El DANE reveló ayer la población de las principales ciudades del país luego que se distribuyera a nivel departamental y municipal la omisión censal del Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV) 2018.
De acuerdo con el departamento de estadística, la población de Bogotá se calcula en 7.412.566 habitantes; Medellín 2.427.129; Cali 2.227.642; Barranquilla 1.206.319; Cartagena 973.045; Cúcuta 711.715; Bucaramanga 581.130; Villavicencio 531.275; Ibagué 529.635; Santa Marta 499.192; Montería 490.935; Valledupar 490.075; Pereira 467.269; Manizales 434.403; Pasto 392.930; Neiva 357.392; Popayán 318.059; Armenia 295.208; Sincelejo 277.773; Riohacha 188.014; Tunja 172.548; Florencia 168.346; y Quibdó 129.237.
El porcentaje de mayor omisión censal se dio en Cali con 18,2%. Le siguieron Villavicencio con 15,1%; Popayán 12,8%; Pereira 12,3%; Neiva 12,0%; Montería 11,7%; Cúcuta 11,6%; Pasto 10,3%; Bucaramanga 9%; Cartagena 8,7%; Manizales 7,8%; Barranquilla 7,1%; Florencia 6,9%; Armenia 6,6%; Quibdó 6,6%; Valledupar 6,3%; Riohacha 5,6%; Ibagué 5,5%; Santa Marta 3,9%; Bogotá, 3,1%; Tunja 2,6%; Medellín 2,3%; y Sincelejo 1,1%.
El director del DANE, Juan Daniel Oviedo, explicó que la tasa de crecimiento promedio anual en el país es de 0,91%, la tasa de crecimiento promedio anual de 1,02% en cabeceras y una tasa de crecimiento promedio anual de 0,56% en rural disperso y centros poblados.
Luego de meses de espera, el país conoció en julio pasado los resultados finales del Censo de Población y Vivienda 2018 que indicó que Colombia tiene 48.258.494 habitantes. Esta cifra fue 2.7 millones superior a la reportada preliminarmente por el departamento de estadística a finales del año pasado.
El director del DANE señaló entonces que 44.164.417 personas fueron efectivamente censadas en el territorio nacional. A estas se le sumaron 4.094.077 que fueron omitidas.
También señaló que “esa diferencia que separa la población efectivamente censada, que son 44,1 millones, frente a los 48,2 millones, que le estamos presentando al país, corresponde a la variable que tienen todos los censos de población en el mundo, que se llama la omisión censal”.
Manifestó que esa omisión censal, que fue del 8,5%, superior al promedio de América Latina que es de 5,7%, se debió a “dificultades de cobertura, rechazos permanentes o específicos que tuvo la operación en diferentes regiones del país y también condiciones naturales como las personas que estaban ausentes en el momento de la recolección de información”.
Afirmó que la estimación que arrojó la cifra final se realizó a partir de los datos de la encuesta de calidad de vida que llevó a cabo el departamento de estadística a finales del año pasado. “Esa estimación la pudimos hacer con gran precisión gracias a que el DANE, entre noviembre y diciembre de 2018, desarrolló una encuesta de calidad de vida que tuvo un capítulo denominado, desde la perspectiva demográfica, como una encuesta poscensal en la que le preguntamos a los colombianos si habían sido censados, cómo lo habían sido y en qué momento. Es a partir de ahí que pudimos establecer la omisión censal, que fue de 8,5%”, dijo.
Y agregó: “Como lo señalan los expertos, es alta, pero no impide que podamos decirle al país que tenemos resultados definitivos del censo de población”.
“Tenemos la confianza que, a pesar de las dificultades operativas, no solo han sido reconocidas por el director del DANE sino por una comisión de expertos nacionales e internacionales que la calidad de la información es alta y que refleja sin temor alguno el rigor técnico que caracteriza al DANE como entidad encargada de las estadísticas oficiales del país”, puntualizó.
El Censo Nacional de Población y Vivienda 2018 cubrió todo el territorio nacional (continental e insular), y en él se investigaron todos y cada uno de los elementos del universo, de tal forma que se obtuvo información con desagregación geográfica a nivel de departamentos y municipios, y según su clasificación para efectos operativos, en cabeceras municipales, centros poblados y rurales disperso.
Para toda la población se obtuvo información sociodemográfica (sexo, edad, parentesco), de autorreconocimiento étnico, migración y limitaciones permanentes; para los menores de cinco años se indaga sobre su cuidado; para personas de cinco años y más sobre alfabetismo y nivel educativo alcanzado; para personas de 10 años o más sobre su situación laboral y para mujeres de 10 años o más sobre fecundidad. Para el CNPV 2018, la recolección de información se realizó a través de Internet (eCenso) y operativo de campo mediante los métodos de barrido (vivienda a vivienda), de rutas, focalizado (Lugares Especiales de Alojamiento – LEA) y mixto (ruta y barrido).
Tomado del portal del diario EL NUEVO SIGLO
