Primera derrota en la era Queiroz: Corea venció 2-1 a Colombia

Foto: AFP

Los goles del encuentro fueron anotados por Son y Lee para los asiáticos. Descontó Luis Díaz.

Por: Pablo Romero

El Tiempo

A nadie le gusta perder, así sea en un amistoso, menos cuando se están construyendo las nuevas bases, las nuevas expectativas. Colombia, en el segundo juego de Carlos Queiroz, cayó contra Corea, en Seúl, 2-1. Fue un partido para explorar, con muchas novedades en la nómina, con falencias, con virtudes, con certezas que le van quedando al entrenador. La gira en Asia termina con una victoria y una derrota.

Queiroz decidió revolucionar, probar, explorar posibilidades, todo lo que se permite un partido amistoso. Cambió el arquero, los laterales, los volantes de marca, un extremo, jugó con dos atacantes y no con uno. Se permitió hasta dejar en el banco a Falcao y a James en esa primera parte.

Los planes no le salieron a Queiroz, porque Colombia padeció en el arranque del primer tiempo. Corea no solo pegó, también tomó la pelota, atacó con rapidez, explotó la banda izquierda que cubría Borja. A la Selección le faltaba el guía, el armador, le  faltaba James. Sin él, el equipo careció de profundidad y de manejo. La figura de los dos atacantes en el área no funcionó. A ambos, Zapata y Morelos, se les vio desesperados por intervenir, bajando a campo propio a pedir la pelota.

​En esa confusión estaba el equipo colombiano cuando Corea anotó el primer gol. Fue sorpresivo, porque pese a que ellos llegaban, no creaban peligro real. Colombia perdió la pelota en la salida, Corea penetró la zona de Borja, y vino el remate, que era potente, aunque no tanto como para que Arboleda pusiera los brazos frágiles. La pelota por entre sus brazos. Fue el 1-0. Iban apenas 15 minutos.

Lo que sí tuvo Colombia fue reacción. De inmediato se adueñó del balón y empezó a tejer, aunque sin eficacia, el ataque. Fue así como se acercó con un buen remate de Borja, que desvió el portero cuando ya iba hacia la red la pelota, y con Villa, que metió un centro bajito y templado al área, donde Morelos no alcanzó a empujar el balón.

En general se vio mucha ansiedad del equipo, como si el amistoso fuera la prueba de fuego para muchos jugadores. Para colmo, Mina se fue lesionado antes del descanso.

Así que a Queiroz le tocó replantear y voltear a mirar al banco, donde vio sentados a sus cracs. Entonces entraron, primero James, luego Falcao. Después entraron Barrios y Muriel. La figura volvió al tradicional 4-2-3-1. Mateus Uribe, que hasta entonces asumía el rol de intentar armar, fue el socio del que sí arma, del ’10’.

El equipo, que es más parecido a lo que sí será el equipo de Queiroz, ganó posesión, dinámica, presencia. El gol del empate llegó al minuto 3. Una pintura. Luis Díaz hizo estragos en el área, enganche, amague, lucha, giro, remate y gol, golazo. Fue el 1-1.

La emoción duró poco. Porque Corea se acercó otra vez y en una jugada aislada anotó el segundo. Fue un remate cruzado que Arboleda no pudo contener, otra vez falló el portero. La pelota, de nuevo, entre sus brazos. Mal partido para el portero, que sin embargo tuvo más adelante una buena intervención y evitó el tercero.

Colombia, otra vez, reaccionó. James no demoró en hacer un amague de los suyos y probar al portero coreano, que tuvo que poner los puños para no correr riesgos. James empujó al equipo, lo llevó de la mano, lo hizo jugar del centro hacia los costados.

Llegaron los remates, los centros, las opciones, Muriel estuvo cerquita de la igualdad, Falcao anotó de cabeza, pero le anularon el gol por fuera de lugar. El tiempo se agotó y el tanto no llegó.  Colombia quedó con el evidente sabor amargo de la derrota, así sea en un amistoso.


Tomado del diario El Tiempo