Crece polémica por el ajuste del PIB de 2017 de 1,8% a 1,4%

Foto: Archivo Particular /Portafolio

La revisión del crecimiento desde el 1,8% les dejó más dudas que certezas a los expertos, y piden que el Dane dé mayores explicaciones sobre el tema.

La revisión que el Dane hizo del crecimiento de la economía en el 2017 –de 1,8% a 1,4%– no pasó desapercibida por los expertos, a quienes esta noticia les cayó como un baldado de agua fría.

Las teorías sobre el cambio abrupto incluyen de todo: desde ajustes metodológicos hasta jalones de orejas a anteriores administraciones, pero según el actual director del Dane, Juan Daniel Oviedo, esto se debió a “un manejo inadecuado” de las condiciones por las que atravesó Colombia hace dos años.

“Desafortunadamente, cuando se anunció en febrero del 2018 el crecimiento consolidado de la economía para 2017 se había dicho que este había sido de 1,8%. Sin embargo, no fue así, y (en realidad) creció en precios constantes al 1,4%. Esta corrección es el resultado de un manejo inadecuado de las condiciones específicas que vivió el país en 2017 en relación con el impacto de la reforma tributaria del 2016”, añadió.

En su análisis, el funcionario determinó que la entrada en vigencia de los cambios de esa reforma tuvo un efecto directo en el aumento de las tarifas impositivas, pero no significó que más personas ni más actividades económicas quedaran gravadas, sino que un conjunto de bienes y servicios pagaran impuestos a tarifas superiores.

De hecho, al detallar las revisiones por sectores, los rubros que más variaron a la baja fueron actividades profesionales, científicas y técnicas, actividades artísticas y de entretenimiento y recaudo de impuestos.

Sobre este último, Oviedo añadió que los efectos de la reforma del 2016 no pudieron “haber generado un crecimiento real de 4,3% del recaudo, porque en esencia lo único que sucedió ese año fue que las mismas actividades quedaron gravadas a unas tarifas más altas”, en tanto que por –el lado de la demanda– la caída ‘real’ de 3,2% en la inversión (formación bruta de capital) también podría explicar la revisión hecha la semana pasada.

Esto, no obstante, parecería ser insuficiente como explicación total de la revisión de 0,4 puntos porcentuales que se le hizo al crecimiento del producto interno bruto del 2017. Por lo menos así lo cree un experto del tema, quien pidió reserva de su nombre.

“Las revisiones siempre existen y eso no debe mirarse como algo malo; en contraste, lo que llama la atención que la revisión del PIB solo haya sido por un menor aporte de los impuestos, por lo cual habría que ver si la Dian entregó información errónea… Además, el ajuste fue de una magnitud muy grande y si hubiera sido así, el país estaría viviendo unas condiciones fiscales más difíciles, que no parecieran ser, aunque eso lo tendría que aclarar el Ministerio de Hacienda”, agregó el experto.

POCA CLARIDAD

No obstante, un exfuncionario del gobierno Santos afirmó que “este es un ajuste fuera de lo normal y (allí) tiene que haber algo con la metodología, pues no es un ajuste ordinario y, por lo tanto, el Dane debería explicar, sobre todo ahora que ya no consultan comités externos”.

A propósito de este debate, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, respondió, en entrevista con RCN Radio, que el cambio “tiene que ver con que hubo ajustes metodológicos, y a esos cambios hay que ‘apretarle muchos tornillos’”.

Y es que si bien las revisiones de cifras nacionales son el pan de cada día de los gobiernos a nivel mundial, para César Caballero, exdirector del Dane, “lo normal es que sean de 0,1 o 0,2 puntos porcentuales como máximo, pero acá hablamos de una revisión mayor de lo que normalmente ocurre, por lo cual el director del Dane debería explicarle mejor al país esta caída, que es más alta de lo que normalmente ocurre”.

RELACIÓN CON EL DESEMPLEO

Para Jorge Bustamante, exdirector del Dane, el problema con la revisión del PIB del 2017 va más allá “El problema real con esto es que, al revisarse, se observa que el PIB del país pasó de 1,4% a 2,7% (2018), es decir, el crecimiento casi se duplicó entre un año y otro, mientras que el desempleo siguió aumentando. Esto no tiene sentido, ya que la ley de Okun dice que cuando aumenta el PIB, las tasa de desempleo deben ser menores, y es todo lo contrario a lo que pasa en el país”. Además, agregó que no es claro que la desocupación haya crecido por la mano de obra venezolana, como se argumentó, “pues la tasa global de participación (que mide las personas en edad y capacidad de trabajar), en lugar de crecer, disminuyó”.


Tomado del portal del diario Portafolio