Desempleo en los jóvenes, casi duplica la tasa del país

Foto: Archivo / EL TIEMPO

Cerca de 1,2 millones de colombianos, entre los 14 y los 28 años de edad, están sin trabajo.

Por: Redacción Economía y Negocios

El Tiempo

En Colombia poco más de 1,16 millones de jóvenes en edad de trabajar se encontraban sin empleo al cierre de noviembre del año pasado, siendo la población femenina la más afectada por esta problemática.

Esto deja al país con una tasa de desempleo entre esa población –de 14 a 28 años de edad– del 16,1 por ciento para el trimestre móvil (septiembre-noviembre), según lo dio a conocer ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).

El nivel de desocupación de esa población está muy por encima de la tasa de desempleo total del país para ese mismo periodo, cuando se alcanzó el 9,1 por ciento. Significa una diferencia de 7 puntos porcentuales.

No obstante, esa tasa estuvo 2,6 puntos porcentuales por debajo del registro observado en el trimestre móvil enero-marzo de ese mismo año (18,7 por ciento), lo cual significa que cerca de 150.000 jóvenes lograron ubicarse en algún oficio a lo largo de esos primeros 11 meses, según se desprende de la información entregada por la entidad.

La tasa de desocupación laboral continúa afectando más a la población femenina, pues casi que por cada hombre joven sin un puesto de trabajo en ese rango de edad, dos mujeres se encontraban en esas mismas circunstancias.

Para Stefano Farné, director del Observatorio Laboral de la Universidad Externado de Colombia, la diferencia entre el porcentaje de mujeres y hombres jóvenes empleados tiene que ver tanto con factores sociales como con aspectos puramente económicos.

“Una empresa muchas veces prefiere contratar a un hombre porque le resulta más económico. No deben pagar licencias de maternidad y probablemente tendrán que dar menos permisos o incapacidades que a una mujer”, afirma el experto.

Además, en su opinión, es fundamental tener en cuenta que siguen siendo las mujeres las responsables de las tareas del hogar, lo que les impide encontrar un empleo de tiempo completo o que se adapte a lo que necesitan.

“También es importante agregar que son los hombres, sin importar su edad, los que se ven empujados a hacerse cargo de la familia”, agrega Farné.

Trabajo voluntario

Al referirse a las razones de por qué son los jóvenes los que tienen mayor tasa de desempleo frente al total nacional, el director del Observatorio Laboral del Externado afirma que esta es una cifra que históricamente ha tenido dicho comportamiento.

“Un componente del desempleo es que es voluntario y en el caso de los jóvenes son ellos quienes pueden permitirse rechazar su primer empleo y pasar más o menos tiempo en la casa de sus padres”, puntualiza.

De acuerdo con el Dane, para los hombres la tasa de desempleo fue 12,1 por ciento, mientras que para las mujeres fue 21,4 por ciento. Durante el trimestre móvil septiembre-noviembre del 2017 esas tasas fueron 11,7 y 20,3 por ciento, respectivamente.

La tasa de ocupación de los jóvenes colombianos también muestra un descenso paulatino desde su punto más alto en los últimos dos años de 52,7 por ciento, registrado en el trimestre móvil octubre-diciembre del 2016.

Según el Dane, para noviembre del año pasado la tasa de desocupación en la población joven en edad de trabajar cayó al 48,9 por ciento, esto es 3,8 puntos porcentuales frente a ese máximo visto.

En términos generales, en noviembre se registró un leve incremento en la tasa de desempleo en noviembre del año pasado, en medio de la reaparición de unas señales de debilidad del aparato productivo del país.

“La producción industrial se ralentizó por cuarto mes sucesivo, al coincidir con el aumento más lento de los nuevos negocios desde marzo. Al mismo tiempo, se registró el segundo descenso consecutivo en los puestos de trabajo, mientras las compras de insumos volvieron a ubicarse en territorio negativo. De igual manera, aunque la percepción empresarial fue positiva, el nivel de optimismo fue el más débil en prácticamente un año”, advierten los economistas del Grupo Bolívar frente al panorama observado al cierre del año pasado.

Agregan que los puestos de trabajo se recortaron y las compras (de las empresas) disminuyeron. Aunque la caída del empleo en el sector industrial fue marginal, afirman que se presentó por segundo mes consecutivo.

Algo en lo que coinciden los analistas del Grupo Bancolombia, para quienes una menor actividad productiva observada comienza a ejercer presión sobre las tasas de desempleo general del país, por lo que estiman que se mantiene un riesgo alcista en este frente de la economía.

Gestores de empleo

Comercio, hoteles y restaurantes continúa siendo una de las ocho ramas de la actividad económica colombiana que más mano de obra joven contrata –concentró el 28,3 por ciento de los jóvenes ocupados– aunque la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fue la que más contribuyó de forma positiva a la variación total de la población ocupada joven del país con 1,5 puntos porcentuales, según el Dane.

Otra de las ramas que mayor fuerza laboral concentró en ese mismo periodo (septiembre-noviembre del 2018) fue la de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con un 17,2 por ciento del total de ocupado, seguida por la de servicios comunales, sociales y personales, con 16,9 por ciento.

La construcción, quizás la segunda fuerza laboral más grande del país, así como las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, concentran 7,1 por ciento, cada una a la generación de trabajo para los jóvenes colombianos, precisa el Dane en su informe entregado.

La construcción, no obstante, es la segunda actividad económica que más aportó a la variación total de la población ocupada joven colombiana, con 0,9 puntos porcentuales para ese ciclo.

Ocupaciones

Según el Dane, de los poco más de 6 millones de jóvenes colombianos que estaban ocupados a noviembre pasado, casi la mitad (49,4 por ciento) estaban contratados como obreros o empleados particulares, señala el Dane.

Otra porción significativa (35,1 por ciento) corresponde a trabajadores por cuenta propia, que es la actividad que más contribuye a la variación de la población ocupada joven en el total nacional.

Sorprende también que un 6,8 por ciento de ese número de jóvenes ocupados no reciban remuneración alguna por las labores desempeñadas, incluso, al prestar sus servicios a empresas distintas a las familiares, señala el ente estadístico.

Para el centro de estudios económicos, Anif, el incremento en la tasa de desempleo del país es uno de los riesgos económicos que se vislumbran en el año que comienza, aunque ven que este no es uno de los factores que deba preocupar más.

Sus analistas advierten, no obstante, que habrá este año un repunte del desempleo, “donde pronosticamos una leve corrección hacia tasas del 9,4 por ciento (promedio anual) frente al 9,6 por ciento que habría promediado en 2018, pero con persistencia de un desempleo urbano cercano al 11 por ciento con una alta incidencia de los migrantes venezolanos”.

Informalidad laboral continúa en descenso

La informalidad laboral en Colombia se mantiene a la baja. En las 13 principales ciudades y sus áreas metropolitanas, las personas que derivan su sustento diario de actividades sin las garantías de ley cada vez son menos, llevando esa informalidad a niveles del 46,9 por ciento, según lo indicó el Dane ayer.

Esta es una de las tasas más bajas de los últimos seis años y su descenso viene de niveles del 51,6 por ciento vistos en el trimestre móvil septiembre-noviembre del 2012.

Los índices de informalidad laboral más elevados, para el periodo de análisis, se dieron en Cúcuta y su área metropolitana con 70,1 por ciento, Santa Marta (66,3 por ciento) y Sincelejo (65,6 por ciento).

En la otra orilla, es decir, las ciudades con menor proporción de informalidad fueron: Manizales y su área metropolitana con (38,8 por ciento), Medellín (41,5 por ciento) y Bogotá (42 por ciento), indicó el Dane.


Tomado del portal del diario El Tiempo