Corrupción de funcionarios del Inpec, un lío tras y ante las rejas

Foto: Juan Antonio Sánchez / El Colombiano

En las cárceles hay 119.304 personas, según el Inpec. De estas, 8.240 son mujeres y 111.064 hombres

Por: Richard Aguirre Fernández

El Colombiano

Al escudriñar en Google las palabras “corrupción en el Inpec”, aparecen, en tan solo 0,54 segundos, 68.100 resultados que asocian la frase a estrategias para acabar con hechos de corruptos o noticias de casos en los que sus funcionarios están vinculados a negocios turbios, como la situación de este tipo puesta al descubierto ayer por la Fiscalía.

Por eso hoy Luis Fernando Perdomo y César Augusto Ceballos tienen dos coincidencias que están separadas por un lapso de cuatro meses: ambos son directores de cárceles de Colombia y ambos están ahora capturados por presuntos hechos de corrupción dentro del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

A Perdomo, director de La Picota, lo capturó la Fiscalía el pasado 28 de septiembre. El ente investigador explica que fue judicializado y cobijado con medida de aseguramiento “por los delitos de concusión en concurso homogéneo con enriquecimiento ilícito de particulares en calidad de autor”, y el día de su captura fue sorprendido con $20 millones que, supuestamente, había recibido de una extorsión.

Por su parte, Ceballos, de La Modelo, fue aprehendido ayer junto a otras cuatro personas quienes, dicen los investigadores, “habrían diseñado un esquema de corrupción para conceder beneficios a reclusos, ingresar drogas y otros elementos restringidos por el sistema penitenciario, o avalar visitas en horarios no autorizados” (Ver Radiografía).

Así operaban

Según la Fiscalía, el director de La Modelo realizaba un “estudio” que le permitía determinar la “capacidad socioeconómica del interno” y de esta manera definir el patio al que sería enviado. “Por ejemplo, en el tres eran ubicadas las personas con más dinero y, presuntamente, debían pagar $3 millones mensuales”.

Por otra parte, si había algún “incumplimiento en las cuotas fijadas”, los reclusos eran trasladados y no les garantizaban “su seguridad” en el centro de reclusión.

“Los testimonios y la evidencia técnica en poder del ente investigador permitieron conocer que los sobornos eran entregados al conductor del director de la cárcel La Modelo o a uno de sus escoltas. En otras oportunidades, los familiares de los reclusos llevaban los pagos a la casa de ‘El Paisa’, un hombre que al parecer pertenecería a la red.

El secretario de Transparencia, Andrés Rugeles, manifestó que este resultado es muestra del compromiso de las instituciones contra la corrupción. “Combatiremos cualquier foco de falta de transparencia que pueda existir”, sentenció el funcionario, al finalizar la rueda de prensa en la que entregaron detalles de la “Operación Celdas”, como se identificó la investigación.

Fenómeno evidente

Sobre esta situación, Horacio Bustamante, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), uno de los cerca de 70 sindicatos que tiene la institución, señala que estos son solo los casos que se conocen, pero va más allá, al apuntar que los sindicatos han denunciado corrupción de otro corte, como pagar por tener una mejor celda, que el “cacique” (el que manda en el patio) los cuide, ingresar celulares y promover traslados.

“Como sindicato celebramos que estas acciones de la Fiscalía se ejecuten, pero también llamamos la atención para que se investiguen estos y otros tantos casos que hemos denunciado”, señala Bustamante.

En el mismo sentido, dice el líder sindical, hay que “revisar lo que pasa con la alimentación, pues la comida en muchos casos la entregan descompuesta, con hongos o vinagre, y ahí también hay que actuar”. Un antecedente cercano sucedió en el complejo penitenciario de Pedregal, en Medellín, en agosto y septiembre del año pasado, cuando alrededor de 200 internos resultaron intoxicados, luego de que les suministraran un menú de arroz, carne cocida, crema de verduras y jugo de mora para el almuerzo.

Esto lo respalda Germán Pabón, defensor del Pueblo para asuntos carcelarios, quien destaca que ni la Procuraduría ni la Fiscalía actúan en esas denuncias, pese a que han sido evidenciadas por esta entidad defensora de derechos Humanos. “Sabemos que son contratistas los encargados, por ejemplo, de la alimentación, pero por ser contratistas no están exentos de responsabilidades de control”.

Otro caso en el que denuncia anomalías el líder sindical es en lo que tiene que ver con las manillas electrónicas, pues dice que “no funcionan o ubican al interno a 100 o 200 metros de su lugar real”…

CONTEXTO DE LA NOTICIA

RADIOGRAFÍA

TAMBIÉN TENÍAN TARIFAS DEFINIDAS

La red de corrupción en La Modelo, según explica la Fiscalía, había fijado tarifas para que los internos realizaran procedimientos irregulares. Por ejemplo, el ingreso de perfumes podía costar $100 mil, pero si iba con empaque y caja original, la tarifa aumentaba a $150 mil.

En el caso del ingreso de ropa, una “muda” podía valer hasta $300 mil, según la marca, y si la idea era ingresar un reloj, esto le costaría hasta $3 millones. Por otra parte, para autorizar el ingreso de visitas, la tarifa variaba entre $100 mil y $3 millones, si se trataba de patio de extraditables de esta cárcel. Cuando el interno deseaba ingresar damas de compañía o mujeres prepago debía pagar $3 millones, de acuerdo con el reporte que entregó el ente investigador.


Tomado del portal del diario El Colombiano