Carlinhos Brown: “Batucar trae una conexión y una desconexión”

El músico brasileño se somete al carrusel de preguntas de este diario

Por: Elvira Palomo

El País (Es)

Filosofía, música y filantropía. Pero no solo eso. El polifacético Carlinhos Brown (Salvador de Bahía 1962) ha presentado esta semana en Madrid su obra pictórica La mirada que escucha, una exposición con 14 obras de gran formato en los que bulle el color, las alusiones abstractas a Brasil y al Carnaval, que podrá visitarse en la capital española hasta el 2 de junio. El artista brasileño, nombrado Embajador Iberoamericano de la Cultura en 2018, aprovechó su estancia para visitar escuelas que trabajan con la música para ayudar a niños y jóvenes en situación de riesgo, como la que vivió él antes de hallar refugio en la música, una disciplina en la que cree como forma de libertad y camino para hacer el bien. El cantante, compositor y productor que con su éxito contribuyó en la transformación de la favela de Candeal, se somete, en español, al carrusel de preguntas de este diario.

¿A qué edad se dio cuenta de que quería ser músico?

Cuando me di cuenta de que quería ser músico yo ya estaba agotado de trabajar, y no quiero decir que era una explotación infantil porque creo que en aquel momento era de extrema necesidad apoyar a mi madre, que había tenido muchos niños y con mucha dificultad. Me di cuenta de que la música podía sacarnos a todos nosotros de esta situación de debajo de la línea de la pobreza y busqué estudiar música, ya que tenía problemas en las escuelas normales, de espacio y oportunidades. Busqué en la música, estudié y no estoy arrepentido. Tenía un don que desarrollé con el tiempo con maestros importantes que me condujo hasta el día de hoy.

 ¿Qué significa para usted ser músico?

Ser músico para mí es encontrar una libertad en cada momento que me paro con cada instrumento, con una melodía y al mismo tiempo una libertad responsable, porque me siento libre más para hacer cosas del amor. Sé que esta libertad que la música trae es un poder mucho más grande que los hombres, todo hombre es un intérprete del arte e involucrado en esto presto bastante atención porque en el momento en el que estamos tocando la gente se vuelve para prestar atención, entonces, es un mensaje muy positivo, hace que me sienta libre y liberado cuando tengo la música adelante.

¿De qué se siente más orgulloso?

De poder dar una respuesta a mi familia, pues mi familia no creía que iba a saltar en la música. Siempre fueron un apoyo, las veces que hacía un trabajo y se demoraba para otro trabajo y mi padre me decía que música no da camino y tienes que encontrar un trabajo profesional. Pude a través de la música ayudar a mi madre y a una familia numerosa de nueve hermanos. Y me convertí en un líder comunitario, con lo cual, la música también ha sido una maestra para conducir situaciones sociales de dificultad. Con el poder de la música lo logré.

¿Qué música le sirve para desconectar?

Para desconectar la música percusiva porque ella tiene matices y comas melódicos que una música de escala natural no es así. Y creo que batucar trae una conexión y una desconexión. También clásicos importantes de la música. Yo digo que la música más antigua tiene un reflejo y tiene algo que es muy contenida de emociones, las cuales ya fueron vividas y que muchas veces nos falta a nosotros, de tener una base de vivencia fuerte. Y para eso los hitos de España ¡Dios Mío! Camarón de la Isla, Pescadilla… y de Brasil Tropicalismo, ¡cuánta gente mágica!

¿Cuáles son sus influencias?

Mis influencias empiezan desde una basura sonora hasta los grandes maestros como Jackson do Pandeiro, que se cumple ahora su centenario, un gran hombre de ritmo de Brasil; originales del samba que por primera vez fueron conocidos en España como Demonios de Samba; Luiz Gonzaga el Rei do Baião, y también en algún momento la música norteamericana, Smokey Robinson, James Brown, Paul Anka, grandes nombres. En España Paco de Lucía, su melodía, su labor… mucha gente buena. ¡Y mis vecinos! Mis vecinos son muy musicales.

¿Qué cambiaría de usted mismo?

Mi forma excesiva de trabajar, de pegar todos los trabajos que me salen como si se fueran a acabar. Es necesario para mí descansar más y aprovechar mejor las oportunidades que la vida me dio porque tengo aprendido que vivir no es vivir trabajando, vivir de la música es un placer maravilloso, pero a veces olvido otras cosas importantes y necesito cambiar un poco esas actitudes. Otra situación es que, muchas veces tengo exceso de generosidad y mucha gente, cuando se ayuda a veces no quieren ayuda quieren donaciones, que se dé el alma para siempre, y eso también lo estoy aprendiendo.

¿Cuándo fue la última vez que lloró?

Esta semana. Lloré emocionado con lo que estaba haciendo. Estaba trabajando con niños y un niño dijo algo de extrema belleza y ahí me vinieron las lágrimas. Llorar con emoción es algo que no podemos evitar. [Durante su estancia en Madrid ha visitado proyectos de inclusión social a través de la música y escuelas como el colegio Pío XII, situado en el barrio multicultural de Tetuán, con alumnos de 17 nacionalidades, con los que se arrancó a tocar la percusión].

¿Cuál es el mejor consejo que le dio alguno de sus padres?

Ser un hombre honesto y respetable. Que respetara a las figuras mayores, profesores, maestros, aquellos que pueden de una forma cambiar tu vida y tu actitud, y respetar al ser humano como la mayor figura delante de ti.

¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?

Siempre gozo de sentarme en una fiesta con mis padres y la mujer de la que estoy enamorado.

¿Cuándo fue más feliz?

Yo fui más feliz cuando nacieron mis hijos, ahora tengo siete y cada hijo ha sido un momento de placer inolvidable, son los mejores momentos de mi vida.

¿Qué música escucha en el coche?

Es un mix de noticias y música pero sobre todo noticias, es un momento bueno para educarse y saber la que está pasando. El momento de escuchar una playlistes en casa.

¿Con quién le gustaría quedar atrapado en un ascensor?

No me gustaría estar atrapado con nadie en un ascensor porque tengo una claustrofobia de quedarme en un sitio cerrado que me…

¿Qué espacio de su casa es su favorito?

El balcón, donde amanezco haciendo música, pintura, está frente al mar y es maravilloso, salir caminar en el jardín, ver a mis hijos. Me gusta poco quedarme en el cuarto, eso ya lo hacemos mucho cuando viajamos y tenemos que quedarnos en habitaciones de hotel.

El mejor regalo que ha recibido…

Un bongó de mi maestro, le dije que lo admiraba cuando yo aprendí a tocar y me lo dio 40 años después… estaba todo estropeado pero fue un bonito recuerdo de uno de los mejores maestros de todos los tiempos.

Si pudiera tener un superpoder…

Pararía las guerras, el hambre y la violencia.

En una fiesta de disfraces ¿de qué se disfrazaría?

Rigoletto, el bobo de la corte, aquel que dice lo que el rey no dice. Todos ríen pero busca la verdad en cada palabra.

¿Cómo ve el futuro de Brasil?

Veo el futuro de Brasil como el del barrio en el que nací, que con trabajo respeto y esfuerzo colectivo, podemos lograr cosas de extrema importancia. Podemos conquistar muchas cosas. Fuimos un barrio que recibimos mucha ayuda pero dimos una respuesta de que queríamos prosperar. Hoy es un barrio que ya no tiene chabolas cayendo, sí un barrio que ha visitado gente de todas las partes del mundo para conocer la música, el arte, la parte culinaria, y quieren vivir la experiencia. Quiero un país de cero violencia.


Tomado del portal del diario EL País (Es)