Así será la Biennal de Sidney dirigida por José Roca

Foto: El curador José Roca / Revista Arcadia

El curador colombiano es el director artístico de la vigésimo tercera Biennal de Sidney, la exhibición internacional de arte más grande de Australia. Roca le contó a Arcadia sobre los dos ejes que ha pensado para el evento.

Desde febrero pasado José Roca sabe que lo eligieron director de la Biennal de Sydney. El anuncio a medios iba a hacerse en mayo, pero la pandemia cambió los planes, y la noticia sólo se conoció hasta el miércoles 8 de septiembre de 2020.

Él lleva años montando exposiciones como “Energ(ética)”, que van más allá del mundo del arte contemporáneo, mezclando saberes e invitando al espectador a pensar y re-pensar nuestra relación con el planeta. “’Energ(ética)’ reflexiona sobre cómo las decisiones de consumo y de producción de energía tienen una implicación política y un impacto en la naturaleza,” explica Roca.

Estos meses de pandemia lo pusieron a pensar en lo que significa hacer una bienal post-COVID, y las conclusiones a las que llegó reiteran las líneas curatoriales que venía siguiendo: 1) el arte y la curaduría de exposiciones tienen que tener en cuenta su propia huella de carbono; 2) el diálogo se enriquece cuando se suman las visiones de mundo de las comunidades locales, y los saberes de otras campos del conocimiento, por ejemplo, el científico.

Con esas dos ideas de base, Roca -cofundador y director del espacio artístico FLORA ars+natura en Bogotá-, montará la vigésimo tercera Biennal de Sidney.

Cuéntenos sobre el proyecto que tiene en mente.

Voy a hacer una biennal que tiene mucho que ver con el contexto en el que voy a trabajar. Australia es un país con un pasado complicado por su relación con lo que llaman allí primeras naciones, los aborígenes cuyas tierras colonizaron los británicos. Actualmente hay un gran respeto por esas comunidades, y se están tratando de redimir los daños históricos. Estoy teniendo en cuenta que el indígena es de suma importancia.

Tradicionalmente esta biennal había elegido curadores internacionales para dirigirla, pero la última edición fue curada por un artista local de origen indígena. Eso es una señal de cambio.

Yo conformé un equipo con los curadores locales de las instituciones que participan en el evento desde 1973. Usualmente instituciones como el Art Gallery of New South Wales, el Museo de Arte Contemporáneo, Artspace y el ICE (Information and Cultural Exchange) de Parramatta, exhibían exposiciones de la biannal, pero sus curadores no estaban muy involucrados en el proceso curatorial del evento. Yo escogí un curador de cada una de ellas, y estos serán los responsables del contenido que presentarán en sus respectivos espacios.

Tengo pensado hacer una biennal que vaya más allá del mundo del arte contemporáneo, e incluir cultura material, imágenes del campo de la ciencia y las voces de las personas de las comunidades. Más o menos como hice en las dos exposiciones que monté con Crespes & Waffles, en las que involucré a las comunidades de Tumaco y Montes de María, y eran ellos los que hablaban sin la mediación de un artista.

Cuando dirigí la Biennal de Mercosur en 2011, involucré la escena local porque creatividad hay por todas partes y la gente tiene mucho que decir. Me parece que cuando el arte contemporáneo le habla sólo a su público, y entre artistas, las respuestas se saben de antemano. En cambio, si se amplía el público, pueden darse conversaciones nuevas y más significativas.

Usted está planeando un evento que no sólo invite a reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones en el mundo, sino que practique aquello que predica. ¿Cómo va a intentar reducir la huella de carbono del evento?

Cuando dirigí la Biennal de Mercosur viajé unas veinte veces para reunirme con el equipo y empaparme de la escena local. Eso es lo que suele hacerse. Esta vez voy a mudarme a Australia para no estar viajando y para hacer parte de la escena local.

Tampoco voy a hacer viajes innecesarios como ir a Escandinavia y visitar los estudios de unos 70 artistas para ver cuáles de ellos encajan con lo que tengo en mente. Voy a consultar con colegas que me pueden recomendar trabajos y artistas interesantes, y cuando sepa cuáles me interesan y encajan en el proyecto, viajo, si es necesario.

En resumen: vamos a ser mucho más estratégicos para ser consecuentes con el proyecto mismo.

¿Tiene pensado comisionar obras para esta biennal?

Antes que decirle a un William Kenntridge que haga una obra para el evento, voy donde un artista que sé que lleva varios años trabajando en un proyecto cuyo tema coincide con el de la biennal -y que no ha podido terminar por una u otra razón-, y le digo que nuestro evento se va a convertir catalizador de su proyecto.

¿Ha pensado resaltar el trabajo de artistas jóvenes?

No, es más, ni siquiera estamos usando la palabra artista porque no alcanza a abarcar el ámbito en el que estamos trabajando. Decimos “participante” porque podemos estar hablando de un artista, un diseñador o un miembro de una comunidad.

¿Cuándo viaja a Australia?

Apenas quiten las restricciones de viaje. Ya tengo lista la maleta.


Tomado de portal de la Revista Arcadia