Papa en Macedonia del Norte. Una actitud más grande que la tolerancia: el respeto

Foto: Vatican Media

En el primer discurso en el país balcánico, el Pontífice elogió la pacífica convivencia de las distintas identidades que componen este pueblo, que “han sabido y podido expresarse y desarrollarse sin negar, oprimir o discriminar a las otras”

Por: Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano

Vatican News

Prosigue el Viaje del Papa Francisco en la península balcánica: el último día, en una agenda densa de citas, el Papa visita Macedonia del Norte, país que ha obtenido su independencia hace sólo 28 años, en setiembre de 1991. Tres años después, hace 25 años, el establecimiento de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, aniversario que el Romano Pontífice recordó en el Encuentro con las Autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático Sala de los Mosaicos del Palacio Presidencial Skopie.

El Papa aterrizó en Skopie a las 8.15 de la mañana, en donde fue recibido por el Presidente del País y el primer ministro, además de diversas autoridades. Dos niños en vestidos tradicionales le ofrecieron a su llegada tres dones: pan, sal y agua.

Tras las visitas protocolares, primero en la sala vip del aeropuerto, luego en el Palacio Presidencial, el agradecimiento por la bienvenida y el saludo a las autoridades del país, representantes de la sociedad civil, cuerpo diplomático y a las distintas comunidades religiosas, en particular a la comunidad católica. El discurso de Francisco, estuvo cargado de significados alusivos a la composición multiétnica y multirreligiosa de esta tierra “puente entre oriente y occidente y punto de confluencia de numerosas corrientes culturales”, a la acogida dispensada a los migrantes y al esfuerzo de las autoridades por hacer de este país “un faro de paz”.

Una actitud más grande que la tolerancia: el respeto

La riqueza cultural milenaria de esta tierra es “sólo el espejo del más precioso y válido testimonio del país”, que es, dijo Francisco, la “composición multiétnica y multirreligiosa” de este pueblo, fruto “de una historia rica y, por qué no, también compleja de relaciones entretejidas en el curso de los siglos”. Un punto de referencia, expresó, que “pueden servir como ejemplo” para una convivencia “serena y fraterna”, en “la singularidad y el respeto mutuo”:

“Este conjunto de culturas y de pertenencias étnicas y religiosas dio lugar a una pacífica y duradera convivencia, en la que las distintas identidades han sabido y podido expresarse y desarrollarse sin negar, oprimir o discriminar a las otras. Han tenido una actitud más grande que la tolerancia: han sabido tener respeto”.

Un mosaico a sembrar en el corazón de las nuevas generaciones

Relevante para Francisco el “significado” de estas peculiaridades del país, para el camino “de una mayor integración con los países europeos”, que él desea que “se desarrolle positivamente en toda la región de los Balcanes occidentales, como también que se logre respetando siempre la diversidad y los derechos fundamentales”.

De hecho, recuerda que “tanto la pertenencia a diferentes confesiones religiosas, como son ortodoxos, musulmanes, católicos, hebreos y protestantes, y la diversidad étnica entre macedonios, albaneses, serbios, croatas y personas de otras procedencias, ha dado lugar a un mosaico en el que cada tesela es necesaria para la originalidad y la belleza de todo el conjunto”. Una belleza, dice, que “alcanzará su mayor esplendor”, en la medida que se logre “transmitir y sembrar en el corazón de las nuevas generaciones”.

Se aproveche la “cadena de solidaridad” iniciada años atrás

Francisco destacó además el esfuerzo tanto de las autoridades estatales como de varias organizaciones internacionales, Cruz Roja, Cáritas y algunas ONG, en la acogida y el socorro a “un gran número de migrantes y refugiados provenientes de diferentes países de Oriente Medio”:

“La inmediata solidaridad ofrecida a los que se encontraban entonces en una grave necesidad, por haber perdido muchos seres queridos además de la casa, el trabajo y la patria, los honra y habla del alma de este pueblo que, habiendo conocido también las privaciones, reconoce la vía del verdadero desarrollo en la solidaridad y en el compartir los bienes. Ojalá que se aproveche esta cadena de solidaridad que caracterizó aquella emergencia, para mejorar cada obra de voluntariado que se pone al servicio de tantas formas de sufrimiento y necesidad”.

Madre Teresa: inspiración para los hijos de esta tierra

Y un homenaje especial del Romano Pontífice fue a la Madre Teresa de Calcuta, nacida en un suburbio de Skopie en 1910 con el nombre Anjezë Gonxha Bojaxhiu, quien desarrollara su apostolado en India, al servicio “de los abandonados, los descartados y los pobres”, “con humildad y total donación de sí misma, y por medio de sus hermanas alcanzó los más diversos confines geográficos y existenciales”:

“Con razón, están orgullosos de esta gran mujer. Los exhorto a continuar trabajando con determinación, dedicación y esperanza para que los hijos e hijas de esta tierra, siguiendo su ejemplo, puedan descubrir, alcanzar y madurar la vocación que Dios ha soñado para ellos”.

Seguir con confianza el camino para hacer del país un faro de paz

En la conclusión del discurso el Papa Francisco expresó su cercanía y gratitud por la visita oficial que la delegación oficial de Macedonia del Norte realiza cada año al Vaticano con ocasión de la fiesta de los Santos Cirilo y Metodio, y los animó “a seguir con confianza en el camino emprendido” para hacer del país “un faro de paz, de acogida y de integración fecunda entre culturas, religiones y pueblos”.

“A partir de sus respectivas identidades y del dinamismo de su vida cultural y civil, – les dijo – podrá construir un destino común, abriéndose a las riquezas que cada una de ellas lleva consigo”.

Camino de amor, misericordia, humildad y servicio

Por su parte el Presidente saliente de la República de Macedonia del Norte Gjorge Ivanov, agradeció el apoyo de la Santa Sede a la integración de este país a Europa, y al Romano Pontífice en particular, expresó que les representa “el camino de amor, misericordia, humildad y servicio”: “un camino – dijo – que también nosotros, aquí en Macedonia del Norte, deberíamos seguir, independientemente de nuestra fe o ideología. Sólo así podremos dejar un futuro mejor a los jóvenes y a los que aún no han nacido”.


Tomado de portal Vatican Media