Parlamento venezolano declaró crisis humanitaria de salud

 

El Parlamento venezolano afirmó que la nación sudamericana se encuentra en emergencia de salud por las carencias estructurales en el abastecimiento de medicamentos, medicinas y productos básicos.

La mayoría opositora de la Asamblea Nacional ha aprobado un acuerdo en el que declara que en Venezuela hay una crisis humanitaria. El documento exhorta al Ejecutivo de Nicolás Maduro a surtir a las farmacias de los medicamentos esenciales, a publicar el boletín epidemiológico y a que permita que se envíen medicinas desde el exterior sin fines económicos.

Este es quizá el costado más dramático del desabastecimiento y la escasez en Venezuela, que a principios de año se acentúa por las vacaciones colectivas de diciembre. Con el reinicio de las actividades de comercios y fábricas han arreciado también las largas filas de consumidores frente a los supermercados y las peregrinaciones por todas las farmacias.

El Gobierno venezolano incluyó una lista de medicamentos esenciales en la Gaceta Oficial, que cubren casi todas las enfermedades crónicas, pero que no está en capacidad de garantizar. Durante el debate previo al acuerdo, el diputado opositor José Manuel Olivares aseguró que el 92 por ciento de esos medicamentos faltan en Venezuela. Ampliando más la mira, la Federación Farmacéutica Venezolana calcula la escasez en el sector en torno al 80 por ciento. La situación parece empeorar a medida que caen los precios del petróleo y el régimen no tiene cómo entregar las divisas necesarias para reanimar la producción nacional.

En tiempos de tanta incertidumbre, el Ejecutivo de Nicolás Maduro ha decidido informar cada vez que atraca en costas venezolanas una embarcación con comida, medicinas y productos básicos. Entre martes y miércoles de esta semana, la cuenta de la estatal Bolivariana de Puertos en Twitter ha dado cuenta de la llegada de 458 contenedores de alimentos y productos de higiene, y de 30.000 toneladas de arroz, un bien muy escaso en estas últimas semanas.

Mientras, los ministros encargados de las áreas menos abastecidas formulan llamamientos a los venezolanos para no comprar alimentos y bienes en exceso. En ese sentido, en una entrevista concedida a la televisión local, Ricardo Molina, diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, dijo no entender la razón por la cual una persona compra cinco o seis pares de zapatos al año.

El desabastecimiento

No solo la oposición reconoce al unísono que Venezuela avanza a pasos acelerados hacia un estallido social. Las voces críticas del chavismo también alertar sobre un brote de violencia en ciernes. El exministro del Interior y Justicia Miguel Rodríguez Torres, el primer titular de ese despacho del Gobierno de Maduro, ha pedido entendimiento a la dirigencia política. “Venezuela está convertida en una verdadera olla de presión”, escribió en Twitter.

La escasez y el desabastecimiento son quizá las muestras más evidentes del descontento, pero también la acelerada inflación de los alimentos. El Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas) aseguró en su último informe que entre diciembre de 2014 y el mismo mes de 2015 la canasta básica familiar aumentó un 361 por ciento. Es una cifra incluso menor que los cálculos de la organización sobre el incremento del precio de los alimentos —443 por ciento en un año— y del aumento del salario mínimo —en torno al 97 por ciento— decretado por el Gobierno venezolano. El Fondo Monetario Internacional agravó recientemente todas estas previsiones al calcular que la inflación llegará en Venezuela este año a una cifra récord mundial del 720 por ciento.

El Ejecutivo venezolano, entre tanto, sigue promoviendo reuniones entre todas las fuerzas vivas de la economía para intentar atajar la crisis sin modificar el modelo de desarrollo. En su programa televisivo del martes, el presidente Maduro firmó el decreto de creación del Sistema Centralizado de Compras Públicas para todo el Estado, con el cual pretende activar un plan “de acupuntura económica”. Con esa nueva instancia —que se agrega a una burocracia ya elefantiásica— pretenden invertir las escasas divisas que hoy ingresan al fisco en sectores específicos.

Al mismo tiempo, Maduro ordenó a su ministro de Energía, Eulogio del Pino, que iniciara una gira por los estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para encontrar apoyos. Venezuela busca con desesperación un rebrote de los precios porque de ellos depende que reflote su economía. El 94 por ciento de las divisas que ingresan al fisco provienen de las exportaciones de crudo.

 

(Tomado de: elpais.com)