Las conclusiones de Colombia en la Vuelta a España

Foto: EFE

Nairo quedó de cuarto y López, quinto.

El ciclismo colombiano llegó en busca de un título más en una de las tres grandes: la Vuelta a España, pero al final alcanzó para el cuarto lugar de Nairo Quintana y su triunfo de etapa, la victoria parcial de Sergio Higuita y el quinto lugar en la general de Miguel Ángel López, resultados que quedarán para la historia. Aquí, las conclusiones.

Dos triunfos de etapa más. Benidorm y Calpe fue la segunda etapa. Primoz Roglic, el campeón, venía de perder 40’ s en la crono por equipos en el primer día y tuvo que recuperar. Con su ataque en la segunda jornada se trajo a varios favoritos, entre ellos, a Nairo Quintana.

A 3 km del final de la jornada, el boyacense partió del grupo, se fue en busca de un triunfo que al final pudo celebrar, el segundo en su hoja de vida en la Vuelta y el 33 del ciclismo colombiano.

Luego, Sergio Higuita, en su debut en una grande, se impuso en la etapa entre Colmenar Viejo y Becerril de la Sierra, confirmando que a sus 22 años puede dar mucho más que tiene con qué pelear una general. Triunfo 34 de Colombia en la competencia.

Unas de cal y otras de arena. Si bien los triunfos de etapa fueron importantes, el accidente de Rigoberto Urán y la actuación de Fernando Gavira no fue bueno.

Urán se cayó en la etapa 6 y se fue al hospital, de donde no ha salido, tras la fractura de la clavícula izquierda, del omoplato y de dos costillas que le comprometieron el pulmón, dejando atrás la posibilidad de pelear por el podio.

Gaviria llegó con la ilusión de ganar etapas, pero se fue en blanco. La caída del equipo UAE Emirates en la primera etapa le dio duro, no se pudo recuperar y, además, no tuvo la capacidad física para obtener un triunfo parcial, en una temporada para el olvido.

Sin el pan y sin el queso. Nairo llegó a la penúltima etapa en el tercer cajón del podio y su compatriota Miguel Ángel López en la cuarta. La lucha por el podio era colombiana, pero en esa jornada el ataque de Tadej Pogacar, que era quinto, y la pasividad de los dos corredores dieron al traste con el objetivo de terminar en el podio.

Una vez salió Pogacar, Movistar y Nairo trataron de perseguir, pero no encontraron una alianza. Astana, de López, que tenía interés, pues el esloveno era peligroso en cuando a la lucha por el primer lugar de la clasificación de jóvenes, no dio relevos, y en una sola jornada se perdió el trabajo de las tres semanas anteriores.

Ni podio ni camiseta de mejor joven, en un día para olvidar del ciclismo colombiano.

López, a hablar con las piernas. Miguel Ángel López llegó a la Vuelta como el segundo favorito al título, tras Roglic, pero no respondió. Si bien fue combativo, atacó siempre, le faltaron fuerzas al final y perdió el podio, la camiseta de mejor joven y quedó de quinto.

Además levantó polémicas con sus declaraciones. Son unos “tontos y estúpidos” les dijo a sus colegas del Movistar, tras la acelerada de la escuadra española luego de una caída masiva.

Trató mal a Alejandro Valverde, en una clara falta de respeto. Claro, luego se retractó, pidió disculpas, pero el mal ya estaba hecho.

Prometió ataques fuertes, decisivos, pero no pasó de arrancones. En el ciclismo el mejor escalador no es el que ataque más veces, sino el que lo haga con decisión y en el momento justo.

Y cuando le tocó pelear por el podio y defender la camiseta blanca de mejor joven no apareció, sus fuerzas no estuvieron con él, su equipo no ayudó a perseguir a Pogacar, escapado y enemigo, y perdió toda opción.

“No pasa nada. Estamos tranquilos porque lo intentamos de inicio a fin. No se dieron las cosas. Eso es otro cuento. Siempre nos preparamos para venir al ciento por ciento. Estamos tranquilos. Eramos un grupo bueno. Nos resta mucha más grandes vueltas”, dijo López.

En el Giro de Italia también llegó como favorito y terminó de séptimo. Y también protagonizó un hecho polémico, cuando un aficionado lo tumbó, él se paró y le pegó un puño.

Imagen negativa la de López, que debe concentrarse más en pedalear, prepararse mejor y no en ser protagonista de hechos polémicos. Las caídas y los pinchazos fueron sus enemigos, pero debe aprender a reaccionar con la sangre caliente, los grandes campeones así lo hacen.

Nairo, ¿alguien esperaba más de él? Nairo Quintana perdió el podio en el penúltimo día, como su compatriota López. Al final, se ubicó en el cuarto puesto de la general y ganó una etapa, en una actuación, para algunos, decepcionante.

El último triunfo de Quintana en una clasificación data del 2017 y la última vez que fue podio en una grande fue en ese mismo año, estadísticas que nos dicen que hace dos años que no viene bien, que su rendimiento ha bajado y no es el mismo ciclista que es el colombiano más ganador en la historia.

Por lo anterior es que Quintana no era favorito al título de la Vuelta. Si bien su cartel todavía existe, no lo ha confirmado, y en la Vuelta eso fue lo que pasó.

Demuestra que no tiene las fuerzas de antes para pelear por el triunfo en la general de una grande. No es el mismo en la montaña, lo sueltan con facilidad, por lo que el cuarto lugar es normal.

Viene un cambio de equipo que le debe venir bien, con el que puede recuperar la confianza. De ahí para adelante será difícil saber si recuperará su forma con la que ganó el Giro, la Vuelta y fue tres veces podio del Tour.

No está acabado, pero no tiene la misma cuerda de antes. El problema acá no es el equipo, son las actuales condiciones de Nairo que debe darse por bien servido con ese cuarto puesto en la competencia española.

Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO


Tomado del diario EL PAÍS (ES)