Colombianos se solidarizan con víctimas en el Cauca y piden cese de violencia

Foto: Colprensa

Convocados por la Iglesia católica, a lo largo y ancho del país, durante el fin de semana, se alzó la voz en rechazo por los hechos de violencia que azota a distintas regiones, de manera especial, se envió un mensaje de cercanía a las familias de las víctimas en el Cauca y al pueblo Nasa.

Por: Diana Álvarez

CEC

La situación es muy grave. Estuvimos allí acompañándolos y diciéndoles que los amamos, que estamos dispuestos a entregar todo lo que tenemos por acompañarlos, que no están solos”, señaló monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Popayán, durante la visita a la zona, en compañía del arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, y de la caravana por la solidaridad y la vida que arribó a Tacueyó – Cauca.

 “Es una situación no grave sino en superlativo: gravísima y debemos parar esos homicidios. Creemos que hay fuerzas que están tratando de destruir la vida y porque los indígenas están tomando algunas posturas en pro de liberar del narcotráfico esta región están encontrando las balas, el martirio y la muerte”, advirtió el prelado, quien también hizo un llamado a todo el país, a las autoridades, a los líderes: “unámonos, no estemos polarizados, no nos dividamos, construyamos unidad. El bien común y la vida herida nos necesita a todos”.

A este llamado se unió el arzobispo de Cali, quien enfatizó que este “es un drama, es una tragedia, ante la cual ningún colombiano puede quedarse indiferente”.

Por su parte, el Nuncio Apostólico en Colombia; monseñor Luis Mariano Montemayor, retomando una reflexión hecha durante la última reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, afirmó que “la Iglesia tiene que empeñarse a fondo para que los colombianos recuperen la sensibilidad por la vida, en todas sus dimensiones, desde el inicio en el vientre materno hasta la última bocarada de aire, solo así: amando la vida y recuperando la sensibilidad por ella, los colombianos respetarán la vida”.

Colombia unida en oración clama fin de la violencia 

El clamor y oración por la vida se sintió el lunes 4 de octubre en las distintas jurisdicciones eclesiásticas en las que, con un repique de campanas, un minuto de silencio, la oración por la paz, el Ángelus y el Santo Rosario, en las distintas parroquias del país, pidieron a los violentos frenar su actuar delictivo; al gobierno, presencia efectiva, social y con respuesta estructural ante las realidades que afrontan las comunidades.

También, se rechazó el flagelo del narcotráfico y se extendió una voz de aliento y cercanía a líderes sociales, indígenas y comunidades vulnerables que padecen el horror de la violencia.


Tomado del portal de la Conferencia Episcopal de Colombia