Enrique Bunbury habla de ‘Posible’ su disco más oscuro y personal

Foto: José Girl

El cantante español conversó con EL TIEMPO de este nuevo trabajo musical que trae sorpresas.

Por: Andrés Hoyos Vargas

EL TIEMPO

El cantante español Enrique Bunbury se adentró en una nueva aventura musical con ‘Posible’, su más reciente producción y a la vez un disco con un título interesante en esta época de cambios y confusiones que se viven en este momento.

A través de una experiencia sonora que juega con cierta melancolía, poder sonoro y una pizca de esperanza. Posible es trabajo intenso que parece estar conectado con Bunbury y su necesidad de expresar, pero en un tono más íntimo.

El séptimo disco en la carrera en solitario de este artista habla de cierta incomprensión, de mutaciones y ofrece algunas innovaciones en la propuesta musical con caricias al rock y a elementos tenues electrónicos que se sienten en canciones como en ‘Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti)’, a la par que un sentimiento casi confesional en la balada ‘Los términos de mi rendición’, en contraste de nuevo con el poderío roquero de ‘Hombre de acción’ y un objetivo general de revelar otros matices de la sensibilidad de este artista de Zaragoza y con más de treinta años de carrera musical.

Precisamente Enrique Bunbury conversó con EL TIEMPO acerca de ‘Posible’ y de lo que significó este nuevo viaje musical con nombre esperanzador en tiempos de cambios radicales, que espera compartir el próximo año con sus fanáticos.

La experiencia del disco parece estar centrada en una batalla continua de su sensibilidad frente a un mundo que parece no comprender… ¿qué tan cercana es esa idea con este nuevo viaje musical?
Posible es un disco mucho más personal que mis dos últimos álbumes, ‘Palosanto’ (2013) y ‘Expectativas’ (2017), que ponían la mirada en mis preocupaciones sociales. Este nuevo álbum, en cambio, es un proyecto introspectivo.

El hecho de que el mundo me parezca difícil de entender y que el proyecto social en el que estamos (o estábamos) involucrados sea claramente mejorable, me hizo escribir esos dos álbumes, pero también me ha provocado la necesidad de mirar hacia dentro, para reflexionar sobre las posibilidades individuales. Qué posibles versiones de mí mismo quedaron por el camino, y cuáles todavía son posibles, tanto personal como profesionalmente.

Pero es un ejercicio de introspección muy intenso…
He grabado discos muy personales con anterioridad. Pienso en ‘Pequeño’ (1999) y en ‘Las consecuencias’ (2010). Mirar hacia dentro, cuestionarte, enfrentarte a ti mismo, no siempre es tarea fácil, ni necesariamente agradable. Parece que dejo pasar una década cada vez que me enfrento a un viaje interior de esta magnitud.

¿Qué nos puede contar de esa capa sonora tan magnética y con ciertas caricias de electrónica?
He intentado realizar un disco contemporáneo, con tecnología y sonidos actuales, evitando técnicas vintage. Es un álbum que contiene más síntesis que otros discos, aunque muchos lo equiparan con ‘Radical Sonora’ (1997), personalmente me parecen discos muy distintos. Cierto es que en ambos la parte tecnológica ha sido importante; pero los resultados, conclusiones y enfoques son, a mi parecer, muy diferentes.

Posible tiene una densidad muy profunda en una música muy cercana, ¿le gusta esa contradicción?
Me gusta su apreciación. Mi interés era ofrecer canciones que fueran cantables, que pudieran ser compartidas, pero profundizar en la experimentación y en la búsqueda de sonidos complejos y poco habituales en el rock. Me gustan los contrastes. La contradicción no existe. El mundo está formado por una infinidad de matices y gama de colores. Incluso el blanco y negro contempla múltiples grises intermedios. Así que solo eliges los colores con los que vas a pintar tu nuevo cuadro.

¿Cómo define el reflejo del artista, en sus excesos en este disco?
El reflejo es poliédrico. Son muchas caras las que cualquier artista tiene, y negarse a la posibilidad de visitarlas o desarrollarlas es negarse a la propia esencia del arte, que es búsqueda y mirar donde los demás retiran la mirada.

¿Lanzar un disco que tanto le drena, le quita y le entrega?
Forma parte de una limpia, obviamente. Uno crece con cada nuevo paso dado. Intentamos ser mejores, liberarnos de equipaje innecesario, aprender de nuestros errores. Y como digo en una de las canciones. “He aprendido tanto de mis propios errores, que pienso cometer unos cuantos más”

Ahora que estamos en una etapa de confusión, vulnerabilidad y reflexión, hay una especie de (insisto) conexión muy personal. A la luz de todo este nuevo encierro y distancia física, ¿cómo ubica su música en este contexto?
Pienso en la necesidad de hacer arte curativo. De la importancia que va a tener cualquier faceta del arte durante estos tiempos que se avecinan, oscuros y por definir.

Creo que es un reto para el ser humano y su evolución. Quiero ser positivo e intento fijarme solamente en los pequeños gestos, detalles y noticias que nos enfocan en esa dirección.

La negatividad llama a la negatividad, pero también lo positivo se contagia. Y ahí tenemos todos una responsabilidad, por encima de nuestros gobernantes, de organizaciones de dudosas intenciones: la OMS, FMI, el Big Pharma, las plataformas tecnológicas… Estamos por encima de todos ellos. Y no necesitamos de ninguno de ellos para crear un mundo mejor.

¿Cree que este es su disco más oscuro?
Eso espero.


Tomado del diario EL TIEMPO