “es deber nuestro orar para que aquellos que se han adelantado en el camino lleguen pronto a la presencia de Dios”.
Señaló, además, que para los católicos este momento de la muerte debe ser un espacio para buscar la santidad en la tierra. “Este día de los Fieles Difuntos, tiene que ser una oportunidad no solo para el encuentro y memoria de nuestros seres queridos que han muerto, sino un encuentro con Cristo que participó de la muerte, pero también de la gloria de la Resurrección a la que todos estamos llamados”.
Finalmente, invitó a participar de este día con alegría, fe y esperanza de vida, pidiendo por el eterno descanso de los fieles difuntos.
Tomado del portal de la Conferencia Episcopal de Colombia
