Las propuestas de economía colaborativa aún están envueltas en debates sobre la legalidad del rol de sus colaboradores y las garantías que brindan.
Por: Johan Chiquiza Nonsoque
La República
Una de las realidades que se evidenció durante el año pasado en el país fue el crecimiento de los aplicativos móviles de origen nacional y cómo las iniciativas locales han acaparado atención de inversores internacionales.
Entre los protagonistas de este tipo de industria, quizás el logro más relevante lo alcanzó justamente la plataforma liderada por Simón Borrero, Rappi, luego de que esta fuese la primera de origen nacional que alcanzara el nivel de ‘unicornio’, denominación dada para las startups cuya valoración supera los US$1.000 millones.
Este tipo de aplicativos de entrega de comida y los referentes a intermediación de transporte, son los que han visto en la relación con sus colaboradores un obstáculo que no solo los ha enfrentado con la legalidad, sino muchas veces con la opinión pública.
Otra de las jugadas de mayor relevancia que se presentó en el sector la protagonizó la colombiana Domicilios.com, puesto que la startup, actualmente dirigida por Camilo Sarasti, fue la primera en garantizar a sus trabajadores una formalización propia de la prestación de servicios.
Sin embargo, una de las grandes discusiones que se generó durante el año en términos de economías colaborativas fue la de los trabajadores, puesto que en determinado momento se acusó a las apps de domicilios de no brindar las suficientes garantías.
En lo que a transporte respecta, se mantuvo la discusión sobre la legalidad de Uber y la necesidad de este tipo de servicios en un contexto en el que estas plataformas han adquirido demanda y popularidad suficiente para hacer eco.
Ahora bien, los impulsores nacionales de la economía digital no solo hacen parte de los aplicativos de domicilios. En el sector de la educación, otra firma marcó un hito importante durante el año pasado: Platzi. La compañía liderada por Freddy Vega recibió el reconocimiento como una de las mejores plataformas de educación en el mundo en los pasados ‘Venture Awards’.
Frente al crecimiento de este tipo de iniciativas en general durante el año pasado, el CEO de la plataforma destacó dos factores fundamentales: el aumento de inversión internacional de tecnología en Colombia y el paso de 2% a 3,4% del porcentaje de exportación de servicios de tecnología en el mundo, de acuerdo con el mapa de complejidad económica desarrollado por la Universidad de Harvard.
Además de estos importantes hitos de las compañías que nacieron en el país, se destacaron otras de gran crecimiento y nuevas propuestas, como TPaga, billetera virtual que incrementó su portafolio en búsqueda de los comercios de menor tamaño, y Hogaru, que se mantiene a la vanguardia en lo que a servicios de limpieza del hogar respecta.
A pesar de que las startups nacionales fueron actores principales de importantes movidas que han promovido la expansión y crecimiento de la economía digital en el país y de la adopción de las nuevas tecnologías para solucionar más problemas, las internacionales no se han quedado atrás.
En el país, esta plataforma se llevó a una aplicación de taxis con una robusta operación, teniendo en cuenta que previamente Easy Taxi había protagonizado otra de las movidas más importantes del año, cuando en julio se había concretado la integración de las plataformas Easy Taxi y Tappsi, que terminaron operando bajo el nombre de la primera.
Adicionalmente, en el sector de transporte, durante mayo se presentó la llegada de nueva competencia, con la incursión de inDriver, plataforma que permite que el usuario escoja el precio a pagar. En el mercado colombiano esta oportunidad ingresó por Cúcuta. Así mismo, se confirmó el ingreso de Beat al mercado, en junio del mismo año.
Otra movida común de este tipo de compañías fue la incursión en nuevos mecanismos de transporte, como los monopatines. Justamente Rappi propició un importante paso en este aspecto tras actuar como aliado estratégico para que la mexicana Grin, de transporte por monopatín, llegase a la capital colombiana. Sin embargo, esta startup también verá competencia gracias al ingreso de la plataforma Movo, que se abre campo mediante una alianza con Cabify.
Con respecto a la creación de nuevas iniciativas, de acuerdo con cifras de MinTIC, durante el año pasado el programa Apps.co, llevado a cabo por la cartera de tecnologías de la información y las comunicaciones, alcanzó a convocar a 464 equipos en su primera fase, la de descubrimiento de negocios; de la segunda fase del desarrollo de emprendimientos, conocida como la de crecimiento y consolidación, hicieron parte 112 empresas de cinco ciudades diferentes; en fase de expansión se hizo acompañamiento a un total de 20 empresas, todas radicadas en Bogotá.
En resumidas cuentas, 2018 fue un año importante para la expansión de la economía digital en el país y de los diferentes emprendimientos que han impulsado esta corriente. Así lo expresó también Andrés Gutiérrez, CEO de TPaga, quien hizo hincapié sobre lo que se viene: “La educación digital de poder enseñar las herramientas que empoderen a las personas es lo más importante”, expresó.
Por otra parte, en un gobierno de economía naranja como bandera, el CEO de 1doc3, Javier Cardona aludió a que uno de los asuntos por resolver de 2018 fue la verdadera implementación de políticas que impulsen esta industria.
Para próximos años, de acuerdo con la plataforma CB Insights, aún no se ve un próximo ‘unicornio’ de origen nacional, pero esto no quiere decir que esta industria no se encuentre en constante movimiento.
Tomado del portal del diario La República
