Enfrentamientos en Congreso reflejan la polarización del país

Foto: Santiago Mesa y Colprensa

Los senadores Álvaro Uribe y Gustavo Petro han cruzado denuncias entre sí

Por: Juan Camilo Montoya E.

El Colombiano

Paz debería ser tranquilidad, calma y armonía. Tres sinónimos que por estos días no se asoman en el Congreso de la República, cuando el tema de discusión son las objeciones del presidente Iván Duque a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Hoy la paz es el tópico que levanta polvareda, en lugar de crear una intención común por alcanzarla.

Para Santiago Leyva, profesor del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la Universidad Eafit, “las objeciones de Duque polarizaron al Congreso. En este momento deberían estar hablando del Plan de Desarrollo y de otros temas más importantes, pero se volvió a poner un ambiente de polarización entre el sí y el no”, indicó.

Pico de agresividad

Atrás quedaron las palabras de unidad del presidente Duque, en su discurso de posesión, cuando afirmó que “quiero gobernar (…) superando las divisiones de izquierda y derecha, superando con el diálogo popular los sentimientos hirsutos que invitan a la fractura social.”

Las diferencias por los reparos a la JEP han estado a la orden del día entre congresistas desde hace mes y medio. Alejandro Chacón, presidente de la Cámara de Representantes y Ernesto Macías, presidente del Senado, se han enfrentado en declaraciones y por el trámite del proyecto de ley. A esta situación anteayer se sumó el episodio entre los senadores Álvaro Uribe y Gustavo Petro.

En sesión plenaria, el excandidato presidencial acusó al expresidente de presionar a Duque para que no se conozcan los terceros que deberían someterse a la JEP y que algunas personas “de corbata” estaban detrás de genocidios.

Cuando Uribe tuvo la palabra dijo: “Yo prefiero ochenta veces al guerrillero en armas que al sicariato moral difamando”, y luego añadió “sicario, sicario, sicario”, refiriéndose directamente a Petro.

El hecho provocó reacciones de todos los sectores políticos. “El rifirrafe corresponde a lo que pasa en el país, en los medios, en las redes sociales. Es la manera visceral de entender la política nacional. Nuestra historia ha sido un sistema binario, es blanco o negro, conservador o liberal, Uribe o Petro. Duque pierde protagonismo y la atención se la lleva la confrontación verbal en el Congreso”, afirmó César Niño, profesor de Escuela Política de la Universidad Sergio Arboleda.

Leyva consideró que los enfrentamientos entre líderes de partidos políticos son normales, pero alertó que cuando la polarización es excesiva puede afectar la gobernabilidad del mandatario de turno. “En un país acostumbrado a la violencia política, que se dé en palabras y quede en el Congreso, es un avance importante. Si el conflicto permanece será un problema para el Gobierno que deberá buscar la manera de construir el ambiente político para que haya un debate más constructivo”, explicó Leyva.

Posición de parlamentarios

Los congresistas del Centro Democrático, Ciro Ramírez y Margarita Restrepo, defendieron las palabras de Uribe. “Es un momento de exacerbación ante ataques infames de Petro. Él tiene que defender su buen nombre”. “Petro está en todo su derecho de disentir de las ideas de Uribe, es válido en una democracia. Pero su decisión política no lo habilita para mentir, engañar y hacer aseveraciones infames que mancillan el honor y el buen nombre del presidente Uribe”, dijeron, respectivamente.

En contraparte, Jorge Gómez, representante del Polo Democrático, opinó que “alimentar la contradicción entre los amigos y los enemigos del proceso de paz, es una página que se debe voltear, pero le sigue dando réditos a Uribe, que ha convertido lo de las objeciones a la ley estatutaria de la JEP en una especie de punto de honor”. Y agregó que es una distracción perjudicial porque oculta otros problemas que aquejan a los colombianos.

Iván Marulanda, senador de la Alianza Verde, fue crítico con ambos parlamentarios. “Algún día se van a cansar de insultarse, a nosotros que presenciamos esta pelea todos los días, nos tienen aburridos. Han perdido respetabilidad. Son obstáculo para avanzar en temas de interés para el país, la pobreza, la inseguridad, el desempleo, la destrucción del medio ambiente (…) nada de esto se puede tratar en el Senado mientras sigan peleando. Ya está bueno”.

Opinión de los exministros

EL COLOMBIANO le consultó a dos exministros de los últimos gobiernos sobre el papel que debe tener el Ministerio del Interior con el ambiente exacerbado en el capitolio.

Fabio Valencia, quien dirigió esa cartera durante el final del segundo mandato de Uribe, dijo que “el problema es que el Congreso está muy suelto, no veo sólida la postura frente al Gobierno y el Ministro del Interior es el llamado a buscar consensos, inclusive aceptando la oposición. Para estar al frente de ese despacho se debe ser amigable, componedor y un gran defensor del Gobierno”.

Juan Fernando Cristo, ministro de Juan Manuel Santos, sostuvo que la principal víctima de la polarización es el gobierno. “Es muy difícil para este Gobierno manejar el discurso contra la polarización cuando el jefe del partido es protagonista de ella. El ministro del Interior en el Congreso es Uribe, la ministra no tiene margen de maniobra”.

Una imagen en el álbum del olvido

El 30 de octubre de 2018 ocurrió un encuentro histórico: el senador Álvaro Uribe se reunió con varios congresistas Victoria Sandino, de las Farc, y Gustavo Petro, de Colombia Humana, entre otros. Una sala especial para los militares en la JEP logró juntarlos. Lo que parecía un buen relacionamento entre colegas se quedó en anécdota.


Tomado del portal del diario El Colombiano