Violencia de género no está en la agenda de medios

Informe evidencia que los periodistas no tienen claridad sobre cómo reportar estos temas.

Por: Laura Andrea Torres

EL TIEMPO

Las víctimas y sobrevivientes de violencia de género se sienten revictimizadas por los medios de comunicación cuando estos publican sus historias. Pese a eso, todas consideran que la única forma de visibilizar las agresiones, protegerse y obtener justicia es denunciarlas ante un medio.

Este y otros hallazgos forman parte del informe que la campaña No Es Hora De Callar presenta hoy sobre la investigación ‘Medios de comunicación y violencia de género’.

El estudio, iniciado en 2019, hace una radiografía sobre cómo los medios nacionales y regionales construyen y publican información sobre la violencia contra niñas, niños y mujeres. Este trabajo tiene como base una investigación preliminar de 2017 y 2018. Y la tercera parte está a cargo del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, que analizó cuáles son las violencias que las mujeres periodistas afrontan en el ejercicio de su trabajo, así como cuál es el impacto que estas tienen en su vida profesional y personal.

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La investigación, que incluyó capacitaciones, talleres, entrevistas, encuestas, estudios de caso, monitoreo de medios y trabajo con mujeres y niñas víctimas y sobrevivientes, reveló que en la agenda informativa aún no se ubica como prioridad el tema de violencia basada en género ni tiene una sección o periodista especializado que la cubra, al mismo nivel de temas como política o seguridad.

Entre los datos que se destacan, 6 de cada 10 periodistas admiten que usan una imagen cualquiera, en la que aparezca una mujer afrontando violencia, para acompañar sus notas sobre violencia de género. Según el análisis de la investigación, esta práctica es errónea y revictimizante. Las niñas sobrevivientes, cuyos casos documenta el estudio, señalaron que les produce temor ver estas imágenes “porque sienten que son ellas –nuevamente– las protagonistas de la historia”.

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Otro punto que llama la atención es que solo el 56,3 por ciento de los periodistas piden autorización a la víctima para publicar sus datos personales cuando van a informar sobre un evento de violencia de género. Esta cifra es más baja cuando se trata de una niña, niño o adolescente, pues apenas el 53,1 por ciento de los periodistas piden permiso solo a los padres o tutores legales. El 43,8 por ciento solicita autorización tanto a los padres como al menor.

Sobre este hallazgo, el informe explica que tener el consentimiento de las víctimas y sobrevivientes de violencia es fundamental, pues “la sobreexposición de su imagen o la reiteración pública de la situación que afrontó tiene afectaciones psicológicas para ella y su círculo social cercano”.

En cuanto a los aspectos a los que los periodistas dan prioridad cuando están informando sobre violencia contra niñas y mujeres, cerca de 6 de cada 10 comunicadores expresaron que priorizan el estado de la víctima. El 21,9 por ciento prioriza la escena de los hechos en la noticia, así como los detalles del suceso. Ninguna persona encuestada afirmó centrar su atención en el victimario.

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Además, el 15,6 por ciento de los comunicadores encuestados dijeron utilizar términos erróneos como ‘crimen pasional’ y ‘prostitución infantil’. No obstante, el sondeo de medios de comunicación evidenció que ambos son utilizados con mayor frecuencia que la manifestada por los periodistas. De esto se concluye que “a nivel general hay desconocimiento del uso correcto del lenguaje, imágenes, audios y gráficos que deben acompañar la información que se genera sobre violencia de género”.

El uso inadecuado del lenguaje y de otro material sobre agresiones contra niñas y mujeres responde a que “existe un notable desconocimiento del tema en general y del significado de violencia de género, o violencia basada en género”, detalla el informe.

El estudio reveló que los editores y jefes de redacción del país no consideran importante incluir en la agenda informativa estos temas. Tampoco los ubican en una sección particular ni tienen una línea editorial “que asuma de forma transversal el enfoque de género en sus publicaciones”.

Tampoco hay un interés en capacitar en temas de género a los periodistas. No se les brinda información sobre cuáles son las rutas de atención para mujeres víctimas de violencia, las leyes que las cobijan y qué medidas pueden tomar.

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En cuanto a la encuesta realizada por el Observatorio de la Democracia, de la Universidad de los Andes, y cuyo resultado final se conocerá en dos semanas, una de las cifras más preocupantes es que 8 de cada 10 periodistas afirman conocer algún caso de violencia de género en contra de sus colegas.

Así mismo, 6 de cada 10 periodistas manifestaron haber afrontado violencia, y 4 de cada 10 abandonaron sus fuentes como consecuencia de estas agresiones.

“La documentación de la violencia de género forma parte de la responsabilidad social de los medios de comunicación. Narrar las historias sobre la discriminación, desigualdad y violencia que se ejerce contra niñas, niños, mujeres y comunidad LGBTI requiere un enfoque de género que sea capaz de reconocer la particularidad de las agresiones sin revictimizar”, señala el informe.

Las acciones del Gobierno

No obstante la existencia de líneas de atención frente a la violencia de género, los periodistas no informan al respecto. Ese es uno de los llamados del Gobierno Nacional y las instituciones.

La Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer ha corroborado que las más afectadas por la pandemia de covid-19 son las mujeres. Según la entidad, en los meses de cuarentena, la línea nacional 155 de orientación a mujeres víctimas de violencia tuvo un incremento general del 102 por ciento en las llamadas recibidas. Mientras que en el 2019 se atendieron 9.044, este año esa cifra fue de 18.272.

“Las líneas de emergencia se convirtieron en los canales más buscados por las mujeres víctimas. La permanente compañía de su agresor, las restricciones en medio de la emergencia sanitaria y el miedo al contagio impedían a las mujeres hacer una denuncia formal”, señaló Gheidy Gallo, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer.

LAURA ANDREA TORRES
‘No es Hora de Callar’


Tomado del diario EL TIEMPO