“Ser cristiano en el día de hoy significa ser cristiano para la gente, para ayudar en las horas de oscuridad”.

Misa Santa Marta Papa Francisco Fotografía: Vatican Media

El Papa Francisco pide a los cristianos que sean testigos del Evangelio sin esperar recompensas

El Papa Francisco, en su santa eucaristía el 12 de Junio en la Casa Santa Marta, habló de la importancia del “simple testimonio habitual, el que se ofrece cada día” sin esperar el reconocimiento de ningún mérito.

Así mismo habló sobre el testimonio más grande que puede dar un cristiano, el cual es entregar la vida como la entregó Jesús, es decir, el martirio. Aunque, hay otro tipo de testimonio que es el testimonio de cada día, “el que comienza por la mañana al levantarse y finaliza por la noche, cuando se va a dormir”.

Pues bien, ese testimonio consiste en “ser sal y luz para los demás, sin atribuirse méritos”. “Puede parecer poca cosa”, indicó Francisco, “pero el Señor, con poca cosa, puede hacer milagros, puede hacer maravillas”. Es claro, el cristiano debe tener una actitud de humildad. En eso consiste ser sal y luz.

Además explicó porque consiste en sal y luz: “Sal para los demás, luz para los demás, porque la sal no se da sabor a sí misma, está siempre al servicio de los demás. La luz no se ilumina a sí misma, está siempre al servicio de los demás. Sal para los demás. Un poco de sal, cambia los alimentos. En el supermercado, la sal no se vende en toneladas, sino en pequeñas bolsas. Con eso es suficiente. Y luego, la sal no se vale por sí misma. Siempre para ayudar a los demás: ayuda a conservar las cosas, a dar sabor a las cosas. Simple testimonio”.

Por otro lado destacó “El Señor nos dice así: ‘Tú eres sal, tú eres luz’”, pero el cristiano debe ser sal y luz en el anonimato, sin esperar que se le acredite ningún mérito. “Nosotros cuando comemos no decimos: ‘¡Ah!, ¡qué sal más buena!’. No, decimos: ‘¡Qué pasta más buena! ¡Qué carne más buena…!’. De noche, cuando caminamos por casa, no decimos: ‘Qué buena esta luz’. No, de hecho, ignoramos la luz, pero vivimos con esa luz que ilumina. Esta es la dimensión que hace que nosotros, cristianos, seamos anónimos en la vida”.

Lectura comentada por el Papa Francisco:

Mateo 5:13-16

13 «Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.

14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.

15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.

16 Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

El Santo Padre hizo un énfasis en la palabra del día, diciendo: “No somos protagonistas de nuestros méritos”, y señaló que hay que alejarse de actitudes como la del fariseo que daba gracias al Señor pensando que era santo.

Es importante creer en Dios y todos los días hacer “Una bella oración para todos nosotros, que podemos hacer al finalizar la jornada, es preguntarse: ‘¿Hoy he sido sal? ¿Hoy he sido luz?’. Esta es la santidad de cada día. Que el Señor nos ayude a comprenderlo”, concluyó el Vicario de Cristo.

Papa Francisco:  “ser cristiano en el día de hoy significa ser cristiano para la gente, para ayudar en las horas de oscuridad”.


Redacción: Paz Estéreo