‘El desempleo es nuestra principal preocupación’

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El presidente de Anif, Sergio Clavijo, dice que el país no puede darle más largas a las reformas pensional, laboral y de subsidios.

Por: Rodrigo Sepúlveda

Diario Portafolio

Sergio Clavijo, el presidente del Centro de Estudios Económicos (Anif), tiene claro que sus colegas, los analistas más destacados del país, lo encasillan como pesimista.

En diálogo con Portafolio, aseguró que el panorama económico colombiano no es tan bueno como muchos lo pintan.

¿Cómo ve la coyuntura económica?

El 2018 dejó un sinsabor en el sentido de que el rebote no vino tan bueno como lo imaginábamos, pues crecimos 2,7%. Cuando expulgamos las fuentes de crecimiento, uno no queda tranquilo. Por ejemplo, el crecimiento de la demanda vino del lado del Gobierno, y sabemos que este año no será posible por las restricciones fiscales.

Se ha hablado mucho del aumento de la demanda de los hogares, pero aunque la cifra de crecimiento es del 3,5%, vemos unos hogares sobre-endeudados, es decir que las personas ya no están endeudados a dos años sino a cuatro y a cinco años. Afortunadamente, en el inicio del año, el Banco de la República nos da un parte de tranquilidad respecto a las tasas en el primer semestre, debido al buen resultado en inflación. Otro elemento de preocupación al cierre del año anterior fue la caída de la inversión o formación bruta de capital.

¿Qué otras señales no le cuadran?

La percepción de los hogares sobre la economía tampoco permite ser optimistas porque la confianza sigue en terreno negativo, e incluso en febrero volvió a bajar. El otro elemento es la tasa de desempleo que cerró mal el 2018 con 9,7% y arrancó el 2019 con un 12,8% en enero. Este comportamiento es producto del incremento del 6% en el salario mínimo para este año, frente a una inflación de 3,18%. Eso produjo el despido de personas por parte de las empresas, como consecuencia del encarecimiento de la nómina.

A ello se suma la presión laboral que generan los 700.000 inmigrantes venezolanos que compiten por un puesto en Colombia. Para nosotros, en Anif, la principal preocupación es el desempleo.

Aun así, ¿Anif mantiene la previsión de crecimiento de 3,3% para 2019?

Así es. Para el 2019 pronosticamos un crecimiento del PIB de 3,3%, y si las condiciones actuales continúan, en el 2020 llegaríamos a un 3,5%.

¿Qué amenazas ve en el entorno global?

Paradójicamente, en el entorno regional e internacional Colombia luce positiva, porque Estados Unidos está creciendo 2,2%, Europa 1,5% y América Latina está estancada en 1,2%. Un menor crecimiento internacional indica que el precio del petróleo pudiera no mantenerse en los 67 dólares por barril que necesitamos. Este es un factor que a las calificadoras de riesgo, especialmente Moody’s, les preocupa porque si el año pasado el promedio de la cotización del crudo fue de US$71 el barril, Colombia no fue capaz de bajar el déficit externo del 3,3% al 2,8%, sino que lo aumentó al 3,8%.

Este año, el grueso de los analistas estamos viendo que sería del 4%, aun con un precio Brent de US$67 dólares el barril.

¿Usted es partidario o no, de la flexibilización de la regla fiscal?

Nosotros lo que hemos dicho es que la regla fiscal de Colombia está desenfocada, es decir, que arrancó mal, porque mira unos parámetros que no son los relevantes. Revisa los precios del petróleo de mediano y largo plazo, que es difícil prever. También mira la llamada brecha de producto. Lo importante en una regla fiscal es mirar cuál es la trayectoria de la deuda. El año pasado, la deuda en cabeza del Gobierno central, cerró en 50 puntos del PIB. Aquí seguimos diciendo que estamos cumpliendo la regla fiscal pero la deuda se ha incrementado 12 puntos del PIB en 10 años. Lo que nosotros decimos es que debemos adoptar una regla fiscal seria. Tenemos que saber que, si nos estamos endeudando, cuándo es que esta va a dejar de crecer para no caer en déficit primario. No es posible alterar la regla fiscal por un tema como el de los inmigrantes venezolanos. La realidad es que el Gobierno se quedó corto de recursos, no por los venezolanos, sino porque la Ley de Financiamiento no aprobó el componente del IVA, que hubiera elevado el recaudo.

¿Qué reformas están pendientes en el país?

Varias. Pensional, laboral y de subsidios.

¿Y otra tributaria?

Por supuesto. Infortunadamente sí, porque la Ley de Financiamiento no fue lo que requería Colombia.

¿Qué elementos esenciales debe tener la reforma pensional?

Hay que tener en cuenta varias cosas: que la gente está viviendo más años. Por eso, la edad de pensión hay que aumentarla, aunque políticamente sea difícil.

Como los faltantes provienen de Colpensiones, nuestra propuesta incluye marchitar a esa entidad, respetando las condiciones de todos los que se pensionarían en los próximos 10 años. No se trata de cerrar Colpensiones, empresa que tendrá vida por 100 o 150 años. La idea es que en los próximos dos años cualquiera pueda vincularse a Colpensiones, pero a partir de ese momento no será posible. De ahí en adelante, todos deben ahorrar para su pensión en los fondos privados, porque no generan déficit, ya que a la gente se le devuelve los mismos que ahorró y los rendimientos.

No podemos seguir pensionando ricos con la plata de los pobres. Afortunadamente, los regímenes especiales están en extinción. Ahora operan bajo nuevas condiciones.

¿Qué le preocupa del Plan de Desarrollo?

Es necesario que haya consistencia entre los instrumentos y los objetivos, y eso no se refleja en el texto del Gobierno.

¿Qué opina de la idea de vender otra porción de acciones de Ecopetrol?

Nosotros hemos sido partidarios de salir de activos no estratégicos del Gobierno, entre ellos Ecopetrol, en el 8,5%. Pero estos recursos no pueden ser para gasto operativo sino para que no se caiga la inversión.

¿Cuál es su opinión sobre la propuesta de crear otra prima laboral?

Eso es hacerse zancadilla cuando hay tasas de desempleo urbano de más del 11%. Es lo mismo que el aumento del 6% del salario mínimo, que yo califico como el mayor error en 30 años.

Fracking: ¿sí o no?

Me parece adecuado el concepto de la Comisión de Expertos que propone planes pilotos monitoreados a nivel ambiental. Esto está probado en el mundo. Incluso, hay estudios que indican que un fracking bien hecho requiere menos agua que la técnica tradicional.

¿La guerra comercial China y EE. UU. nos afecta?

Esto es un pierde-pierde. Afecta a todo el mundo porque desacelera el crecimiento y el intercambio comercial.

¿Qué efecto tiene la inmigración de venezolanos?

Yo no veo nada positivo en este tema para Colombia. Los debemos apoyar, pero que eso sea una bendición económica, no es cierto. Al contrario, el propio Gobierno dice que ésta es una carga. Pero no hay alternativa distinta que ayudarles por el drama que está viviendo. Deberíamos pasar el sombrerito internacional en busca de ayuda para este tema.


Tomado del portal del diario Portafolio